Del comal al ‘imperio’ garnachero: ¿Cuál es la historia de la Casa de Toño y por qué se llama así?
Uno de los negocios más famosos de México tiene su historia en una colonia de Azcapotzalco. Te contamos la historia de La Casa de Toño.
La Casa de Toño es uno de los restaurante de comida mexicana más populares, ya que durante las últimas dos décadas han deleitado nuestros paladares con platillos típicos como pozole y quesadillas. Su sazón único se traduce en un crecimiento constante de su sucursales, no franquicias, todas las cuales son socorridas a diario, incluyendo en horarios nocturnos.
El menú de la Casa de Toño es diverso, sin embargo destacan sus pozoles, existiendo opciones para todo tipo de comensales. Hay desde el típico pozole con carne de cerdo, hasta opciones con pollo o vegetarianas. También ofrece todo lo necesario para acompañar el pozole estilo guerrerense (tostadas, lechuga, aguacate, etcétera).
Al paso del tiempo, estos establecimientos han adquirido tal fama que incluso hay que hacer fila para poder acceder y degustar sus platillos. Sin embargo, siempre ha sido así. Su historia es muy peculiar y se remonta a una pequeña colonia de Azcapotzalco.
Aunque pocos lo saben, el nombre de Toño es algo más que una marca. Se trata de una persona real y concreta, fundador de la línea de restaurantes en 1983. En aquella época, sin pensar en convertirse en un gran restaurantero, Toño decidió abandonar los estudios para emprender un negocio de comida mexicana en el propio garaje de su casa. Inicialmente se trataba de una ayuda económica para sus estudios, pero pronto acaparó toda su atención.
¿Quién es Toño? La historia de un emprendedor
Marco Antonio Campos “Toño” tenía la edad de 18 años y sus padres esperaban que terminara la carrera de derecho en la universidad. Sin embargo, apoyaron a Toño en su deseo de iniciar un negocio y muy rápidamente se dieron cuenta de que ese, sin duda, su camino.
La casa matriz del restaurante era la casa familiar de los Campos, ubicada en la calle de Floresta 77 en la colonia Clavería en Azcapotzalco. Inicialmente sólo se vendían tacos de guisados y quesadillas preparados por Toño, su madre, su abuela y Aurora, una amiga de la familia.
Desde 1978 fundamos la casa empezando con un puesto de quesadillas y antojitos en la colonia claveria de la CDMX. A lo largo de los años hemos ido creciendo de boca en boca gracias a ti”, se lee en la página de la cadena.
El pequeño y modesto restaurante primero se llamó “Las dos Poblanas”, sin embargo, por tratarse de un vecino reconocido, los vecinos comenzaron a apodar al local como la casa de Toño.
La venta diaria fue aumentando y muy rápido se vio en la necesidad de aumentar el menú y contratar a más personas. Fue así como se agregó el pozole clásico de la casa y que el pequeño negocio familiar se convirtió en un restaurante formal en su propio garaje.
De ‘afuera’ hacia adentro
A la par del crecimiento del negocio, Campos continuó adaptando su casa con mesas y colocó la clásica lona verde que hoy distingue a todas las sucursales. También rebautizó el lugar como la Casa de Toño, apodo con el que se popularizó en la zona de Azcapotzalco y centro de la Ciudad de México.
Con varios años de reconocimiento, el puesto pasó de la banqueta a la puerta de la casa de la familia. Por esta razón, los clientes frecuentes comenzaron a llamar al local ‘la casa de Toño’ y gracias a su sazón y rápido servicio, este negocio fue en aumento.
Las sugerencias de los comensales se agregaron poco a poco al menú: sopes, flautas y posteriormente hasta pozole. Y se dice que para el año 2000, el negocio abarcaba hasta la sala de la familia, por lo que decidieron migrar hacia otra vivienda y adaptar este lugar a restaurante.
Hoy, los pozoles de la Casa de Toño son reconocidos nacional e internacionalmente. Donde se abre una sucursal la historia se repite y las filas vuelven a formarse para solicitar una mesa o para hacer un pedido para llevar. Los espacios cambian, pero el sazón y la materialización de los sueños continúan en cada plato que se sirve.
Desde el inicio del negocio, Toño vislumbró que el éxito se debía en gran parte a su rapidez y eficacia en el servicio, razón por la que hasta hoy en día, ‘La Casa de Toño’ es uno de los restaurantes más rápidos y organizados de México.
En la actualidad, hay 58 sucursales en la CDMX con menú para desayunar, comer, cenar y hasta ‘bajonear’ por la madrugada. El postre tampoco se deja del lado, un flan que los acompaña desde el inicio de su local. ¿Qué te parece?
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