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Atención empresas, el recreo está por terminar

06-10-2014, 9:27:37 AM Por:
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La deuda externa del sector privado presenta un ritmo elevado de incremento, pero suena la campaña de que más vale volver a la cautela en los próximos meses.

El ritmo de incremento en la deuda externa del sector privado no es sorpresa. Lleva un año reportándose y es producto, en gran parte, de la dramática baja en las tasas de interés de referencia que han experimentado los países desarrollados.

Recordemos que, desesperados por arrancar sus economías, la FED y el Banco Central Europeo han agotado las estrategias monetarias que tienen a la mano e, incluso, han inventado algunas medidas muy poco ortodoxas, como el QE3.

La tasa de referencia en Estados Unidos es de 0.25% desde 2008, mientras que en la zona euro es de tan sólo 0.05% desde septiembre pasado.

De hecho, los mercados financieros han jugado los últimos meses a adivinar cuándo es que la zona euro cederá a la tentación de poner en marcha un plan de expansión cuantitativa, que consiste básicamente en imprimir dinero para comprar deuda pública.

Justo en el momento en que la FED inicia un doloroso proceso de “normalización” que ha llevado volatilidad a los mercados, incluso al mexicano, al presionar el tipo de cambio hasta niveles de 13.40 pesos por dólar.

Con estas tasas, no es de extrañar que los corporativos mexicanos hayan acudido a financiarse en masa al exterior, llevando el nivel de endeudamiento externo del sector privado a 119,000 millones de dólares (mdd) a junio pasado.

El crecimiento impacta si se le compara con los 58,000 mdd que sumaban en diciembre de 2006, si bien la carrera se aceleró desde enero de 2012, cuando se rondaban los 82,000 mdd.

La preocupación radica, por supuesto, en que la normalización traerá primero presiones cambiarias, para luego llegar a un alza en las tasas de interés en algún momento de 2015, quizá en el primer trimestre. Ciertamente, el ritmo de endeudamiento es muy superior al del incremento en las exportaciones mexicanas.

Sin embargo, el monto no debiera ser motivo de alarma, si se aprecia que el gran crecimiento se ha dado en bonos y pagarés a largo plazo, que suman 88,332.1 mdd a junio pasado. La deuda de corto plazo se ha comportado de forma más estable.

Esto nos llevaría a pensar que buena parte de esta gran deuda corresponde a corporativos mexicanos que han aprovechado oportunidades y pueden manejar sus compromisos.

Por ejemplo, Cemex ha aprovechado estos tiempos para refinanciar su fuerte deuda y mejorar sus finanzas en los últimos años, algo que ha mejorado sus expectativas. Este gigante tiene una deuda de cerca de 17,000 mdd en total. Otro gigante, Alfa, supera los 4,000 mdd.

Dicho lo cual, hay que tomar en cuenta el mensaje que el Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero emitió el pasado 30 de septiembre, tras su 17ª sesión ordinaria. El mensaje dice así: “… diversos indicadores sugieren que las vulnerabilidades del sistema financiero global continúan aumentando debido a que el entorno de bajas tasas de interés sigue propiciando una subvaloración de los riesgos en los mercados financieros internacionales.

Por lo anterior, los miembros del Consejo reiteraron su llamado a los diferentes participantes en los mercados financieros a evaluar con cuidado el impacto que podrían tener cambios imprevistos en el entorno financiero internacional como resultado del proceso de normalización de la política monetaria estadounidense.”

En resumen, están sonando la campana para advertir que el recreo está por terminar, y que más vale volver a la cautela en los próximos meses. Sin embargo, la fuerte presión que está generando la reforma energética podría alentar un mayor endeudamiento, para no perder el tren de los contratos en gas, electricidad o petróleo. Veremos qué fuerzas ganan en los próximos meses.

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autor Periodista
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