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Así es como el crimen amenaza tu tranquilidad en la Ciudad de México

15-05-2017, 6:30:11 AM Por:

La Ciudad de México vive una época en la que 85 de cada 100 habitantes no se siente seguro ni en su colonia. Te contamos cómo se ha diversificado el crimen en la capital del país.

Frente a un restaurante ubicado en avenida Álvaro Obregón, en la colonia Roma, tres jóvenes comienzan una pelea. Jalones de ropa, insultos, golpes al aire. Un mesero se acerca para separarlos y lo apartan a manotazos. Todos en el lugar tienen la vista en la escena. De pronto aparece un joven que corre entre las mesas instaladas en la banqueta y arrastra con él tres bolsas de mano. “Agárrenlo”, grita alguien, mientras los jóvenes del pleito arrancan en sentido contrario. “Venía con ellos”, dice el mesero al percatarse del asalto.

Cada hora, los capitalinos denuncian ante las agencias del Ministerio Público 9.7 robos en promedio. Es el delito más común y versátil en la Ciudad de México: ocurren tantos y de maneras tan diversas que los especialistas en seguridad pública y la misma autoridad han tenido que ampliar su catálogo y el modus operandi de bandas y ladrones. “Ahora se llevan hasta las mascotas”, dice Manuel S, policía de adscrito al Cuadrante C-2.4.11, de la colonia Roma Norte.

Tiene razón. En Facebook incluso ya opera un grupo que se llama El Encuentrador de Perros y la Procuraduría capitalina ya incluye en su estadística las denuncias por robo de animales, que pasaron de 109 en 2015 a 115 en 2016.

Esto es apenas una pequeña porción en el universo de asaltos cometidos en la capital del país, que sumaron 81,555 denuncias en 2016 y 23,394 más entre enero y marzo de 2017, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). En total, 104,949 robos denunciados en 15 meses, que equivalen a un promedio de 6,996 denuncias al mes, 233 al día y 9.7 cada hora.

Estas cifras convierten el robo en la actividad delictiva más frecuente en la Ciudad de México. También, “la que más influye en la percepción de inseguridad de la gente, junto con el homicidio”, dice Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano.

Esta percepción de inseguridad entre los capitalinos despuntó en 2016. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Seguridad (Envipe), elaborada cada año por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el porcentaje de habitantes que percibió inseguridad en su entorno pasó de 78.5% en 2015 a 84.6% el año pasado.

Esto significa que casi 85 de cada 100 capitalinos no se siente seguro ni en su colonia, de acuerdo con el Inegi.

Hay más armas de fuego en la ciudad

Homicidio y robo son los dos delitos que más se incrementaron en la Ciudad de México en el primer trimestre de este año, respecto del mismo periodo de 2016. El primero subió 17.8% al pasar de 387 a 456, y el segundo escaló 27.4% al aumentar de 18,350 a 23,394, de acuerdo con el SESNSP.

Rivas, del Observatorio Ciudadano, asegura que no es lo mismo un aumento de homicidio que de robos. Pero “hay un factor que destacar para ambos casos: la mayor disponibilidad de armas de fuego”, advierte.

Rivas considera que la proliferación de armas en la Ciudad de México se debe a la falta de una política bien diseñada para cerrar el paso a su venta. “Hay una discusión y campañas de despistolización, pero no una política real”, asegura.

Aunque la estadística de robos en la capital ya son suficientes para despertar preocupación, es posible que su número incluso sea mayor por la “cifra negra”, es decir, por los delitos que no se denuncian o no se convierten en carpetas de investigación.

El Semáforo Delictivo, una organización civil que hace seguimiento de la estadística delictiva en el país, calcula que la “cifra negra” sumaría 50% más robos al número oficial y hasta 89% en el caso de robo a casa habitación, de acuerdo con la Envipe 2016. En los homicidios, en cambio, la cifra negra apenas rondaría 2%.

Santiago Roel, director del Semáforo Delictivo, advierte que falta información más detallada sobre delitos como el robo en la Ciudad de México, que ayude a diseñar mejores estrategias para abatirlo. Pero “la autoridad no ha compartido la información” necesaria”, afirma.

“Si se comparte el problema, si se comparte la información, también se comparten las soluciones”, afirma. “Pero cuidado con intentar disimular cifras”.

Aun sin el velo de la cifra negra, las cifras oficiales son suficientes para advertir la dimensión de este delito en la capital, que concentró 14.5% del total de robos en el país en el primer trimestre de este año. Es decir, de cada 100 asaltos que se denuncian en México, casi 15 ocurren aquí. Y cada día de manera más visible gracias a las 18,000 cámaras de seguridad instaladas en las calles, las que los propios transportistas colocan en sus unidades o a los videos de teléfonos celulares compartidos en redes sociales.

En las imágenes están registrados los episodios de robo a transeúntes, automovilistas, pasajeros de transporte público y choferes de camiones de carga. Los que ocurren en calles solitarias y avenidas transitadas, en casas, negocios, plazas comerciales, tiendas de autoservicio y hasta cines.

La cifra más reciente del Censo Nacional de Procuración de Justicia 2016 suma en total 50,283 capitalinos víctimas de robo en una o varias ocasiones.

