Constructores exigen que no usen a Ejército Mexicano como albañiles

Francisco Gallo Palmer, presidente del comité ejecutivo nacional de la Asociación Mexicana de la Industria de la Construcción (AMIC), hizo un llamado a la Cámara de Diputados para detener las labores del Ejército Mexicano en la edificación de obra pública por la falta de seguridad en el país.

“Hacemos un enérgico reclamo para que no nos sigan desplazando al realizar obra pública, las funciones de las Fuerzas Armadas prevén sustituir a la planta productiva, el Ejército Mexicano no está pagado por los ciudadanos para estar de albañiles, el gobierno está por encima de los constructores cuando nos quitan la posibilidad de trabajo”, dijo el representante de la AMIC en un comunicado.

Los constructores pidieron una modificación en el Artículo 27 de la Ley de Obras Públicas, para eliminar las modalidades de licitación, asignación directa e invitación restringida, ya que —dijo— facilitan a los gobiernos la facultad legal de beneficiar a sus conocidos.

“No estamos de acuerdo en que nuestros soldados dejen la pala, pedimos que metan orden y cada quien haga lo que le corresponde, los militares a defender y resguardar a la nación y los constructores a ejecutar la infraestructura del país”, aseguró Gallo Palmer.

Las desventajas que destaca la industria por el otorgamiento de obras al Ejército Mexicano por parte del gobierno federal es que la milicia no paga impuestos ni los derechos laborales de trabajadores.

Francisco Gallo pidió que la sociedad se encuentre involucrada en la toma de decisiones, para terminar con la posibilidad de corromper la asignación de obra pública.

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