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Economía

Es oficial: Pemex no será la palanca de desarrollo nacional prometida

19-03-2021, 6:15:00 AM Por:
© Pemex

Con el anuncio del presidente Andrés Manuel López Obrador, se reconoce de facto la difícil situación de la petrolera, imposibilitada para ser protagonista de nuestra economía.

Pemex no será la palanca del desarrollo nacional en la segunda mitad de la administración, este era el papel que la propia administración federal le había asignado, pero sus condiciones no lo permiten. El discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador durante la ceremonia del aniversario de la Expropiación Petrolera así lo anticipa; la empresa y el sector nacional están en una severa crisis que hace imposible su papel protagónico en la economía mexicana.

De hecho, la situación de Pemex, más bien condena a la economía a sufrir serias presiones porque se limitan de manera automática los ingresos para las finanzas nacionales. Se destinarán recursos extraordinarios para asumir el servicio de la deuda de la empresa y, de facto, se regresa al modelo energético previo a la reforma energética de 2013, toda vez que se anuncia la cancelación definitiva de subasta petrolera alguna, o cualquier otro tipo de operación o asociación que implique a la iniciativa privada nacional o extranjera.

Meta de producción petrolera para el cierre de sexenio, por la borda

Al inicio de la presente administración, el gobierno federal proyectó una meta de producción de 2.6 millones de barriles de petróleo diarios para cuando finalizara el sexenio. Señaló en aquel momento que la meta era plenamente factible con el saneamiento financiero de la empresa y las inversiones que se destinarían a Pemex durante los siguientes años.

Posteriormente, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) “enmendó” la plana en el proyecto de presupuesto para 2021 al establecer una plataforma de producción de 2.27 millones de barriles diarios de petróleo hacia el final de la presente administración. Desde ahí se observaba ya una incongruencia entre las eufóricas metas iniciales y los pronósticos de la autoridad hacendaria.

Con la expectativa ajustada de un máximo de 2 millones de barriles, la meta inicial registra un ajuste negativo de 600 mil barriles de petróleo diarios, equivalente a 23 por ciento, una cifra no menor en un entorno de grave crisis para Pemex; de hecho, la mayor crisis de su historia.

Pero las expectativas de analistas, corredurías y empresas del sector están todavía más abajo, en algunos estudios realizados el año pasado se llegó a la conclusión de que Pemex tendrá un promedio de producción de 1.7 millones de barriles de petróleo diarios durante todo el sexenio, justo el nivel productivo que alcanzó el año pasado.

Lee: Pemex ya no producirá más de 2 millones de barriles de petróleo al día: AMLO

¿Por qué se redujo la meta? Otra vez Cantarell

Platicamos en otra entrega la relevancia del campo petrolero Cantarell, en vías de extinción, esta relevancia no es menor. La importancia fue de verdad trascendental para Pemex, para el país y para la industria petrolera nacional.

Si consideramos que, en su punto de mayor productividad, este campo por sí sólo llegó a generar 2.2 millones de barriles de petróleo diarios, es evidente que producía en un día lo que ahora producirá toda la empresa en todos sus campos petroleros productivos.

Cantarell está en extinción, no se quiso reconocer al principio de la administración y ya se refleja esto en el hecho de reflejar, aunque sea a regañadientes, que la plataforma productiva de Pemex no da para más porque ya no tiene su “maquina” de barriles de petróleo. Los nuevos yacimientos anunciados, dicho sea de paso, no se comparan ni de lejos con lo que fue Cantarell para Pemex. De hecho, solo un nuevo Cantarell modificaría el panorama para la petrolera mexicana.

En el recién anunciado complejo Fancisco J. Mujica se perofarán 65 pozos, de los cuales “se espera una producción incremental de 138 mil barriles de petróleo y 1.349 MMpcd de gas, solo servirán para llegar a la meta de 2 millones de barriles, y de ahí dejar de producir, y solo mantener la producción”, dice Ramses Pech, analista independiente del sector energético.