Es necesario saber que, a partir de una reforma al Código Penal del Distrito Federal de 2013, el delito de robo se persigue por querrella, y no de oficio, sin importar el monto. Esto significa que el Ministerio Público sólo investigará si la víctima presenta su acusación. Aunque se esperaba que esta reforma despresurizara el sistema penitenciario, no ha ocurrido así. De los 49,431 reclusos en la Ciudad de México, que el Inegi reporta en el Censo Nacional de Gobierno, Seguridad Pública y Sistema Penitenciario Estatales 2016, más de la mitad (57.8%) están en la cárcel por robo. Pero de ellos, sólo 5,884 (11.99%) están sentenciados, mientras el resto espera de alguna resolución. Del total, además, 5,164 son primodelincuentes.

Roel advierte que para mejorar hay que ajustar tuercas en el nuevo sistema penal acusatorio. “No se trata de desacreditarlo, pero hay que revisar qué no está funcionando”, dice.

Los robos de los que pocos hablan

Sucedió por el rumbo de Cabeza de Juárez, en Iztapalapa, en el límite con el Estado de México. Una mujer joven apareció llorando y pidiendo ayuda a la gente que esperaba transporte en el paradero de autobuses. Aseguró que la habían asaltado y pedía un celular prestado para llamar a su familia. Una madre que iba con su hija de dos años le ofreció el suyo. La mujer lo tomó y comenzó a marcar. En un instante se dio vuelta y corrió hacia un auto que bajó la velocidad al pasar por el lugar. Desde el auto en marcha en el que huyó, la joven se burló de la mujer: “¡Ya te chingué por pendeja!”

Rosa no denunció el robo de su celular por “pena” y falta de tiempo. Es trabajadora del hogar y su día vale 400 pesos, casi lo mismo que le costó a su hija el teléfono que “perdí por tonta”, dice.

La Procuraduría capitalina clasifica el robo de celular como un delito de bajo impacto que, no obstante, reportó el más alto incremento porcentual en sus estadísticas, al pasar de 4,423 carpetas de averiguación a 7,140, lo que significa un incremento de 61.4%, de acuerdo con su sitio de internet.

En la categoría de bajo impacto incluye asaltos sin violencia en casas habitación, negocios y transporte público, el robo de artículos y bienes que por su valor parecen menos relevantes o por su número no son muy significativos en la estadística, como el robo de fluidos (energía eléctrica), alhajas, animales y hasta armas, entre otros.

Sin embargo, los robos de bajo impacto son la mayoría. Por estos hubo 154,753 denuncias entre marzo de 2016 y febrero de 2017, frente a 28,526 que se presentaron por los asaltos de alto impacto –como el robo de vehículos y a transeúntes, con y sin violencia–, de acuerdo con el informe de labores de la PGJ-CDMX.

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La desproporción es igual con base en la clasificación oficial de robo con y sin violencia. El SESNSP reporta que en 2016 hubo 21,483 asaltos con violencia y 60,072 sin violencia en la Ciudad de México. Esto significa que por cada delito violento hay tres no violentos.

Tanto el Código Penal Federal como el Código Penal para el Distrito Federal, reformado en 2016, consideran que la violencia puede ser física o moral, y que esta última incluye la amenaza o el amago.

Para el caso de la Ciudad de México también se considera violencia moral “el uso de juguetes u otros objetos que tengan la apariencia, forma o configuración de armas de fuego, pistolas de municiones, o que arrojen proyectiles a través de aire o gas comprimido”, según el artículo 225 de su código penal.

La PGJ CDMX reporta que en 2016 hubo un promedio diario de 412.1 robos sin violencia y 79 con violencia

Cifras en un callejón oscuro

Pero cuáles son los delitos más recurrentes, cuáles los que aumentaron en el último año y dónde se cometen. Alto Nivel tuvo que recurrir a las cifras del SNSESP y el Observatorio Ciudadano de la Ciudad de México porque la Procuraduría capitalina no respondió la solicitud de entrevista.

Con base en las cifras del SESNSP, el OCCM puso la lupa en el aumento de robos a casa habitación, negocio, y a transeúntes, y destacó la baja en los robos con violencia en general y el robo de vehículo.

De acuerdo con su Reporte anual de incidencia delictiva 2016, las carpetas de investigación por robo a casa habitación pasaron de 5,561 en 2015 a 6,285 en 2016, las de robo a negocio de 14,418 a 15,425 y las el robo a transeúnte de 17,302 a 18,885, lo que significa aumentos de 13.02%, 6.98% y 9.15%.

La PGJ-CDMX advierte que hubo un promedio diario de 17.2 asaltos a casa habitación, 42.2 a negocio y 18.8 a transeúnte.

De las 16 delegaciones sobresale la Cuauhtémoc, que en 2016 escaló al primer lugar nacional en robo a transeúnte con una 760.75 asaltos por cada 100,000 habitantes. También ocupó el segundo lugar en el país por robo a negocio, el quinto por robo de vehículo y el décimo cuarto por robo con violencia. La Benito Juárez, por su parte, destacó como la primera por robo a casa habitación.

El Reporte del Observatorio Ciudadano de la Ciudad de México, advierte además que 70% de los los capitalinos no confían en la Procuraduría capitalina y 85.7% que los Ministerios Públicos y la PGCDMX son corruptos.

En su informe anual de febrero pasado, la Procuraduría capitalina ofreció cifras que muestran un descenso en casi todos los robos de alto impacto, con excepción del robo a pasajero al interior del metro con y sin violencia, y en robo a negocio.

Roel, del Semáforo Delictivo, advierte que a nadie ayuda disimular la realidad. “Cuidado con la complacencia y el autoelogio”, dice.

“No ayuda en nada y no vemos un cambio en esta actitud en la Ciudad de México”.

Por lo pronto, tenga cuidado.

autor Periodista "todoterreno", chilanga, descubrió la CDMX como reportera de temas urbanos
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