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Economía

La salida de la crisis global tiene un nombre: Flexibilidad fiscal

08-04-2021, 9:26:36 AM Por:
© Depositphotos

Mientras la vacunación no llegue a la mayoría de la población, los gobiernos deberán apoyar a los más vulnerablres y a las empresas, advierte el FMI.

“Hasta que se logre controlar la pandemia, la política fiscal tendrá que seguir siendo flexible y brindando apoyo. La necesidad y el alcance de ese apoyo varían entre sectores y economías, y las respuestas dependen de las circunstancias de los países.”

Así lo señaló el Fondo Monetario Internacional (FMI) en un documento más, emitido con motivo de su reunión de Primavera, celebrada en esta ocasión de manera virtual por motivo de la pandemia.

En este apoyo fiscal que los gobiernos deben poner a disposición de la economía de cada país, existen prioridades que el propio FMI detalla para mayor certeza de lo que debe hacerse. Estas son las prioridades.

1. Apoyo más focalizado a los hogares vulnerables

La pandemia ha tenido un efecto negativo desproporcionado en los pobres, los jóvenes, las mujeres, las minorías y los trabajadores con empleos poco remunerados y en el sector informal. Las autoridades deben garantizar la disponibilidad de protección social y la sostenibilidad del gasto mientras dure la crisis, para lo cual han de ampliar la cobertura de las redes de protección social de forma eficaz en función de los costos (por ejemplo, limitando la filtración de prestaciones a beneficiarios no previstos).

2. Apoyo más centrado en las empresas viables

Si la pandemia se prolonga, podrían producirse insolvencias generalizadas de empresas que destruirían millones de empleos, particularmente en los sectores de servicios de contacto intensivo y entre las pequeñas y medianas empresas. Al mismo tiempo, a los gobiernos les convendría evitar las asignaciones deficientes de recursos y limitar el aumento de las empresas no viables. Los gobiernos podrían replegar gradualmente los préstamos y las garantías indiscriminadas, y limitar el apoyo público a circunstancias en que la necesidad de intervención sea clara. Las alianzas con el sector privado para evaluar la viabilidad de las empresas antes de brindarles apoyo pueden mejorar la focalización y reducir los costos administrativos.

Retos en el horizonte

Pero la flexibilidad fiscal también tiene limitantes e impone retos para los gobiernos, quienes deben evitar que se sienten las bases de futuras crisis en el mundo.

Así, los especialistas del FMI aseguran que las autoridades económicas tendrán que lograr un equilibrio entre, por un lado, brindar apoyo fiscal ahora, y, por otro, mantener la deuda en un nivel manejable.

Es posible que algunos países tengan que empezar a reponer las reservas fiscales para amortiguar el impacto de shocks futuros. Esto significa que será vital elaborar marcos plurianuales creíbles para los ingresos y los gastos, sobre todo en los casos en que la deuda sea elevada y el financiamiento escaso.

Los beneficios de la una flexibilidad fiscal adecuada

La flexibilidad fiscal mediante una política adecuada, permitirá y generará beneficios como una transformación verde, digital e inclusiva de la economía posterior a la pandemia. Pero, para que esto se concrete los gobiernos deben dar prioridad a lo siguiente:

  • Invertir en sistemas de salud (incluida la vacunación ampliada), educación e infraestructura.
  • Ayudar a que las personas vuelvan al trabajo y, de ser necesario, cambien de trabajo, mediante subsidios para la contratación, mejor capacitación y programas de colocación.
  • Fortalecer los sistemas de protección social para ayudar a combatir la desigualdad y la pobreza, y redoblar los esfuerzos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
  • Reformar los sistemas tributarios nacionales e internacionales para fomentar la equidad y proteger el medio ambiente. A fin de ayudar a atender las necesidades relacionadas con la pandemia, una opción consiste en gravar los ingresos elevados con una contribución temporal a favor de la recuperación tras la COVID-19.

– Recortar el gasto improductivo, hacer más transparentes las iniciativas de gasto y mejorar las prácticas de gestión de gobierno para aprovechar plenamente los beneficios del apoyo fiscal.

Gasto en vacunas se paga solo

Para los especialistas del FMI, en caso de que la pandemia mundial se controle mediante la vacunación, el crecimiento mundial resultante será más vigoroso. De acuerdo con sus cifras y sus expectativas, este detonante arrojaría más de 1 billón de dólares en ingresos tributarios adicionales en las economías avanzadas de aquí a 2025, y generaría más ahorro en cuanto a las medidas de apoyo fiscal.

Por lo tanto, la vacuna contra la COVID-19 se pagaría por sí sola y con creces, lo cual supondría un excelente rédito del dinero público invertido en el proyecto.

Cuanto más pronto las vacunas frenen la pandemia, más pronto podrán las economías retornar a la normalidad. Sin embargo, la campaña de vacunación contra la COVID-19 continúa, pero el ritmo al que avanzan las inoculaciones varía ampliamente de un país a otro, y muchos carecen de acceso a la vacuna. Es urgente reforzar la cooperación mundial para producir vacunas y distribuirlas a todos los países a costos asequibles.

La flexibilidad fiscal es la única receta para sacar al mundo de la crisis de forma inmediata y llevarla a la senda del crecimiento, pero en el problema es que en el mundo no puede registrarse un apoyo fiscal uniforme porque los países tienen grandes divergencias, los apoyos no pueden ser iguales en todas las partes del planeta ya que no todas las naciones tienen los recursos requeridos. Los retos en el mundo post pandemia son enormes.

El FMI mantendrá sus reuniones hasta el 11 de abril, en un formato único que ha dejado mucho material para los medios, y mucho qué pensar a los actores económicos del mundo sobre lo que sigue después de este gran fenómeno que sacudió a la economía global desde sus cimientos.

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