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Buenas ideas

Ingreso Básico Universal de Anaya: una buena idea

27-02-2018, 8:28:57 AM Por:

Una buena idea puede convertirse en mala idea si no se específica cómo sería su aplicación. Este es el caso del Ingreso Básico Universal de Anaya, que es visto con buenos ojos por varios países y organizaciones ciudadanas, pero que el candidato del PAN no ha aclarado del todo.

Nota del Editor: En Alto Nivel evaluamos las propuestas de los candidatos a la Presidencia de México con miras a determinar cuáles son las mejores ideas que puedan convertirse en políticas públicas. Este análisis se hará con las principales propuestas de TODOS los candidatos y los calificaremos como Buena idea, Mala idea o Idea insuficiente, de acuerdo a la evaluación de expertos en la materia. Ricardo Anaya, el candidato presidencial de la coalición ‘Por México al Frente’ del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, ha hecho la propuesta del Ingreso Básico Universal (IBU). La idea no es nueva y ha sido defendida desde hace siglos por filósofos como John Stuart Mill o Thomas Paine. El IBU es una cantidad de dinero pagada mensualmente y garantizada por el Estado a todos los ciudadanos, en este caso, por el simple hecho de ser mexicanos. Anaya dice que el Ingreso Básico Universal reduce la pobreza y erradicaría la pobreza extrema. Además de que disminuye la brecha de desigualdad y elimina la trampa de la pobreza. “Los beneficiarios de los programas sociales saben que si dejan de ser pobres, dejarán de recibir los apoyos y eso ha tenido consecuencias nefastas”, dice el candidato en un video en el que explica su principal propuesta. Los especialistas consultados coincidieron en que la propuesta aún no es del todo clara, respecto a si busca eliminar los programas sociales para evitar los costos administrativos y clientelismo político, ni cómo se financiará. Al cierre del 2016, 53.4 millones de personas en México eran pobres y 9.4 millones vivían en pobreza extrema, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Mientras que el 30% de los hogares con mayores ingresos concentra el 63.3% de los ingresos corrientes totales. El coeficiente de Gini en tanto, que mide la inequidad de los ingresos, es de 0.448 -entre más cerca de uno, mayor la concentración de ingresos-, según el INEGI.

¿Qué tan buena o mala es la idea?

La idea del Ingreso Básico Universal cobró fuerza hace un par de años cuando algunos países como Finlandia, Holanda e India, implementaron pilotos de prueba. Asimismo, en el 2017, empresarios como Mark Zuckerberg o Elon Musk apoyaron esta idea. Aunque aún no hay evidencia de los efectos que tendría de implementarse como una política pública. Philippe Van Parijs, profesor de economía y ética social de la Universidad de Lovainia y Yannick Vanderborght, profesor de ciencia política de la Universidad de San Luis, Bruselas, publicaron el libro ‘Ingreso Básico. Una propuesta radical para una sociedad libre y una economía sana’, en el que argumentan que, la idea puede parecer una locura, pero es la más realista para abordar la inseguridad económica y la exclusión social en el siglo XXI. “Es una forma en la que el Estado busca darle un piso básico a toda la población, darles un ingreso para que puedan tener un mínimo de bienestar (…). La idea es reducir la desigualdad, empoderar a la ciudadanía”, comentó Ricardo Cantú, director de investigación del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP). No obstante, la propuesta de Anaya aún no es clara, en cuanto a si busca eliminar los programas sociales o complementarlos con el IBU. En su video, indica que, al ser universal, se eliminan costos burocráticos, ya que en lugar de pagarle a los que seleccionan a los beneficiarios, a los que administran los programas sociales, el dinero se le daría directamente a la gente. “Hay un falso debate con el que hay que tener cuidado, no se trata de un Ingreso Básico Universal que sustituya o elimine a la política social o programas sociales”, dijo Héctor Rubio, responsable de incidencia de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza. Agregó que, lo que requiere el país es una política social que garantice derechos y le dé a las personas servicios de calidad. La organización Oxfam hizo, a inicios de este año, una propuesta de un IBU para todos los ciudadanos mayores de 15 años. “Nuestra propuesta es que no desaparezcan todos los programas sociales porque hay políticas que deben permanecer, como la educación pública o la salud. Lo que sí creemos es que muchas de las transferencias monetarias como Prospera o programas locales deberían consolidarse alrededor de este ingreso”, comentó Diego Vázquez, gerente de investigación de Oxfam México. “Lo que planteamos es realizar una prueba piloto para saber en qué variables tiene efecto esta política, para saber exactamente qué programas se necesita remover o consolidar”, dijo el investigador. El Coneval ha identificado 5,491 programas y acciones de desarrollo social, de los cuales un gran número de forma individual cumple con sus objetivos y atienden a sus beneficiarios, pero en una perspectiva de integralidad respecto al objetivo de desarrollo social, se contraponen con otros programas, no se complementan o dejan vacíos.

¿Cómo financiar el Ingreso Básico Universal?

El candidato del Frente no ha explicado cómo puede financiarse esta propuesta, en un escenario en el que México presenta algunas presiones de finanzas públicas y bajo crecimiento económico. Anaya solo ha señalado que, en el 2015 el gobierno recibió 242,000 millones de pesos (mdp) extras a lo previsto en la Ley de Ingresos y en el 2016 el adicional fue de 686,000 mdp. “La idea es buena siempre y cuando se entiendan que son las dos cosas. No podemos hablar de IBU si eso significa eliminar la política social (…) Y de una propuesta responsable en términos de finanzas públicas. Pensar en propuestas universales que cierren las brechas de pobreza y desigualdad es hacia donde tendría que ir la discusión de las propuestas electorales”, dijo Rubio. El Roosevelt Institute, socio sin fines de lucro de la Biblioteca y Museo Presidencial Franklin D. Roosevelt en Hyde Park, Nueva York, publicó un estudio en el que examina tres versiones de trasferencias monetarias en Estados Unidos: de 1,000 dólares por mes a los adultos, 500 dólares y 250 dólares para niños. Las tres opciones de ingreso harían crecer la economía. Bajo el escenario de gasto más bajo, el PIB aumentaría 0.79% bajo el pronóstico base después de ocho años. Con el programa de efectivo más alto para todos los adultos, la economía crecería 12.56% sobre la línea base después de ocho años. Después de ese lapso, los efectos estimulantes del programa se disipan y el crecimiento del PIB vuelve a la previsión de referencia, pero el nivel de producción permanece permanentemente más alto. “Con la situación presupuestal sí es un reto proponer algo así porque el espacio fiscal está reducido, entonces todavía depende mucho de cuánto dinero quieras dar a los individuos. Aún no tiene un fundamento tan claro para poder determinar cuál sería el efecto positivo o negativo en la desigualdad”, dijo Cantú. También puedes leer: El Registro Nacional de Necesidades de Meade: una idea insuficiente Los precios de garantía en el campo que propone AMLO: Mala idea

autor Economista-Reportera, escribo sobre política fiscal y monetaria
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