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Economía

Estos sectores económicos resultarán afectados por la desaparición del Fonden

30-10-2020, 6:10:00 AM Por:

El principal problema radica en que, hasta la fecha, no existen normas claras, transparentes y específicas respecto a cómo se asignarán los fondos en casos de desastres naturales.

La desaparición de 109 fideicomisos para que, de acuerdo con la versión oficial, los recursos sean dirigidos a los mismos beneficiarios y objetivos, pero de manera directa, es una decisión polémica que ha generado muchas dudas en torno a los efectos económicos que la medida tendrá.

De acuerdo con un reporte de Moodys Investor Services, hasta el momento no se han publicado normas claras, transparentes y específicas que indiquen cómo se asignarán y distribuirán esos recursos que previamente se manejaban por medio de los fideicomisos extinguidos.

Entre los fideicomisos que desaparecen está el Fondo para desastres naturales, que como su nombre lo indica, aportaba recursos inmediatos a los gobiernos locales y regionales para la atención de emergencias provocadas por desastres cuyo origen es la naturaleza. Estos recursos se utilizaban no solamente para las prioridades generadas en el desastre, sino para el impulso de la recuperación económica y la reconstrucción de las zonas afectadas, de modo que la emergencia tuviera los menores efectos posibles. De acuerdo con las cifras de Moody’s, entre 2015 y 2019 las entidades mexicanas recibieron 19 mil 338 millones de pesos del Fonden.

Los estados de Oaxaca, Guerrero, Veracruz, Chiapas y Morelos son los que recibieron las mayores transferencias del Fonden. Moodys advierte que ante la posibilidad de que los desastres naturales aumenten en escala y frecuencia como resultado del cambio climático, la falta de un mecanismo presupuestario transparente, eficaz y suficiente implicaría que muchos estados podrían tener que recurrir a contraer deuda de corto y largo plazo para reconstruir la infraestructura pública, así como brindar apoyo y vivienda a las poblaciones más vulnerables y de bajos ingresos.

En este contexto, el reporte de Moodys señala la posibilidad de que varios sectores de la economía resulten afectados por la desaparición del Fonden, debido a que no existen reglas claras respecto a la forma en la que se financiará la reconstrucción de áreas afectadas o cómo se destinarán fondos para la reactivación de las economías. estos son los sectores más vulnerables.

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Infraestructura y electricidad, particularmente vulnerables

Las compañías relacionadas con la infraestructura de transporte y el servicio eléctrico son particularmente vulnerables a los efectos de huracanes; los fuertes vientos, inundaciones y terremotos dañan o destruyen fácilmente los activos del sector.

En este sentido, la restauración de estos activos suele ser crucial para los esfuerzos de recuperación; aunque cada gobierno local suele estar dispuesto a financiar la reconstrucción de infraestructura, la incertidumbre en torno al fondeo del gobierno federal para desastres naturales afecta a estos sectores en caso de desastres nacionales recurrentes.

El sector de generación de energía eléctrica es clave, más relevante que cualquier otro después de una tormenta o cualquier desastre natural. Sin una rápida restauración de la electricidad, todo lo demás, incluidas las instalaciones vitales como los hospitales, no pueden reanudar sus servicios y los esfuerzos de recuperación pueden verse obstaculizados.

Operadores de hospedaje, también en riesgo

La infraestructura hotelera está en riesgo por la eventualidad de un desastre natural sin los recursos posteriores que aportaba el Fonden, o cuando menos sin reglas claras de operación y transparencia. Lo anterior implica períodos de recuperación más prolongados después de las tormentas para un sector hotelero que depende en gran medida del turismo internacional que busca destinos de playa.

De acuerdo con Moodys, el turismo representa cerca del 9 por ciento del PIB de México, y el país ocupa el séptimo lugar a nivel mundial en términos de arribo de turistas internacionales según la Organización Mundial del Turismo (OMT). Más del 60 por ciento de los turistas provienen de Estados Unidos y Canadá, y los destinos costeros propensos a huracanes son los más populares. Los aeropuertos de Cancún y Los Cabos ocupan el segundo y cuarto lugar en términos de turistas internacionales que llegan; la Ciudad de México, el primer lugar; y Guadalajara, el tercero.

Hasta ahora, los huracanes más importantes no han provocado acciones de calificación negativas para las compañías hoteleras, con base en su escala significativa y diversificación geográfica. Estas compañías se han recuperado rápidamente de huracanes anteriores: han reparado la infraestructura y las propiedades dañadas para reabrir completamente y recuperar las pérdidas. También han podido cobrar reclamaciones de seguros en el plazo previsto.

La cancelación del Fonden supone un mayor riesgo para este sector afectado por la pandemia, debido a que ya se encuentra luchando contra una caída de la demanda del turismo internacional, señala el reporte de Moodys.

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Incertidumbre ante desastres

La incertidumbre en torno al apoyo del gobierno frente a un desastre natural y la falta de mecanismos claros podría retrasar o impedir la recuperación total de la infraestructura afectada. Además, si los recursos escasean, la asignación de prioridades a la ayuda humanitaria y la recuperación de la infraestructura retrasará cualquier trabajo de reconstrucción y se cerrarán las propiedades durante más tiempo.

En el largo plazo, la industria turística mexicana perderá competitividad; si bien la caída del turismo a causa de la pandemia es un fenómeno global, la recuperación no será simétrica, y México corre el riesgo de perder su competitividad tras subir ocho niveles desde 2013 en el ranking de pasajeros internacionales de la OMT.

Aseguradoras, bien posicionadas

En este panorama generado por la desaparición del Fonden hay algo cierto: las aseguradoras en México presentan una sólida solvencia y herramientas significativas de mitigación de pérdidas, como reservas específicas para catástrofes, acuerdos de reaseguro, deducibles y colaterales. Esos instrumentos de mitigación otorgan un nivel adecuado de capital con respecto a las exposiciones a pérdidas derivadas de pólizas de seguros que cubren catástrofes.

En el reporte se señala que a junio de 2020 las reservas para catástrofes de las aseguradoras mexicanas ascendieron a 48 mil millones de pesos, y las primas brutas fueron de aproximadamente 15 mil millones.

Pero México se encuentra entre los países más expuestos del mundo a desastres naturales, con huracanes e inundaciones que ocurren con relativa frecuencia, dada su posición geográfica y su gran exposición costera. La creciente frecuencia de estos eventos exacerba los riesgos, de modo que las reaseguradoras, consecuentemente, han aumentado las primas que en última instancia las aseguradoras transfieren a los asegurados. Por lo tanto, el costo de estar asegurado es cada vez mayor.

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