Estas son las causas del histórico “regreso” de Wall Street
Nuestras generaciones atestiguamos un suceso inédito más; la plaza bursátil más influyente de mundo salió del sótano en tiempo récord.
Poco más de 10 semanas después de que Wall Street colapsara a causa de la crisis generada por la pandemia del coronavirus, hoy tienen uno de los regresos más espectaculares de la historia en términos de tiempo, si no es que el más importante registrado jamás.
Un ejemplo lo dice todo; antes del inicio de la fase más aguda de la pandemia, incluso poco antes de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara oficialmente al coronavirus como una pandemia (11 de marzo de 2020), el índice industrial Dow Jones, se movía sobre niveles de 26 mil puntos; en el momento del colapso este mismo indicador tocó un mínimo de 18 mil 238 puntos, es decir, se desplomó prácticamente 30 por ciento en cuestión de semana y media, para desde ahí primero estabilizarse y luego iniciar la escalada.
Hasta el cierre de ayer, este índice muestra una recuperación de 51 por ciento desde el nivel mínimo de la crisis y no solamente ha recuperado los niveles previos al colapso sino incluso está arriba del rango registrado previo al desplome, las ganancias equivalen a 9 mil 301 puntos en un lapso de poco más de 2 meses, algo inusitado. Historias parecidas se observan en los otros indicadores de la influyente plaza de Nueva York.
Para dimensionar la relevancia de la recuperación no solamente por el nivel de ganancias sino de manera muy especial por el tiempo récord, podemos tomar como referencia lo acontecido en la crisis previa, la que hasta antes de la pandemia era la más significativa de la historia desde la Gran Depresión de 1929.
En la crisis de 2008 el colapso de las bolsas de valores inició en octubre de ese año, se prolongó durante todo 2009 registrando incluso nuevos mínimos ese año, y fue hasta 2010 cuando inició la recuperación; los niveles previos al desplome de los mercados se alcanzaron en abril de 2010; es decir, en esa crisis el mercado recuperó niveles previos 16 meses después de que iniciara su caída.
Pero, ¿por qué se ha recuperado de esta manera el mercado?, ¿esta recuperación es sostenible? y ¿de igual manera se recuperará la actividad económica?
Para explicar el porqué los mercados se han recuperado con tanta velocidad basta con decir dos palabras y señalar la relevancia de las acciones realizadas para que hoy veamos una trayectoria totalmente diferente a lo que observábamos tan solo dos meses antes, esas palabras son las siguientes: Bancos centrales.
Lección aprendida
Puede discutirse la eficacia de largo plazo de las medidas adoptadas por los principales bancos centrales del mundo, pero al menos, por el momento, estas instituciones parecen haber ganado una primera partida a la crisis.
A diferencia de 2008, cuando estrenaron un mecanismo que desconocían y del que por lo tanto existían muchas dudas, hoy no dudaron en implementar medidas que si bien los mercados tardaron en asimilar mientras duraba el confinamiento, tan pronto se ha iniciado la reapertura de las economías empiezan a mostrar confianza.
No solamente se inundó de liquidez a los mercados, sino que esa liquidez es prácticamente ilimitada. Los mercados saben que, de ser necesario, los bancos centrales más importantes del mundo llevarán la inyección de liquidez al infinito. La Fed ya puso el ejemplo, en los hechos este banco central ha garantizado inyecciones infinitas de liquidez con acciones inéditas como la compra de bonos corporativos, es decir, no solamente está garantizada la liquidez para los circuitos financieros del país y del mundo, sino también para las empresas, la señal es muy clara: “no quebrará el país y no quebrarán sus empresas”, parece decir Jerome Powell.
A la par de la inmensa liquidez que, repetimos, podrá cuestionarse en cuanto a sus efectos de largo plazo en las economías, el regreso del cero absoluto en las tasas de interés se ha convertido sin duda en otro elemento que ha catapultado a las bolsas de valores.
Opinión: Dinero infinito para empeorar la crisis
Ante la reapertura de las economías, con tasas del mercado de dinero en cero por ciento o muy cercanas al cero absoluto, los mercados de renta variable son como “oro molido” para los inversionistas que vieron los bajísimos niveles de precios alcanzados por la inmensa mayoría de las emisoras, empresas que como dijimos no van a quebrar fácilmente porque tras de sí tienen un gobierno y un banco central con todo el respaldo monetario habido y por haber.
Visto así, la recuperación bursátil récord de 2 meses no parece inexplicable, por el contrario, es una consecuencia totalmente natural.
¿Esta recuperación es sostenible?
Lo es en la medida en la que la pandemia se mantenga cada vez más controlada y al mismo tiempo vayan surgiendo noticias alentadoras en torno a la invención de una vacuna que termine definitivamente con la amenaza. Llama la atención que, mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que la pandemia sigue como una fuerte amenaza y cada día reporta más y más contagios, las bolsas no dejan de subir. Lo anterior se explica porque la reapertura económica abre nuevas oportunidades de que las dinámicas de las economías del mundo se recuperen con todo y pandemia. Es imposible, por no decir suicida para el mundo, mantener indefinidamente el confinamiento y la cerrazón económica. La pandemia no dejará de ser una amenaza, seguramente provocará periodos de incertidumbre, pero salvo que tome una virulencia mayor, con letalidad exacerbada, es probable que los economistas tengan que añadir este factor como un elemento más en sus análisis, los políticos deban evaluar esta pandemia para sus estrategias electorales y de gestión ante sus gobernados, mientras que los científicos deberán estar conscientes que el tiempo no es eterno y que lo más pronto posible deben darle al mundo una vacuna contra este virus.
¿Se recuperará la actividad económica a la misma velocidad?
Si mañana mismo anunciaran que han descubierto la vacuna contra el Covid-19, la respuesta a la pregunta sería un sí casi automático. Pero eso no es probable que suceda. La invención o descubrimiento de una vacuna para este virus tardará cuando menos varios meses, los más optimistas señalan un umbral de cuando menos 9 meses a partir de enero pasado, mientras que los más pesimistas señalan que tardará un mínimo de 18 a 24 meses. Más allá, una cosa será su eventual descubrimiento y otra que llegue de inmediato a los más de 7 mil 500 millones de seres humanos que habitamos este planeta, será un esfuerzo descomunal que llevará tiempo.
Para ser claros, nada parece que pueda evitar el colapso de la economía mundial en este 2020; más allá, mucho dependerá de cada país, de la forma en la que abordó los efectos de la crisis, el tiempo que tardará en recuperarse. Las bolsas de valores estarán atentas a la evolución de la trayectoria económica, pero en primera instancia han reaccionado como pocas veces a un efecto que fue tan traumático, que marcó un hito histórico más, de los muchos que las generaciones que hemos atestiguado estos tiempos hemos observado: un gran colapso bursátil, seguido de una recuperación que queda para la historia.
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