Los migrantes y sus remesas son negocio: ¿Quiere el Banco del Bienestar una parte?
El Banco del Bienestar podría obtener ganancias de 8,000 mdp si se queda solo con un 10% del mercado de remesas.
Este miércoles el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, hizo varios anuncios en torno al Banco del Bienestar, durante una gira de trabajo por la capital de nuestro país.
Entre los anuncios más interesantes que desde el punto de vista del autor hizo el primer mandatario, estuvo el relacionado con la intención de que el Banco del Bienestar incursione en el mercado de remesas.
“Primero, lo que debemos procurar es que el Banco del Bienestar funcione bien y se disperse el apoyo dirigido a la gente, y una vez que consolidemos ese mecanismo de dispersión de fondos, entonces sí ya vamos con remesas“, dijo el mandatario mexicano en la inauguración de una sucursal del banco en la alcaldía Gustavo A. Madero.
Estamos frente a un anuncio de gran relevancia por muchas cosas, pero vayamos a la variante del dinero y dejemos de lado otras derivaciones.
El año pasado México recibió 40 mil 607 millones de dólares de remesas provenientes de los mexicanos que trabajan en el exterior, especialmente en Estados Unidos.
No es un secreto que este segmento de la economía, que es una especie de combinación entre mercados cambiario, bancario y de servicios, resulta un enorme negocio para los llamados “remeseros”, como se les llama a las empresas o todos aquellos individuos que se dedican a cambiar esas remesas en nuestro país, por moneda nacional.
Tampoco es nada nuevo, pero sin duda sí ha significado un negocio creciente, “jugoso” para este tipo de “intermediarios” ya que basta con “castigar” el tipo de cambio para obtener ingresos cuantiosos de un plumazo. Por supuesto que entre más remesas cambien a nuestros paisanos, más ingresos tienen.
Todo lo anterior es un factor clave. Sobre todo, por las críticas y la postura que ha asumido el jefe del Ejecutivo respecto a los abusos que dice han recibido nuestros migrantes, así como la gratitud que dice tener a quienes mandan dólares desde el exterior y contribuyen a apoyar la economía nacional.
Gran negocio, basta con “modestos” ajustes cambiarios
Aunque no hay cifras oficiales, las estimaciones que alguna vez emitió el banco central mexicano señalaban que quienes cambian sus remesas a los migrantes, castigan al menos con entre 2 y 3 pesos el tipo de cambio de compra, respecto al que está vigente en ese momento en el sistema bancario formal.
Asumiendo que el intermediario pueda vender esos dólares de inmediato al tipo de cambio bancario, obtiene una ganancia de dos a tres pesos por cada dólar que cambie.
Si lo vemos en forma integral, en el sistema de las remesas se generan utilidades de al menos 80 mil millones de pesos, es decir, 2 pesos de ganancia cambiaria por los más de 40 mil millones de dólares que los migrantes mandaron el año pasado.
¿El Banco del Bienestar está interesado en el negocio?
Por supuesto que la respuesta no la tenemos, pero a fuerza de ser sinceros, no veo por qué no estaría interesado y, al mismo tiempo cumplir con un objetivo social: el de disminuir los costos para los migrantes mexicanos por el envío de sus remesas.
Con una parte del mercado que logre captar, es posible que las utilidades que obtenga, serán en verdad relevantes, mucho más que lo que podría generar con préstamos o comisiones por el cobro de servicios, aunque la actividad del Banco del Bienestar, en teoría, no es de lucro, sino de fomento
En un ejercicio simple, supongamos que el Banco del Bienestar logra arrancar a la competencia de los bancos comerciales “sólo” el 10 por ciento del mercado de remesas del país.
Eso significa que le cambiará a los migrantes alrededor de 4,000 millones de dólares, que se traduciría en ingresos por hasta 8 mil millones de pesos simplemente aplicando el promedio de “ajuste” del tipo de cambio que registra el mercado. Todo un jugoso negocio.
¿El riesgo? Es prácticamente nulo, recordemos que hoy día la inmensa mayoría de las remesas se mandan vía electrónica por los mecanismos tecnológicos del sistema bancario del país y del de Estados Unidos. Infraestructura que este banco debe tener con toda seguridad.
Si el banco en cuestión quisiera hacer una “labor social” para no ser igual que los otros bancos, bastaría con reducir a la mitad el ajuste cambiario, es decir, castigar con sólo un peso el monto de las remesas que cambia, para obtener ingresos por hasta 4 mil millones de pesos, que siguen siendo bastante atractivos.
Migrantes han sido, son y serán un gran negocio
Todo indica que los migrantes han sido, son y serán un gran negocio para cualquiera que esté en contacto en México con el producto de su trabajo: las remesas.
A los trabajadores migrantes mexicanos les aplican a los envíos de dinero a sus familiares un tipo de cambio “castigado”, basado en una estrategia cambiaria que data de hace 40 años o más.
Resulta que en aquellos tiempos, cambiar dólares no sólo era costoso sino tardado. Había que mandar el documento que amparaba esos dólares (generalmente los famosos Money Orders) a cobrar en el banco o institución emisora, es decir a Estados Unidos directamente.
Este proceso, como decíamos, era lento y costoso porque se aplicaban algunas comisiones y, además, no se sabía cuál era el tipo de cambio que habría con el paso de las semanas, cuando llegaba la confirmación del pago del documento a quien lo había comprado.
Por eso, para absorber estos costos, las instituciones bancarias empezaron a “castigar” los tipos de cambio, bajaban varios pesos la cotización vigente en ese momento para contar con “margen” en la operación.
Pero estamos en el año 2021. Hoy las operaciones se realizan de manera diferente, mediante transferencias electrónicas; los recursos se reciben en cuestión de minutos, o quizás segundos, y se pueden utilizar también de inmediato. En los hechos, los “remeseros” disponen de liquidez inmediata en dólares con la que hacen muchas cosas.
Pero la inmensa mayoría de ellos, por no decir que todos, curiosamente siguen aplicando el mismo criterio cambiario de hace 40 años, con lo que generan utilidades multimillonarias.
Veremos qué hará ahora el Banco del Bienestar, como institución sin fines de lucro, bien podría empezar por ser verdaderamente “revolucionaria” y acabar con esta práctica que ya no tiene sentido, pero que para los bolsillos de los remeseros es sin duda la mejor. De no hacerlo, en realidad el mercado seguirá igual que siempre, sólo habrá un competidor más, que buscará llevarse un pedazo del “pastel” de las remesas.
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