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Economía

Pemex cumple 82 años con grandes deudas, pérdidas e incertidumbre

18-03-2020, 6:00:55 AM Por:
© Reuters

La reversión de facto de la reforma energética, la pesada deuda y los bajos precios del petróleo pintan un oscuro futuro para Pemex.

Con una enorme deuda que rebasa los 100 mil millones de dólares y que la coloca como la compañía petrolera más endeudada del mundo; con niveles de producción de 1.75 millones de barriles de petróleo diario, casi la mitad de los niveles máximos de producción alcanzada alguna vez en su historia y con un precio del barril de petróleo apenas arriba de los 18 dólares, Petróleos Mexicanos (Pemex), cumple este miércoles 18 de marzo 82 años de vida con sus altibajos.

La que alguna vez fuera considerada la séptima compañía petrolera más importante del mundo, hoy tendrá un triste 82 aniversario. No es exagerado decir que este será quizás uno de los aniversarios más difíciles de la historia de esta empresa emblemática del país; la compañía pasa por un momento realmente muy complicado que nos obliga a pensar en algunas alternativas para que los próximos años sean mejores para ella y por lo tanto para México. Pemex es demasiado grande y estratégica para quebrar, (aunque muchas veces ha estado en quiebra técnica) porque es una entidad cuasi-soberana, es decir, representa al país y aceptar su quiebra es equivalente a reconocer que sucede lo mismo con la nación.

¿Qué se puede hacer con Pemex?, ¿por qué pasan los años y la compañía en lugar de avanzar y consolidarse como lo que estaba destinada a ser, sigue como una empresa en virtual quiebra?

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Revertir lo revertido

AMLO y Pemex
Especial

En el mundo existen casos de compañías petroleras que son propiedad del estado y al mismo tiempo gigantes del sector; es decir, sus dueños les permiten operar como empresas privadas aun en su condición de compañías estatales.

Por ejemplo, tenemos el caso de Petrobras, perteneciente al estado brasileño, es decir a todos los brasileños, pero que en el papel es una compañía que sigue el juego del libre mercado, compite con esas reglas y lo hace bien, sin que se salve de descalabros y escándalos de corrupción; esta compañía se mueve desde hace años entre los sitios 7 y 9 de las compañías petroleras más importantes del mundo.

State Oil es la empresa emblemática del estado noruego y es desde luego una petrolera. También se mueve alrededor del décimo sitio en su sector, y está considerada como uno de los mayores ejemplos de cómo el estado es buen administrador, cuando combina sus virtudes y las reglas del mercado.

En un mundo globalizado, las condiciones en las que operaba Pemex hasta septiembre de 2014, cuando entraron en vigencia las leyes secundarias de la reforma energética, hacían inviable completamente no solo a Pemex sino al mercado energético nacional en general. La reforma energética, como muchas otras cosas, debía revisarse al inicio de la presenta administración, pero no revertirla de facto.

Alguna vez en una entrevista que tuvo este periodista con Jesús Reyes Heroles Gonzalez-Garza, exsecretario de energía y director de Pemex, mencionó una frase que parecía premonitoria: “revertir la reforma energética sería el equivalente a quitarle riqueza a México y condenar a Pemex a un panorama de incertidumbre“; hoy parece que eso se ha cumplido. La reforma energética se ha revertido de facto con la cancelación hasta nuevo aviso (aviso que quizás nunca llegue en esta administración), de las rondas petroleras y los farmouts. En consecuencia, Pemex está en una situación crítica, de incertidumbre.

La caída de los precios del petróleo es un factor coyuntural, este commodity sube y baja de precio a lo largo de la historia y, desde luego, que afecta o beneficia a las compañías del sector, pero en el caso de Pemex sucede un escenario devastador no solo para la empresa sino para la economía cuando baja la cotización.

Las expectativas hacia finales del año 2018 hablaban de inversiones en el sector energético mexicano de alrededor de 200 mil millones de dólares para los siguientes 5 años, hoy esos buenos deseos ya quedaron sepultados. Es cierto que no se veían resultados todavía, algo imposible ya que el negocio no es de corto plazo.

Revertir lo que de facto se revirtió para llegar al punto de partida de hace 15 meses sería un buen inicio para tratar de salvar a Pemex, una vez más, de una situación crítica, de otro modo la salud del paciente continuará deteriorándose.

Pemex
Notimex

Reinvención sexenal, la historia de cada sexenio

Algo que le ha hecho mucho daño a Pemex es que cada seis años trata de ser reinventado. Cada administración diseña según su propia visión un plan para llevar a Pemex al primer mundo, pomposamente llamado “Plan estratégico de Pemex”, que cuando finaliza el sexenio en cuestión es desechado, tirado a la basura.

No hay empresa que aguante dicha situación, no existe compañía en el mundo que sobreviva si se le quiere reinventar un sexenio sí y otro también, esa empresa está condenada inevitablemente al fracaso, así de sencillo.

Cuando nos preguntamos qué hacemos con Pemex, quizás la respuesta inmediata debería ser: hacer un plan estratégico transexenal para mantenerla al margen de filias y fobias, quizás el momento de manejar a Pemex como una empresa privada en su carácter de compañía pública, ya se nos está pasando.

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Hoy Pemex, en su 82 aniversario, no está mejor que a mediados de 2013 cuando se aprobó la reforma energética, tampoco está mejor que en los últimos meses de 2014 cuando se probaron las leyes secundarias de esa misma reforma, y no está mejor que hace 15 meses cuando inició de facto la reversión de la reforma energética y empezaron a convertirse en realidad esas proféticas palabras que señalaban que con ello México perdería riqueza y Pemex caería en la completa incertidumbre.

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