Remesas rompen récord de nuevo… pero no es para celebrar
Varios celebran otro récord en remesas, pero también debemos reflexionar. El total de dólares que Michoacán recibió supera sus participaciones federales.
El año pasado las remesas de dinero que mandaron los trabajadores mexicanos que trabajan en el extranjero, preponderantemente en Estados Unidos, marcaron una cifra histórica de 36 mil 48 millones de dólares, igual a un incremento de 2,371.4 millones, o bien 7.04 por ciento arriba de la cifra final reportada en 2018.
Muchos lo celebrarán, y como todo, depende cómo se quiera ver el vaso: medio lleno o medio vacío. Sin lugar a dudas en los estados más “remeseros” están de plácemes y hay un sólo motivo, estos recursos enviados por los paisanos les permiten “sobrevivir”, sin ellos, sobra decir la situación delicada en la que se encontrarían.
Así, a la celebración de muchos por el nivel de reservas históricas, tenemos que añadir un poco de mesura; los recursos son de verdad vitales para esas economías regionales y ojalá duren para siempre, o al menos hasta que México sea un país de primer mundo, lo que suceda primero.
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En todo este contexto, es de llamar la atención que los estados más “remeseros”, o los que más remesas reciben, se ubican entre la zona central y el sureste del país, precisamente donde la desigualdad ha sido el signo característico por décadas, prueba irrefutable de que los millones de mexicanos que viven y trabajan en otras partes del mundo (sobre todo en Estados Unidos), no lo hacen por gusto, sino porque han tenido que emigrar en busca de las oportunidades laborales que aquí se les negaron.
El monto tan elevado de remesas debe alegrar a las millones de familias que dependen de esos flujos, pero al mismo tiempo abrir espacios a la reflexión en otros ámbitos de responsabilidad pública sobre lo mal que hemos funcionado como país, al grado de que millones de compatriotas ganan y producen en otras naciones lo que aquí se les negó.
Con base en lo anterior, a continuación, exponemos a usted amable lector las cifras relacionadas con las remesas que reciben las entidades más beneficiadas, y el presupuesto que les convidó la federación el año pasado; en varios casos, ¿qué dato cree usted que sea mayor?, o ¿qué tan importante es este recurso?
Le invitamos a descubrirlo.
Los estados más “remeseros”
De acuerdo con los datos del Banco de México (Banxico), 12 entidades del país son las que reciben el mayor flujo de recursos de los trabajadores nacionales que laboran en el extranjero, es decir, son aquellos estados que reciben más de mil millones de dólares cada año. Juntas, el año pasado estas entidades recibieron 24 mil 478.4 millones de dólares, lo que representa nada más y nada menos que el 67.9 por ciento del total de remesas recibidas por el país.
Estos estados son los siguientes: Chihuahua con 1,122.4 millones de dólares; Ciudad de México con 1,705.2 millones; Estado de México 2,032.8 millones; Guanajuato 3,286.4 millones; Guerrero con 1,737.8 millones; Jalisco 3,499.1 millones; Michoacán, de hecho el estado que más remesas recibe en el país, con 3,584.4 millones de dólares, Oaxaca 1,803.9 millones, Puebla 1,763.0 millones, San Luis Potosí 1,331.1 millones, Veracruz 1,495.4 millones y Zacatecas con 1,116.9 millones de dólares.
Como señalamos, estos estados del país se ubican entre la
zona centro y sureste, lo que significa que estas regiones son las más
beneficiadas con las remesas de nuestros paisanos, el año pasado casi recibieron las entidades mencionadas 25 mil millones
de dólares, como también lo señalamos líneas arriba.
Así están las remesas estatales versus presupuesto federal
Tomemos un caso, el de la entidad que más remesas recibió en 2019, como señalamos ese estado fue Michoacán con un total de 3 mil 584.4 millones de dólares. Si convertimos esta cifra a pesos, al tipo de cambio promedio de 20 pesos por dólar registrado el año pasado, tenemos que el estado recibió algo así como 71 mil 688 millones de pesos en ingresos extraordinarios provenientes de las remesas de miles o quizás millones de michoacanos que no encontraron una oportunidad laboral en su estado ni en su país y tuvieron que emigrar.
Esta cifra, la de las remesas en dólares convertida a pesos, es superior en 8 mil 207 millones de pesos al presupuesto federal total que recibió Michoacán el año pasado, que fue de 63 mil 481 millones. En otras palabras, lo que mandan los michoacanos que trabajan en el exterior en remesas a su estado superó lo que recibió la entidad por parte de la federación en 2019, así de vital e importante es este flujo de recursos para Michoacán y para el país en general.
En el caso de Guanajuato, por ejemplo, las remesas recibidas tuvieron un equivalente en pesos de 65 mil 728 millones de pesos, cifra que representa el 91.71 por ciento de la participación estatal en el presupuesto federal también para 2019.
Para el año pasado sucedió algo “curioso”, algunos estados tuvieron un incremento notable en sus presupuestos, quizás por factores políticos. De cualquier manera, el monto de remesas y su equivalente en pesos no deja de ser una cifra importante que añade al debate sobre la relevancia de este indicador.
Veracruz recibió el año pasado un total de 1,495.4 millones de dólares en remesas, equivalente a 29 mil 908 millones de pesos; el dato anterior representa 27.43 por ciento de los 109 mil millones de pesos que recibió de la federación en 2019; es decir, las familias veracruzanas recibieron el equivalente a más de la cuarta parte de la participación presupuestaria federal en el estado.
Las cifras de remesas deben hacernos reflexionar qué país queremos: un país con empleos y oportunidades para la gran mayoría de sus ciudadanos, o un país “remesero”. Por el momento lleva ventaja la segunda opción si a los millones de paisanos que trabajan allende nuestras fronteras les añadimos los millones que viven en y de la informalidad.
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