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Economía

De 18 a 27 pesos por dólar: Tres escenarios para la moneda mexicana

11-04-2018, 3:49:36 PM Por:
Peso mexicano

Hasta ahora, la incertidumbre sobre el futuro del TLCAN ha generado una fluctuación del peso sin movimientos bruscos; sin embargo, en el ambiente financiero ronda un escenario catastrofista.

Por María Elena Zúñiga

Analistas internacionales estimaban que la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) quedaría cerrada en marzo, máximo en abril, pero su culminación se ve lejana tras la aparición de nuevos eventos colaterales, como las elecciones presidenciales en México y las elecciones legislativas en Estados Unidos. Se estima que el precio del dólar con respecto al peso mexicano mantendrá su volatilidad, pero no excedará los 20 pesos.

A nivel doméstico, a menos que haya un evento muy negativo, durante o después de la contienda electoral, que atemorice a los inversionistas, o que el nuevo presidente anuncie alguna medida antimercado, el valor del dólar podría dispararse y debilitar la moneda nacional.

Hasta ahora, la incertidumbre sobre el futuro del TLCAN ha generado una fluctuación del peso sin movimientos bruscos, mientras que la exposición cambiaria de los bancos mexicanos es manejable (luego de la fuerte depreciación del peso en 2016), según Standard & Poors (S&P) Global Ratings.

De acuerdo con la firma, “los bancos se han vuelto más cautelosos en el otorgamiento de créditos en dólares”. Sin embargo, en el ambiente financiero ronda un escenario catastrofista derivado de la posible salida de Estados Unidos del TLCAN, que pondría al peso mexicano sobre las cuerdas y llevaría al dólar a ubicarse hasta en los 27 pesos.

Leer: El dólar a 27 pesos y la inflación a 7%, si termina el TLCAN

Jaime Reusche, analista soberano de Moody’s para México, explica que sigue presente la amenaza de Estados Unidos de abandonar el pacto comercial, aunque lo ve como la hipótesis menos posible. Según el analista, la renegociación podría concluir a finales de este año o incluso extenderse hasta 2019, ya que el Congreso estadounidense ha dado señales de ampliar el permiso que otorga al presidente, para revisar los acuerdos comerciales que su país tiene con otras naciones. La opinión del analista se basa en que el gobierno de Estados Unidos no ha informado a los legisladores la terminación de esta autorización 90 días antes de la fecha fatal, misma que vence el 1 de julio de este año; incluso dicho permiso podría ampliarse hacia el 2020 o 2021.

Esta decisión amplía el margen para las renegociaciones del TLCAN y abre la posibilidad de llegar a un desenlace los últimos meses del 2018 o aterrizarlo el siguiente año, según Reusche.

Hasta ahora, las delegaciones de los tres países han cerrado capítulos importantes, como los relacionados con prácticas regulatorias, transparencia y medidas sanitarias y fitosanitarias, pero todavía persisten renglones con fuerte controversia, como las reglas de origen del sector automotriz.

Tres escenarios para el TLCAN

Tras el fallido intento de aterrizar acuerdos en los primeros meses de este año, existen tres escenarios para Moody’s. El primero (que se convertiría en el escenario base) es que las negociaciones del NAFTA 2.0, como lo propone Trump, se extiendan. En ese caso, el peso no tendría variación significativa, porque estaría entre 18 y 19 pesos (20 pesos por dólar como máximo, regresando los siguientes dos años a su nivel actual). Esto sería bueno para el statu quo de la economía mexicana, porque mantendría su pronóstico de crecimiento del 2%, dice Reusche.

El segundo escenario es que Estados Unidos abandone el TLCAN y opte por firmar acuerdos bilaterales con México y Canadá, basados en las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC). El tercer escenario prevé que Estados Unidos y México no lleguen a un acuerdo y, además, que cada una de las partes imponga aranceles punitivos, lo cual tendría consecuencias negativas para la economía mexicana, tales como una recesión.

El segundo escenario tendría un efecto negativo sobre las variables de tipo de cambio y activos financieros a corto plazo, pero el tercer modelo sumaría esos elementos más una afectación en el crecimiento, inflación, tasas de interés y otros indicadores macroeconómicos.

De acuerdo con Moody’s, si el segundo escenario se presenta durante este año, el peso se debilitaría y llegaría a un rango entre 23 y 26 pesos por dólar. En el 2019 alcanzaría una moderación para fijarse entre los 21 o 22 pesos.

Si el tercer escenario ocurriera durante 2018, la paridad del dólar llegaría a los 27 pesos, pero retomaría el nivel de 24 pesos por dólar en 2019.

En este terreno de probabilidades, la noticia menos mala es la baja posibilidad de que los dos últimos escenarios se presenten.

S&P Global Ratings estima que, de no acordarse la continuidad del tratado, la confianza de los inversionistas nacionales y extranjeros disminuiría y llevaría a un decremento del PIB en los años siguientes. A corto plazo, los flujos comerciales podrían mantenerse razonablemente estables y, ante el probable deterioro de la confianza de los inversionistas, el gobierno mexicano tomaría medidas para impulsar la inversión privada y mantener el crecimiento interno.

Para esta firma neoyorquina, la anulación del TLCAN debilitaría el peso y aumentaría la inflación, además de que elevaría las tasas de interés. No obstante, al depreciarse la moneda nacional, las exportaciones netas tenderían a aumentar y compensar parcialmente el efecto negativo sobre el PIB.

¿Y si el TLCAN termina?

S&P opina que la terminación del tratado, cuyo comercio aumentó de 290,000 millones de dólares en 1993 a 1.2 billones en 2016, no tendría un efecto positivo para México, pero las normas de la OMC y otros acuerdos comerciales existentes anticipan que no necesariamente habrá un cambio negativo sustancial en la calificación crediticia de México y las empresas mexicanas. Muchos factores podrían mitigar los impactos adversos, como la integración operativa de varias industrias entre ambos países; un tipo de cambio flexible en México que puede ser ajustado para compensar la imposición de aranceles más altos por parte de Estados Unidos y la capacidad de México para fomentar el comercio con otros países.

S&P sostiene que el principal impacto sobre la economía mexicana, en caso de terminar el TLCAN, sería la disminución de las inversiones, pero la debilidad del tipo de cambio suavizaría el golpe con el aumento de las exportaciones que gozarían de las cuotas de nación más favorecida. Bajo ese marco, el crecimiento real del PIB anual promediaría 1.8% durante próximos tres años, en comparación con el 2.4% del escenario base para 2018-2020.

A pesar de la ríspida renegociación, que comenzará con su octava ronda, lo más probable es que el desenlace exitoso, por la importancia que representa para los sectores productivos de los tres países. Además, las cadenas de producción transfronterizas no cambiarán de la noche a la mañana, sino gradualmente. Solo la inversión reduciría la dependencia de esa integración industrial, lo cual a largo plazo tendría un impacto negativo en el PIB de México.

Dado que las negociaciones seguirán en los próximos meses, se espera un estado de volatilidad en el tipo de cambio y un estado de ansiedad de parte de los inversionistas.

autor Equipo de jóvenes periodistas cuyo objetivo es explicar las noticias más relevantes de negocios, economía y finanzas. Nos apasiona contar historias y creemos en el periodismo ciudadano y de servicio.
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