La Suprema Corte cierra la puerta a la consulta popular
La Ley Federal de Consulta Popular se ve inservible con los criterios de la Corte que parece acabar con las ilusiones de tener una consulta importante en 2015.
A juzgar por los primeros tres fallos de la Suprema Corte de Justicia sobre propuestas de consultas populares ciudadanas, el criterio que el Poder Judicial ha escogido mantener es riguroso en extremo, mismo que pondría en duda la posibilidad de efectuar casi cualquier consulta. La Ley Federal de Consulta Popular resultará inservible.
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Según la ley, publicada el 14 de marzo de 2014, las propuestas de consulta deben ser de trascendencia nacional, requisito que sin duda cumplían las cinco propuestas que se postularon en septiembre pasado: la relacionada con el aumento del salario mínimo, del PAN; las dos relacionadas con la reforma energética, cortesía del PRD y de Morena; la que preguntaba sobre la eliminación de los diputados y senadores plurinominales, proveniente del PRI y la que se refería a recortar a la mitad los sueldos de los políticos, promovida por el grupo parlamentario del PAN.
¿Sirve de algo la Ley Federal de Consulta Popular así como quedó escrita?
En cuanto a la validez de los proponentes, el Instituto Nacional Electoral certificó la autenticidad del mínimo de cerca de 1.6 millones de firmas que cada propuesta de origen ciudadano debía comprobar. Hay que decir que los partidos políticos (verdaderos promotores de las consultas ciudadanas) buscaron superar en mucho este número. PRD y Morena reunieron más de 2 millones de firmas, el PAN casi llegó a este número, mientras que el PRI ostentó 6 millones.
Comprobar la validez de estos documentos consumió tiempo y dinero, unos 30 millones de pesos, por cierto.
Sin embargo, la Suprema Corte parece acabar con las ilusiones de los aspirantes a tener una consulta popular importante en 2015. Apoyándose en el artículo 11 de la Ley Federal de Consulta Popular, el órgano determinó que hablar de los salarios mínimos y de la reforma energética tendría que ver directamente con los ingresos y egresos del Estado. Rechazó por tanto la constitucionalidad de estas preguntas. La pregunta sobre los sueldos de los políticos no pasó del Congreso.
Al cierre quedaba en pie sólo la consulta sobre eliminar o no a los plurinominales del Congreso. Con el rigor hasta ahora mostrado, este tema también tendría que desecharse, por influir en los egresos del Estado en forma de presupuesto.
La vía quedó cerrada, parece.
¿Qué tema de trascendencia nacional no tiene que ver con el presupuesto del gobierno federal, al fin y al cabo?
