¿Halcones o palomas? El Banxico en tiempos de AMLO
Andrés Manuel López Obrador ha propuesto a Gerardo Esquivel como subgobernador del Banxico, una señal a los mercados financieros internacionales y nacionales
El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, quien está a unas horas de ser ungido como presidente constitucional, volvió a lanzar esta semana una señal a los mercados financieros nacionales e internacionales, mismos que esta ocasión no reaccionaron con tanta vehemencia debido a la figura central que ocupó dicha señal, aunque en el fondo podría ser un movimiento estratégico de largo plazo.
El próximo mandatario propondrá el nombramiento de Gerardo Esquivel como subgobernador del Banco de México (Banxico), en sustitución de Roberto del Cueto, quien decidió retirarse anticipadamente; quien inicialmente estaba considerado como futuro subsecretario de egresos en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Las credenciales académicas y técnicas de Gerardo Esquivel no están a discusión, quizás ese fue el factor que provocó que los mercados se mantuvieran ajenos al conocer la propuesta.
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Pero la cercanía de Esquivel a un presidente que ha señalado en innumerables ocasiones a los tecnócratas y sus políticas neoliberales, incluyendo las labores del banco central mexicano, como los causantes de los males que aquejan a la economía nacional, es para considerarse.
Notimex Esquivel no es un tecnócrata pleno, es un técnico y no es lo mismo.
Esquivel no es un tecnócrata pleno, es un técnico y no es lo mismo. Su postura en torno a las políticas económicas ha sido crítica hacia sus colegas, es en esencia una “paloma” porque no le desagradaría observar más inflación en México a cambio de mayor crecimiento.
Desde hoy queda muy claro cuál es uno de los grandes retos del López Obrador y de la gente que lo acompañará: terminar con el ciclo de crecimiento económico cercano al 2% anual, que no ha llevado al país a ninguna parte, según sus dichos.
Las claves para ser “halcón o “paloma”
En la actualidad el universo monetario está dominado por dos corrientes o escuelas, aquella vigente, desde hace ya por lo menos 40 años que lucha denodadamente por mantener a raya a la inflación ya que la consideran como el mal de todos los males que puede sufrir una economía, a ellos se les llama o conoce en la jerga financiera como “halcones”, por su actitud retadora ante cualquier nubarrón inflacionario y la agresiva lucha en contra del crecimiento de precios.
Incluso, en bancos centrales que tienen un mandato dual, es decir, combatir la inflación y procurar el crecimiento económico, es notoria la preferencia de los “halcones” en combatir la inflación como premisa necesaria para impulsar el crecimiento.
La inflación es el mayor impuesto que puede pagar cualquier habitante de un país, señalan los economistas halcones, a ellos se les vincula con las llamadas políticas económicas neoliberales y de restricción monetaria.
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La otra escuela vigente en los bancos centrales desde hace varias décadas también combate la inflación, pero no la considera tan perniciosa si se ubica en niveles tolerables y a cambio se entrega un mayor crecimiento económico.
Estos economistas consideran que es difícil contener a las fuerzas del mercado y que de hecho no debe abusarse de lo anterior ya que la inflación es un mal necesario para el crecimiento de una economía, todo está en no permitir que se desboque.
A estos economistas se les conoce como “palomas”, por su actitud más pasiva ante el crecimiento de precios, sin que sea una pasividad extrema, también combaten la inflación, pero no se sienten incómodos con niveles más o menos tolerables que ellos mismos fijan.
La convivencia entre “halcones” y “palomas” en los bancos centrales ha sido accidentada en muchas ocasiones, el propio banco de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) la ha padecido y como consecuencia el mundo entero.
La postura de Gerardo Esquivel en torno a la inflación es clara, no debe subir en extremo, pero tampoco debe ser considerada como una obsesión que llegue a sacrificar el crecimiento de la economía.
En los próximos años varias plazas del Banxico se desocuparán, incluyendo la del gobernador Alejandro Díaz de León, quién podría irse para finales de 2021 ya que la administración lopezobradorista, ya en pleno ejercicio del poder, no lo ratificará.
Notimex Alejandro Díaz de León, gobernador del Banco de México.
Esto supondrá un cambio relevante; en el Banco de México el mandato constitucional de combate a la inflación para preservar el poder adquisitivo de la moneda choca un tanto con los postulados del presidente López Obrador, ¿estaremos en la antesala de la extinción de los “halcones” y el nuevo reinado de las “palomas” en Banxico?, hay señales que se orientan en esa dirección.