La “cobija” será más chica

Con el anuncio del presidente López Obrador, en el sentido de que la producción de Pemex no será superior a los 2 millones de barriles de petróleo diarios, también se reconoce implícitamente una mala noticia en los próximos años. El hecho de que los ingresos por concepto de venta de petróleo para Pemex serán menores, quizás mucho menores si consideramos adicionalmente que ya no exportará, solo abastecerá al mercado interno para satisfacer el consumo local.

A partir de septiembre próximo, la base para los proyectos presupuestales no irá más allá de una producción de Pemex de máximo 2 millones de barriles de petróleo diarios, en el mejor de los casos. Eso se traducirá en una base presupuestaria menor y, por lo tanto, menos recursos para el país entero. Como se dice coloquialmente, la “cobija” será más pequeña, si antes no alcanzaba para cubrir todas las necesidades hoy será poco menos que imposible.

En un escenario benévolo, la SHCP lo más que puede hacer es “jugar” con sus escenarios tal como de cierta manera lo hizo en el presupuesto para 2021 al estimar una plataforma productiva de 1.857 millones de barriles de petróleo diarios y un precio estimado de 42.1 dólares por barril, con lo cual espera obtener para este año ingresos por 936 mil 800 millones de pesos.

Sin embargo, no es lo mismo presupuestar con una base productiva de 1.8 y máximo 2 millones de barriles, que con 2.6 millones o cuando menos 2.2 millones, en pesos y centavos hay mucha diferencia y eso se traducirá en menores recursos para todo el país.

“El destino es dejar de extraer, mantener producción, y sacar de la ley de ingresos al precio de la mezcla mexicana dentro de la ley de ingresos”, opina Ramses Pech.

Pago de servicio de deuda, otro ladrillo para las finanzas nacionales

Por si el anuncio de la diezmada plataforma productiva no fuera suficiente, mismo que se quiso vender como una “política responsable” para no extraer más combustibles fósiles, también se dijo que el gobierno federal asumirá el pago de las amortizaciones de la deuda de Pemex, que al cierre del año pasado se ubicó en 106 mil millones de dólares, la empresa como sabemos es la petrolera más endeudada del planeta.

Lo anterior sucederá tan pronto como este mismo año y es en pocas y sencillas palabras, un lastre más para las finanzas nacionales, si la “cobija” era chica se recortará más, no alcanzará para todo y para todos.

De acuerdo con las proyecciones de Alto Nivel, este costo asumido por el gobierno federal ascenderá a unos 6 mil millones de dólares anuales, algo así como 120 mil millones de pesos, un poco menos del presupuesto que tuvo asignado la Secretaría de Salud el año pasado durante la pandemia.

Es evidente que esos recursos tendrán que presupuestarse año con año, saldrán de algún rubro, se quitarán de un lado para reasignarse al objetivo planteado, las finanzas nacionales tendrán cuando menos los próximos 3 años una pesada carga y ni siquiera así la petrolera terminará de pagar toda su deuda.

Pemex no podrá ser la palanca de desarrollo nacional durante la segunda mitad del sexenio, tal como se había fijado como objetivo el gobierno federal.

La petrolera mexicana es demasiado grande y relevante para quebrar, aunque técnicamente está en la quiebra desde hace varios años. En lugar de ser el detonante de desarrollo que se esperaba, en lo que resta del sexenio reducirá su base productiva, no por una “política de responsabilidad” sino porque simple y sencillamente no hay de dónde pueda producir más. Al tiempo que las finanzas nacionales tendrán que destinar recursos adicionales para mantenerla a flote, eso incluye hacerse cargo de su deuda.

Pemex no será palanca del desarrollo nacional, sino una pesada carga para el país los próximos años. Era algo que se veía venir, y el futuro ya nos alcanzó.

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