Los problemas que tendrá que driblar Cuauhtémoc Blanco

“Me los chingué”, expresó el príncipe cuando se enteró de que había ganado las elecciones. Cuauhtémoc Blanco, el futbolista que apenas puede hablar con fluidez en público, que no tiene estudios superiores y que dedicó su vida a ser uno de los máximos goleadores del futbol mexicano, será el presidente municipal de Cuernavaca, Morelos a partir del 1° de noviembre y hasta 2018.

Junto con El Bronco en Nuevo León, este examericanista que todavía jugó con el Puebla en el 2015, a sus 42 años, es un símbolo del hartazgo de los electores con los partidos tradicionales. Es una clara expresión del fracaso que sucesivos gobiernos estatales han tenido en materia de seguridad y desarrollo en el estado de Morelos.

Nadie quiere pensar, en absoluto, que en este resultado hayan jugado la ignorancia y la admiración deportiva.

Violencia

Sin embargo, por más buenas intenciones que tenga, “el Cuau” gobernará un municipio con más de 365,000 habitantes, mismo que fue nombrado como el más violento del país en 2014 por el Consejo Ciudadano por la Seguridad Pública y la Justicia Penal. La organización comparó el número de averiguaciones previas por delitos como homicidio doloso, secuestro, violación, lesiones dolosas, robo con violencia y extorsión entre los 223 municipios con más de 100,000 habitantes en el país. El índice de Cuernavaca fue de 62.19, por encima de Acapulco y Chilpancingo, en Guerrero. Sus números triplican el índice nacional.

También, el nuevo reto del Cuau es el primer lugar nacional en robo con violencia, con 1,144.12 casos por cada 100,000 habitantes, siete veces la tasa nacional. Cuernavaca es la capital del estado más violento del país (en proporción a sus habitantes, claro), que tiene dos de los 20 municipios con más casos de extorsión a nivel nacional. Fue la segunda ciudad con más denuncias por secuestro entre en enero y abril de 2014, según el Observatorio Ciudadano. De aquí salió el “Mochaorejas“.

El municipio que gobernará tiene que coordinarse con otros cinco, que configuran la zona conurbada de la ciudad: Temixco, Huitzilac, Jiutepec, Xochitepec y Emiliano Zapata, para un total de 857,000 habitantes. En Jiutepec se encuentra el poderío industrial de la ciudad, en Temixco, el aeropuerto. En conjunto, componen la 33ª ciudad de 77 que mide el Índice de Competitividad Urbana 2012 del Instituto Mexicano de la Competitividad.

La deuda 

El municipio de Cuernavaca tiene una deuda de largo plazo por 678 millones de pesos, luego de la desastrosa administración del priísta Manuel Martínez Garrigós de 2009 a 2012. El desorden fue tal que la entidad cayó en 2013 en suspensión de pagos, y sólo un proceso de renegociación de su deuda logró que la calificadora Standard & Poor’s le devolviera una calificación de mxBB, que ratificó con perspectiva estable en mayo pasado.

El municipio cuenta con una buena captación de ingresos fiscales en opinión de la calificadora, pero su liquidez se estima como débil, debido entre otras cosas a la carencia de mecanismos institucionales de control de gasto, que resultan poco predecibles. Es decir, la buena administración (en términos financieros) de Jorge Morales Barud, el actual presidente municipal también priísta, depende de su voluntad, más que de algún contrapeso. La calificadora estima que el gasto de inversión anual del municipio asciende a 250 millones de pesos y no prevé una mejora sustancial de aquí a 2017.

Pobreza extrema

En Cuernavaca, unos 30,000 hogares (24% del total) están encabezados por una mujer, según datos de la Sedesol a 2010. Su promedio de educación entre la población mayor a 15 años es de 10.6 años, superior al resto del estado. Un total de 110,500 personas vivían en situación de pobreza, de los cuales 9,500 vivían en pobreza extrema. Unas 63,000 de los 365,000 habitantes tuvieron problemas por rezago educativo y más de 126,000 no tenían acceso a servicios de salud en 2010. Nada menos que 217,000 personas no tenían acceso a la seguridad social y más de 34,000 habitaban viviendas de mala calidad, con materiales y espacio insuficiente. Más de 76,000 tenía carencias por acceso a la alimentación, según Sedesol.

Narcotráfico

Cuernavaca está en el camino de las rutas del narcotráfico y es presa de la venta al menudeo. Como la comunicación es poca, no se sabe hasta qué punto los Guerreros Unidos, que dominaban la cercana Iguala, estén asentados en este territorio. En esta ciudad, por cierto, cayó el capo Arturo Beltrán Leyva en 2009, cuya ausencia desató la guerra entre bandas.

Los años que siguieron a esta ejecución fueron de zozobra y miedo para la pequeña sociedad de Cuernavaca, muchas de cuyas familias adineradas salieron huyendo. En 2011 fue escenario de otra gran tragedia, cuando el hijo de Javier Sicilia fue asesinado junto con sus amigos, desatando un gran movimiento de protesta a nivel nacional.

El propio Sicilia espera muy poco del Cuau, a quien llamó ignorante y violento recientemente.

Narcotráfico, crimen organizado, pobreza, desigualdad y deudas son las cosas que el Cuau va a tener que “chingarse” en los próximos años, en conjunto con el gobernador perredista Graco Ramírez y mucha ayuda de las fuerzas de seguridad federales. Más allá de todo, hay que desearle lo mejor, esperando de todo corazón que las buenas intenciones y la astucia del futbolista puedan hacer más que los llamados políticos profesionales para sacar de su crisis particular a este municipio, uno de tantos.

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Jorge A. Monjarás Periodista