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Economía

¿México y América Latina se dirigen hacia otra década perdida?

17-11-2020, 6:10:00 AM Por:
© Especial

Dicen que a veces la historia se repite, ojalá no sea el caso de Latinoamérica, pero actualmente la región enfrenta varios problemas político-económicos.

Latinoamérica parece convulsionarse nuevamente. Cada vez se parece más a aquella región que en los años ochenta del siglo pasado protagonizara la llamada “década perdida”, lo que marcó a toda una generación. Las crisis económicas parecen derivar en crisis políticas, algunas naciones no encuentran la salida a sus problemas iniciados mucho antes de la pandemia, otros países entraron en crisis y tampoco se ve cerca la luz al final del túnel, mientras que algunos más llevan, en los hechos, muchos años en crisis; la pandemia sólo vino a hundirlos más, pero sus problemas son añejos.

Este es el recuento de una región que una vez más parece destinada a lidiar con graves problemas de corte económico-político. En algunos casos no se sabe incluso cuál de las dos crisis es primero y cuál de ellas provocó a la otra.

El recuento de los daños

Para respetar la geografía, iniciemos al sur del Río Bravo nuestro recorrido en el que consignamos, sin más ánimo que el análisis la situación económica de la región, un breve resumen de algunos de sus problemas actuales, los acontecimientos de muy corto plazo que incidirán en su economía y algunas expectativas de los organismos financieros multilaterales. Es importante aclarar que el análisis no incluye en modo alguno posturas políticas e ideológicas, sino únicamente el impacto de los sucesos relevantes en la economía de la zona.

México es la segunda mayor economía latinoamericana, y la número 16 del mundo, de acuerdo con el ranking más reciente del Fondo Monetario Internacional (FMI). Llegó a ubicarse en este mismo ranking dentro el top ten entre los años 1999 y 2003, pero ha perdido posiciones paulatinamente.

El país entró en recesión el año pasado, es decir antes de la pandemia, por lo que la crisis sanitaria profundizó la económica, pero en realidad el crecimiento ya venía en picada varios meses antes. En 2020, su PIB caerá entre 9 y 10 por ciento, sólo superado en la región por el PIB de Venezuela, que caerá hasta 12 por ciento. Si la segunda mayor economía de Latinoamérica enfrenta una crisis de esta magnitud, con todo y su cercanía geográfica con Estados Unidos e incluso como su socio comercial formal, es posible entender lo que les sucede a otras naciones.

El año próximo México se recuperará entre 3.5 y 4 por ciento, el gobierno pronostica un repunte de 4.6 por ciento. Cualquiera de estas tasas de crecimiento será insuficiente para recuperar todo lo perdido este 2020, lo que significa que, en el mejor de los casos, la economía mexicana regresará al punto de partida de 2019 en el año 2023, sin olvidar que en ese mismo punto de partida ya existía una recesión.

Pero 2021 será además un año político, mala noticia para el país, la elección federal para renovar la cámara baja (diputados), varias gubernaturas, y muchas alcaldías, podría ser un factor por lo menos de cautela.

Centroamérica, atrapada en la pobreza y en potencial crisis humanitaria

En Centroamérica la buena noticia es que esta región no padece actualmente una guerra civil generalizada como la que vivió en la década perdida. La mala noticia es que ni siquiera así la economía de la región crece. Todos los días cientos y miles de migrantes chocan contra el muro virtual que el gobierno mexicano impuso en su frontera del sur. Si no lo hiciera, quizás México enfrentaría una grave crisis humanitaria, derivada de los centroamericanos que salen de sus países en busca de una mejor vida. La contención humana en Centroamérica no hace sino incrementar las presiones sociales y económicas de la región, ya sabemos en qué derivó esto unos años atrás, y si no, revisemos la historia de la región en la década perdida del siglo pasado.

América del Sur, el fin del sueño

Sudamérica era hasta hace cinco años, una esperanza para la zona. Incluso algunas naciones daban la sorpresa en el concierto económico mundial con tasas de crecimiento inesperadas y desarrollo no visto en décadas. A algunos de ellos como Perú, Ecuador, Colombia, Bolivia e incluso Venezuela, se les llegó a comparar con los famosos tigres asiáticos, les endilgaron el mote de “Tigres Sudamericanos”. La razón del éxito era la demanda de commodities de “la fábrica del mundo”, China.

Pero vino la desaceleración global y terminó el cuento de hadas, China dejó de comprar al mundo las cantidades que necesitaba para una expansión como la que tenía.

Hoy Perú está sumido en una grave crisis político-económica que hundirá a su economía no sólo este año, sino quizás varios más si no sale pronto de sus problemas. El pasado 15 de noviembre renunció al cargo el presidente interino Manuel Merino, que duró sólo 4 días en el cargo.

Ecuador apenas trata de retomar el rumbo después de una crisis política. El reinicio no será fácil en medio de la mayor crisis económica global en 90 años. Colombia ya no sabe cómo revertir la caída de la economía que les dejó el colapso del mercado de commodities, peor aún, las expectativas dicen que China ya no comprará la misma cantidad de materias primas de otras épocas porque buscará satisfacer parte de esa demanda con su mercado interno.

Bolivia también está inmerso en una crisis política con pronóstico reservado. De Venezuela es mejor ni hablar.

Por si fuera poco, las tres grandes economías sudamericanas tampoco pasan por sus mejores momentos. Chile está en un proceso de transición política rumbo a lo que algún día será su nueva constitución política, para dejar atrás la carta magna heredada del el dictador Augusto Pinochet. Mientras eso ocurre la economía del país va dando tumbos por el desplome global del …adivinó usted, el mercado de commodities o materias primas.

Brasil caerá este año entre 8 y 9 por ciento en su PIB. El año siguiente apenas recuperará el mismo indicador a 4 por ciento, la crisis en ese país va para largo y la polarización política impulsada por un presidente como Bolsonaro es un factor que no ayudará mucho. Brasil tiene una historia de crisis político-económicas o económico-políticas que no debe regresar, pero cada vez se enrarece más el ambiente en la mayor economía Latinoamericana.

Argentina es una historia más. Con una deuda recientemente renegociada de 65 mil millones de dólares, el país apenas empezaba a ver la luz luego de años de bajo o nulo crecimiento, cuando llegó la pandemia. Hoy Argentina tiene problemas de inflación, su PIB también caerá este año y no se recuperará gran cosa en 2021. Las crisis políticas en esa nación tampoco son ajenas, con sus consecuencias para la economía.

Dicen que a veces la historia se repite, ojalá no sea el caso de Latinoamérica, pero el breve recuento que hicimos es apenas un esbozo de los muchos problemas que padece la región y que deben resolverse a la brevedad no sólo para evitar una recaída, sino para que las nuevas generaciones no vivan lo que padecimos en otras épocas. Nadie lo merece. Responder la pregunta del título es complicado, pero lo que sí es un hecho es que algo sucede en esta parte del mundo, y no es nada bueno.

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