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Economía

Economía de México caería 10% en abril por paro de actividades

06-04-2020, 6:01:24 PM Por:
© Especial

El sector más afectado sería el de los servicios, particularmente en los ramos de servicios de alojamiento, esparcimiento, profesionales y educativos; aunque también se esperan afectaciones moderadas en las áreas de finanzas y comercio al mayoreo y al menudeo.

PGrupo Financiero Monex prevé un impacto severo y de mediana duración en la economía derivado de un menor dinamismo del mercado global; la duración de las medidas para contener la epidemia en México; y la falta de apoyos sustanciales para mitigar los efectos de la crisis.

En un análisis, el banco cambió sus expectativas para 2020. Ahora, espera que el Producto Interno Bruto (PIB) de México se contraiga 6.5% anual, con un marcado sesgo a la baja y una alta incertidumbre hacia adelante; que el tipo de cambio cierre en un nivel de 25.10 pesos por dólar y que la inflación se mantenga en 3.60% hacia finales de año.

Monex considera que a lo largo del periodo de suspensión más de dos terceras partes del total de ramos de la actividad económica verán detenida casi totalmente sus operaciones, lo que implicaría caídas de más del 5% mensual (m/m) en la producción agregada de marzo y de más del 10% en abril.

El sector más afectado sería el de los servicios, particularmente en los ramos de servicios de alojamiento, esparcimiento, profesionales y educativos; aunque también se esperan afectaciones moderadas en las áreas de finanzas y comercio al mayoreo y al menudeo.

Asimismo, dentro del sector secundario pararía la gran mayoría de las actividades, a excepción de la industria alimentaria, la farmacéutica, productos de limpieza y utilities, que en su conjunto tienen una aportación de cerca del 5% dentro del PIB.

Monex indica que en el supuesto de que la operación de la economía regresara a la normalidad al término de abril y de que los meses de mayo, junio y julio experimentaran crecimientos cercanos al 3.0% m/m, la variación total del PIB en el año ascendería a -1.6%.

Este escenario, explica, implica una pronta recuperación en la actividad motivada por la temporalidad del shock y, de esta manera, por un deterioro moderado en el mercado laboral y la salud financiera de las empresas. Sin embargo, basados en los eventos de reciente ocurrencia al interior del país, así como en las experiencias de otras naciones, piensa que el golpe a la economía será de mucha mayor intensidad.

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Economía global, en su peor nivel desde Segunda Guerra Mundial

Durante las últimas semanas, el entorno económico global ha experimentado un ajuste inesperado y sin precedentes en la historia económica moderna como producto de la propagación acelerada del COVID-19.

Si bien, comenta, a inicios de año instituciones como el Fondo Monetario Internacional proyectaban un crecimiento del PIB mundial de 3.3% anual, en las últimas ocho semanas la cifra ha disminuido drásticamente y algunos estimados, como los del consenso, ahora esperan una variación del -3.3% anual, que sería la cifra más baja desde 1945.

Una de las principales características de la situación económica actual, explica, es la rapidez con la que se materializan los daños en la economía real.

Diversos datos alrededor del mundo dan muestra de la magnitud del impacto de las medidas de contención que se han aplicado. En China, durante el mes de febrero el Índice de Pedidos Manufactureros (PMI, por sus siglas en inglés) pasó de 50.0 a 35.7, el peor registro en la historia del indicador y consistente con una caída de más del 3.0% en el PIB del primer trimestre.

En Estados Unidos el número de solicitudes de seguro de desempleo acumuladas en las últimas dos semanas de marzo, fecha del inicio de la cuarentena en varias ciudades del país, fue de casi 10 millones. Esta última cifra estaría asociada a una tasa de desempleo mayor al 10%, nivel máximo alcanzado durante la crisis financiera de 2009.

Los datos, menciona Monex, muestran el tamaño del shock que se detona en la economía una vez que la contingencia de salud entra en su fase de contagios acelerados y mayores restricciones. A pesar de que para el caso de China el PMI de marzo registró una recuperación poderosa, la experiencia en el resto de las economías hace difícil pensar que el regreso a la senda del crecimiento será instantáneo.

Por el contrario, destaca, la descomposición del mercado laboral en EU superó ampliamente las expectativas ya negativas que se tenían y ante la prolongación de las medidas de cuarentena, por lo menos hasta finales de abril, es probable que el declive se intensifique.

