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Economía

¿Qué es lo que más temen los inversionistas de la próxima recesión?

17-03-2020, 6:00:11 AM Por:
© Reuters

Después de estos días negros para los mercados, los inversionistas temen dos eventos que ni los bancos centrales pueden evitar.

Apenas el domingo anterior, la mayoría de los bancos centrales de las naciones industrializadas accionaron sus mecanismos de emergencia contra la crisis global provocada por el COVID-19, en una acción concertada cuyo antecedente más inmediato tenía más de una década, realizaron acciones conjuntas encaminadas a disipar los riesgos en los mercados financieros, reducir la volatilidad extrema y generar confianza en los inversionistas, que ya ven una recesión, aunque se desconoce cuánto durará.

Las dos acciones más llamativas y de supuesta mayor relevancia fueron realizadas por el Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) al decretar una reducción de 100 puntos básicos en la tasa de fondos federales, para llevarla a un margen que incluye el cero absoluto, más la inyección de 700 mil millones de dólares, un mundo de dinero que para dimensionar podemos señalar que equivale a un poco menos de la mitad del valor de la economía mexicana.

Bolsa de valores, recesión
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Esas medidas: la acción conjunta de los bancos centrales de las naciones más industrializadas, que incluye una auténtica “montaña” de liquidez a disposición de los circuitos financieros globales, tendría en apariencia la virtud de regresar la confianza a los inversionistas del mundo entero, calmar a los mercados. Pero, ayer lunes 16 de marzo, la respuesta de los mercados fue inédita y contraria a lo que se esperaba:

En la bolsa de Nueva York se registró otro colapso, el Dow Jones tuvo un desplome de 12.93 por ciento, el Nasdaq 12.32 por ciento y el índice más amplio del mercado, el S&P500 tuvo un derrumbe de 11.98 por ciento, se trata de la tercera peor jornada de la historia: la primera fue la del crash de 1929, la segunda la del desplome de 1987 y ahora esta, que ya ha superado a la caída generada por el colapso de Lehman Brothers.

Bolsa de valores, recesión
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Por no hablar de cómo se han hundido todas las bolsas de valores en Asia y Europa, o de cómo el precio del barril de petróleo sigue su camino al abismo, desplomándose este lunes más de 3 por ciento para romper el piso de 30 dólares por barril en la modalidad WTI.

¿Qué pasa?, ¿qué descuentan los mercados?, ¿por qué no le creen a los bancos centrales? Por supuesto que tener las repuestas certeras sería imposible en estos momentos, estamos frente a algo desconocido, no visto por las generaciones actuales, pero podemos dibujar algunos escenarios para tratar de explicar en la medida de lo posible el porqué los mercados han reaccionado así y le han plantado cara a los bancos centrales, en una acción que ya marcó una vez más un hito histórico en esta crisis.

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La Fed lo advirtió

El domingo pasado después de la acción conjunta, el presidente de la Fed dio una conferencia telefónica, para los mercados algunas de sus últimas palabras fueron determinantes en la reacción que tuvieron este mismo lunes; Jerome Powell señaló, palabras más palabras menos, que los sucesos inmediatos en la economía serían muy difíciles de predecir. Estas palabras irían en concordancia con las observaciones de otros funcionarios de menor nivel y otros banqueros centrales, así como analistas, quienes han señalado que la economía mundial podría entrar en terreno desconocido, si no es que ya lo hizo.

Eso, el temor a lo desconocido, evaporó cuando menos este lunes la confianza de los mercados en las estrategias concertadas de los bancos centrales, provocando el desplome que ya ocupa un lugar en la historia financiera del planeta.

La propia Fed, sin decirlo abiertamente, ha señalado que estamos frente a un fenómeno desconocido, en un terreno que antes la economía mundial aparentemente no había pisado. Incertidumbre es una palabra que los inversionistas del mundo entero consideran como su peor enemiga, eso es justo lo que existe ahora, una elevada dosis de incertidumbre toda vez que todavía no se sabe el impacto real de la pandemia sobre las estructuras económicas globales: Europa ya prácticamente cerrada por unas semanas, China recuperándose, pero todavía trabajando a medio gas, Estados Unidos en emergencia nacional y Latinoamérica apenas entrando en esa zona de altísimo riesgo.

Bolsa de valores, recesión
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Los estragos determinarán la profundidad de la recesión o de….

Como ya señalamos en otra ocasión, los mercados y el mundo en general consideran como inminente una recesión, de acuerdo con lo que señalan los analistas internacionales, prácticamente no hay duda alguna de que la recesión mundial será un hecho dentro de algunas semanas.

Entonces el debate no es si habrá o no recesión global, está prácticamente descontada, lo que no se sabe es la profundidad de esta recesión y, sobre todo, si esto podría derivar en algo peor, ¿por qué?, porque algunos analistas ya manejan la posibilidad de un doble shock económico, el de la oferta y demanda.

Un doble shock, tanto de oferta como de demanda sería inmanejable en el corto plazo para los bancos centrales de todo el mundo, no hay receta monetaria en este momento que sirva para evitar los daños; eso incluye desde luego a los principales bancos centrales de las naciones industrializadas.

Ese es el temor, eso es lo que los mercados evalúan en este momento y ante lo desconocido siguen su ruta bajista en todos los indicadores. Es cierto, no hay nada que pueda señalar con rotundidad y sobre todo con cifras que estamos ya en un proceso de doble shock, pero tampoco hay algo que pruebe lo contrario; ahora bien, el impacto del coronavirus es tan devastador, que eso alienta las expectativas de que este fenómeno, el del doble shock, pudiera presentarse.

China
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China se paralizó por semanas, a la fecha no ha recuperado el dinamismo previo, que ya de por sí era bajo respecto a otras épocas considerando que para este año el PIB chino crecería un máximo de 6% cuando en otros años de este mismo siglo, que apenas lleva 20 años, llegó a ubicarse en 14 por ciento.

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China es considerada como “la fábrica del mundo”, esta parálisis ha llevado a un shock de oferta; sin embargo, hasta ahí el mundo estaba más o menos estable, eso explicaba los moderados daños que el coronavirus había generado en los mercados financieros hasta mediados de febrero.

Pero cuando Europa entró en crisis, cuando en el resto de las naciones asiáticas vecinas de China entraron en emergencia, y cuando Estados Unidos declaró su emergencia nacional con el cierre de vuelos desde y hacia Europa, se empezó a dibujar en la mente de los inversionistas del mundo la posibilidad de un shock en la demanda: bienes y servicios, turismo, productos alimenticios, automóviles, viajes internacionales, eventos sociales, deportivos y corporativos, entretenimiento, etcétera.

Este es el panorama que los mercados han empezado a descontar, más que una recesión inminente, la posibilidad de un doble shock, de oferta y demanda, que, ese sí, podría llevar a una depresión. Mucho falta por escribir al respecto, mientras los mercados parecen no encontrar piso.

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