El riesgo de una crisis como la Gran Depresión no se ha evaporado, aseguran analistas
Históricamente, los 12 meses posteriores al shock son claves para el futuro para superar la crisis económica.
Si bien la medicina inyectada a la economía y los mercados del mundo durante el año pasado para evitar un gran colapso global dio resultados, lo cierto es que el riesgo de una crisis como la Gran Depresión parecida a la de los años treinta del siglo pasado, todavía no se evapora del todo.
El mundo pasa por un periodo inédito, muchas cosas imposibles ahora son posibles; actores como los bancos centrales y desde luego los gobiernos, deben actuar con estrategias claramente definidas y dirigidas a objetivos específicos, a riesgo de que se cometan errores que provoquen un daño mayúsculo. La economía mundial seguirá al menos este año sostenida por pinzas.
Analistas de diversas instituciones sostienen que hay riesgos, que el margen para equivocarse es casi inexistente, y que además estamos en un momento en el que las opciones prácticamente se han agotado, de modo que la “medicina” debe empezar a funcionar sí o sí.
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Por ejemplo, para los estrategas de Natixis, el gigantesco banco europeo de inversión, existen todavía en el escenario económico muchos riesgos para la economía global, y no son pocos.
Estos riesgos van desde un lento proceso de vacunación a nivel global que lentificaría la recuperación económica tan esperada este año, hasta la renovación de las hostilidades comerciales entre China y Estados Unidos, pasando por un repunte inesperado de la inflación, o bien un colapso en los tipos de cambio originado por la desconfianza de los inversionistas.
Otros analistas consideran que la economía y los inversionistas han puesto demasiadas esperanzas en la vacuna anticovid pero sin considerar que la inmunización en el mundo tardará meses en el mejor de los casos (gran parte de 2021), lo que no es buena noticia para el crecimiento.
Bienvenidos a la era del capitalismo patrocinado por el estado
Otros analistas, como los de Julius Baer, tienen un punto de vista más a largo plazo en el que destacan que todo dependerá de lo que hagan hoy día los gobiernos y los bancos centrales del planeta.
Para estos analistas, hemos acudido todos como testigos a la fusión de facto de la política monetaria y fiscal, con todo lo positivo y/o negativo que pudiera suceder.
Si los gobiernos quieren salvar al mundo y a la economía, ya no tienen más opciones que intervenir en los mercados, pero sobre todo en la economía real, para evitar que colapse y con ella el resto de los pilares económicos
Los analistas de Julius Baer llaman a esto “la era del capitalismo
patrocinado por el estado”, un mundo en el que la economía será apoyada e impulsada por el sector público y no tanto por el sector privado, a fin de evitar que está caiga en una depresión parecida a la de los años treinta del siglo pasado.
Es asimismo una transición de la austeridad y el monetarismo al dominio fiscal, dicen los analistas.
La diferencia con el estatismo de otras épocas radica en que el estado no debe ni puede apropiarse de los medios de producción, sino fomentar el libre mercado, la competencia y el consumo, con tanto dinero como sea posible, al menos por un tiempo mientras se consolida la plena recuperación.
Sin negar el enorme avance que significó para el mundo, la economía y los mercados, la vacuna contra el virus, otros analistas señalan que históricamente el mayor riesgo económico se presenta siempre en el año posterior al shock, cuando se hacen o se dejan de hacer las acciones correctas.
La Gran Depresión fue consecuencia no sólo de lo que sucedió en 1929 y los años previos, sino de los errores posteriores.
En contraparte, la crisis de 2008 fue muy dura pero menos profunda porque se tomaron acciones adecuadas como la flexibilización cuantitativa, con la que los bancos centrales inyectaron miles de millones de dólares a los mercados.
Por eso para los analistas el año de la gran incógnita hacia el futuro es este, los doce meses posteriores al shock.
