¿Por qué Wall Street se “descalabró” y encendió las señales de alarma?
Este miércoles los indicadores de Wall Street en NY tuvieron su peor desempeño desde octubre de 2020. Estas fueron las razones.
Ayer miércoles las bolsas de valores de Nueva York en Wall Street tuvieron una mala jornada, de hecho, reportaron su peor desempeño desde mediados de octubre del año pasado.
El icónico Índice Industrial Dow Jones perdió 2.05 por ciento para instalarse en 30 mil 303.17 puntos, desde donde arrancará sus operaciones de este jueves.
Por su parte, el índice del mercado tecnológico, el Nasdaq, replicó las pérdidas del Dow tras caer 2.61 por ciento a 13 mil 270.60 unidades; el S&P por su lado tuvo un descalabro de 2.57 por ciento y terminó la sesión en 3 mil 750.77 unidades.
Los ajustes negativos de ayer si bien son importantes, y los más significativos desde octubre del año pasado como hemos consignado, están muy lejos de ser los más considerables por su magnitud, en la historia del mercado.
Pero, se presentan en momentos muy importantes para las bolsas y la economía del mundo; para los analistas es probable que el mercado de valores más representativo del planeta nos esté mandando algunas señales, sobre todo porque también hay una serie de coyunturas que no pueden soslayarse, como por ejemplo el inicio de una nueva administración en la mayor economía del planeta.
Aquí algunas reflexiones.
1) ¿Por qué no hay tanta euforia con Biden?
La euforia que se esperaba con Biden, al menos en las primeras semanas, no se ha desatado, al menos no es constante. Pero quizás veamos una sobre reacción del mercado a otros factores; el inicio de una nueva administración siempre incluye una curva de aprendizaje y pese a que en esta ocasión el tiempo es muy corto, en realidad los mercados consideran que reaccionaron positivamente meses atrás cuando el ahora presidente ganó en el polémico proceso electoral, es decir, descontaron la llegada de Biden.
2) Los mercados están vacunados, pero…
Como sabemos, la ola de liquidez que llegó a los mercados el año pasado fue determinante para su recuperación. Se calcula una cifra mínima de entre 5 y 7 billones de dólares, se escribe y dice fácil, pero es un monto inmenso de dinero. Esa vacuna de liquidez y las expectativas de recuperación para este año les ha inyectado bríos a los mercados, pero todo indica que la vacuna monetaria tiene sus límites.
3) ¿Riesgo de adicción en los mercados?
Este miércoles el presidente de la Fed, Jerome Powell compareció ante legisladores. Powell no dijo nada nuevo, pero los mercados cayeron.
La pregunta sería: ¿qué esperaban los mercados que dijera Powell?
Para algunos analistas la respuesta sería que los mercados esperaban de Powell alguna referencia a más estímulos monetarios mientras termina de “aceitarse” en el congreso el nuevo plan de ayuda gubernamental por hasta 2 billones de dólares.
Pero, si cada vez que Powell hable debiera anunciar más estímulos monetarios, a riesgo de que si no lo hace las bolsas de valores caigan con fuerza como lo hicieron este miércoles, eso genera la inquietud en torno a una posible “adicción” de los mercados a los estímulos monetarios.
Lo anterior es un gran temor porque la comunidad internacional de analistas considera que el día que eso pase, los riesgos para el mundo serán enormes, ya que en momentos de crisis e incertidumbre como los actuales, no habrá cantidad que pudiera satisfacer el “apetito” de los mercados.
4) Hay vacunas, pero tardarán en llegar a todo el mundo
Otro elemento determinante es desde luego la situación generada por la pandemia.
Hasta ahora la buena noticia de que hay vacunas tuvo un efecto relativamente positivo, pero a todas luces insuficiente en las expectativas de los agentes económicos y por lo tanto de los mercados.
La gente sabe que hay vacunas, pero también sabe que tardarán en llegar, que cada país o región tiene sus propios retos y que para erradicar los efectos de la pandemia, especialmente el cierre parcial de actividades económicas, todavía faltan varios meses, si no es que todo esté año 2021.
Hay vacunas, pero lograr la inmunidad llevará tiempo y por lo tanto liberar a las economías de los efectos perniciosos tampoco será algo que suceda de la noche a la mañana. Mientras eso pasa, los indicadores financieros podrían de vez en cuando recordarnos que vivimos una era de suma inestabilidad.
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