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El arma fiscal de México para proteger sus remesas de Trump

13-02-2017, 6:30:08 AM Por:

El gobierno del presidente estadounidense contempla un gravamen a los envíos de dinero hacia México como una opción para que el país pague por el muro. Pero no todo está perdido. Hay mecanismos para responder si esta medida se aprueba.

Donald Trump no ha vuelto a mencionar el tema ahora que es presidente, pero durante su campaña dijo que podía confiscar o poner un impuesto a las remesas que envían los mexicanos desde Estados Unidos. Pero la amenaza sigue latente.

El pasado 7 de febrero, el congresista republicano Mike Rogers dijo que propondrá una inciativa para aplicar un impuesto de 2.0 por ciento a los envíos de Estados Unidos a México.

¿Qué puede hacer México al respecto? Si Trump toca los ingresos de las familias mexicanas, el gobierno puede responder quitando los beneficios fiscales que tienen las empresas estadounideses que operan en territorio nacional.

Una compañía estadounidense que obtiene regalías en México tendría que pagar 35 por ciento de impuesto, pero por un convenio fiscal, sólo paga el 10 por ciento.

“Si llegamos a tener un perjuicio, podemos usar ese elemento de negociación”, dice Jaime Rojas, especialista fiscal.

Confiscar 1,000 mdd al año

El congresista Rogers, republicano por el estado de Alabama, señaló que el impuesto a las remesas sería “uno de los métodos” para financiar el muro propuesto por el presidente Donald Trump, cuyo costo es estimado por el liderazgo republicano entre 12,000 millones y 15,000 millones de dólares, aunque un informe del Departamento de Seguridad señaló que los gastos se pueden disparar hasta 21,600 millones.

“Intento presentar una legislación, la Ley de Financiamiento Fronterizo 2017 (Border Funding Act of 2017) que pondría un impuesto de 2.0 por ciento a esas remesas como Western Union y Moneygram. Eso generaría cerca de 1,000 millones de dólares al año”, dijo en una audiencia legislativa.

Jaime Rojas, socio director de Skatt International, advierte que poner un impuesto a las remesas sería gravar dos veces el dinero de los connacionales en el vecino del norte. “Estos migrantes trabajaron en Estados Unidos, que recibe un impuesto que los trabajadores migrantes generaron con sueldos y salarios”, explica.

Por ello, considera que México puede responder cambiando el marco fiscal entre ambos países si se aprueba un gravamen a los envíos de dinero.

El ‘arma fiscal’

México tiene convenios fiscales con Estados Unidos para evitar la doble tributación en los dividendos, intereses y regalías de empresas estadounidenses que operan en territorio mexicano.

Por ejemplo, Starbucks recibe regalías generadas en México. Gracias al acuerdo fiscal, paga sólo 10 por ciento de esas regalías; de lo contrario, tendría que pagar 35 por ciento.

“Si quisiéramos hacer un cómputo de la recaudación que dejamos de tener, sería muy útil porque en un ángulo de negociación, si el TLCAN se modifica o cancela, también tendríamos derecho de cancelar ese convenio fiscal. Las empresas pagarían más impuestos”, dice Jaime Rojas.

Algunas personas alertan sobre el efecto que pudieran tener las represalias que tomarán el gobierno y los mexicanos contra las medidas de Trump y su gobierno, sobre todo en los empleos que generan en México.

Las compañías estadounidenses emplean a 1.29 millones de personas en México, de acuerdo con el Buró de Análisis Económico del Departamento de Comercio de EU, con datos de 2014.

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Las empresas estadounidenses se han vuelto empleadores cada vez más relevantes. De 2009 a 2014, el número de trabajos creció 33.2 por ciento.

Jaime Rojas asegura que romper el convenio fiscal no afectaría la operación de estas empresas en el país. Al contrario, si pagan más impuestos en México, quien recibiría menos recaudación sería Estados Unidos, lo que pondría presión sobre sus finanzas.

Más ingresos por remesas

Las remesas se vuelven una fuente cada vez más importante de ingresos de divisas al país y un sostén económico para las familias que las reciben.

Durante todo 2016, el envío de remesas de Estados Unidos a México fue de 26,970 millones de dólares (mdd), la cifra más alta de la que se tenga registro.

En diciembre, los envíos de dinero sumaron 2,336 mdd, que aunque sólo fueron 6.2 por ciento más que en el mismo mes de 2015, con un tipo de cambio promedio de 20.54 pesos por dólar, las familias recibieron 48,000 millones de pesos (mdp), 28.2 por ciento más que el año anterior, según un análisis de Scotiabank.

En el último mes de 2016, se totalizaron 8.1 millones de envíos con un monto promedio de 290.2 dólares cada uno.

Tanto los migrantes como las empresas estadounidenses se han beneficiado de los negocios en ambos países. Los primeros envían ingresos a sus familias y los segundos ganaron competitividad y rentabilidad con México. Si México se viera afectado por las decisiones de Trump y su gobierno, el país tiene una última carta que jugar.

 

autor Periodista. Finanzas públicas, energía, negocios, innovación y las historias que contienen.
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