Estos son los países más afectados por la guerra de divisas
Los dos países involucrados tienen todo para "aguantar" la guerra comercial, pero el mundo no y estos son los países afectados
Hace unos meses inició una etapa del conflicto económico que ha mantenido en vilo al mundo entero, la guerra comercial entre Estados Unidos y China, con todas las consecuencias que tiene para la economía del planeta; dicha etapa es la guerra de divisas.
Para algunos analistas no existe tal guerra, solamente se trata de ajustes en las monedas ejercido por las fuerzas del mercado; no obstante, el presidente de Estados Unidos calificó a principios de este mes a China como nación manipuladora de divisas, es decir, una inequívoca señal del conflicto comercial que ya derivó en los mercados cambiarios de todo el mundo.
Pero, los mismos chinos, y los estadounidenses a escondidas, reconocen que en esta guerra nadie gana y todos pierden. Tanto en la guerra comercial como en la guerra de divisas el mundo parece no ir a ningún lado, o mejor dicho parece ir al despeñadero si no hay acuerdos pronto.
Así, entramos a una etapa nuevamente en la que la política tratará de hacer su parte, no sabemos si habrá resultados y eso es parte de la incertidumbre financiera global que domina en los mercados, y que al parecer no se irá pronto. Este es el balance de una guerra de divisas que no ha llevado al mundo a ninguna parte.
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Europa muy expuesta a los vaivenes
Las zonas que más resienten esta guerra comercial entre las dos potencias mundiales son Europa y Japón; la causa es muy sencilla, después de muchos años de política monetaria ultra expansiva tanto en Japón como en Europa, ya casi casi no tienen espacio los bancos centrales respectivos para realizar acciones defensivas en caso de ser necesario, se encuentran prácticamente amarradas de manos.
La Unión Europea logró mantenerse a flote luego de un periodo de recorte de tasas por parte de la Fed; pero, una serie de medidas de alivio monetario por parte de Estados Unidos sería una historia totalmente diferente a la de otros tiempos.
El Banco Central Europeo ya dispuso de su mayor arma política al señalar un movimiento hacia tasas negativas aún más profundas después del verano y el posible reinicio de las compras netas de bonos. Se quedó atado de manos, sin municiones. Además, un yuan más débil es una muy mala noticia para Europa, el euro está aún más expuesto al comercio con China que al comercio en dólares. Un aumento no deseado del euro sería un desastre para los fabricantes europeos que dependen de las exportaciones, y podría hundir al continente en una recesión.
Japón es la tercera economía más grande del mundo, pero se encuentra a merced de sus rivales más grandes. El yen se ha fortalecido recientemente frente al dólar desde principios de 2018, y ha vuelto a las valoraciones de 2016 frente al yuan. Esto ejerce una gran presión sobre el gobierno en sus esfuerzos por resucitar la economía.
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Latinoamérica, la volatilidad es un duro golpe
Un día sí y otro también las divisas de la región viven sesiones de intensos vaivenes en sus mercados, es un hecho que algo no está bien ya que se acabaron los días de la estabilidad de las divisas Latinoamericanas encabezadas por monedas como el real de Brasil y el peso mexicano.
Hoy día la tónica es una, no hay mucho más para elegir. Las monedas de la región son víctimas directas de la guerra de divisas. Es de hecho el peor de los escenarios ya que si el dólar se aprecia o se deprecia en exceso les pega a las monedas de la zona, al tiempo que el yuan chino sí tiene influencia en algunas economías con las que hasta hace no mucho tiempo mantenía intensas relaciones comerciales por compra de commodities, es el caso de Perú, Bolivia, e incluso Colombia.
La guerra de divisas no ha dejado a ningún ganador hasta el momento y seguramente no lo dejará, es una guerra en la que todos pierden, las naciones involucradas, sus principales socios y hasta quienes nada tienen que ver en este conflicto global.
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