La economía estadounidense podría contraerse durante los primeros tres trimestres del año, resultando en una tasa de contracción anual mayor al 5%, indicó el banco.

Inflación controlada

En cuanto a la inflación y tasa de referencia, Monex dice que las presiones sobre la inflación son balanceadas, aunque reconociendo que existe un horizonte de muy elevada incertidumbre en los próximos meses.

Al alza, el tipo de cambio ha registrado una depreciación de más de 20% en los últimos 30 días, además del incremento también de 20% en los salarios mínimos a inicio de año y los aumentos de precio que han tenido algunos agropecuarios durante las últimas semanas.

Con ello, la inflación ha repuntado desde el 2.98% en que cerró 2019, hasta 3.71% en la primera quincena de marzo.

A la baja, resalta el desplome de los precios de los energéticos, pues las referencias perdieron más de 30% en el último mes, y la muy amplia brecha del producto generada por la contingencia.

De estos efectos, Monex estima que la demanda enormemente debilitada será la principal contención para la inflación. A la par considera que, desafortunadamente, el deterioro en la estructura de costos de las empresas se desahogaría a través del empleo en lugar de mediante incrementos en precios. Por ello, mantenemos nuestra expectativa de que la inflación finalice el año en un nivel de 3.60%, con el componente subyacente llegando a 3.50%.

Adicionalmente, considera que, de mantenerse esa tendencia, Banco de México podría realizar ajustes adicionales a su tasa en 2020. Al momento, la postura de la institución ha sido de cautela y de paciencia, pues, aunque la Reserva Federal de Estados Unidos ha efectuado recortes por 150 puntos base en este año, Banxico lo ha hecho solo en 75 puntos.

Así, en la medida en la que la inflación no presente repuntes importantes durante las próximas 2 quincenas, la tasa mexicana podría disminuir en 50 pb durante la reunión del 14 de mayo, o de manera adelantada como sucedió con la decisión de marzo. Posteriormente, estimamos que el Banco Central realice un nuevo ajuste por 50 pb una vez descontados los shocks que pudieran presentarse en el segundo trimestre de 2020. Paridad peso-dólar y diferencial.

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Tipo de cambio bajo presión

Para los movimientos de tasas, el desempeño del tipo de cambio será una de las variables determinantes, reconoce Monex.

A pesar de que dentro de los reportes trimestrales de inflación de Banxico se han incluido investigaciones que concluyen que el traspaso de la depreciación del peso a la inflación ha disminuido recientemente, el tamaño de los movimientos ha sido significativo.

En los primeros tres meses del 2020, la moneda ha mostrado su mayor volatilidad en los últimos 20 años, y su comportamiento ha sido dominado por los cambios en la aversión a riesgos locales y globales.

La impresión de Monex es que el potencial de depreciación ante la incertidumbre en las condiciones generadas por la pandemia de coronavirus es todavía elevado, pudiendo presentar nuevos ajustes violentos en función del aumento en el número de casos y de la prolongación de las medidas de contingencia.

En el corto plazo, el riesgo de una rebaja en la calificación crediticia de Pemex por parte de Moody’s o S&P será uno de los principales catalizadores, pues ello colocaría a la deuda de la empresa en grado especulativo y ocasionaría una salida de capitales.

Ante el desplome de casi el 75% del valor de la mezcla mexicana de exportación en marzo, algunas agencias ya han realizado cambios en sus perspectivas para la paraestatal, por lo que la degradación de la nota podría suceder hacia finales de abril o inicios de mayo, coincidiendo con la presentación de resultados del primer trimestre.

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La magnitud de los ajustes al alza que ha presentado el tipo de cambio durante el mes pasado fue de 2.5% por día, por lo que, si la cotización de la divisa mexicana se mantiene por encima de los 24 pesos por dólar en abril, habría suficientes presiones para que el peso supere los 25 luego de la noticia.

Monex considera que la volatilidad podría disminuir entre junio y agosto ante una mayor claridad sobre el impacto de la epidemia y un mayor diferencial entre las tasas en pesos y en dólares respecto a inicio de año.

Sin embargo, hacia finales de 2020 las elecciones en Estados Unidos y el posible resurgimiento de las tensiones comerciales volverían a presionar al peso al alza. Por ello, ante un horizonte de riesgos complejo, Monex modificó su estimado para cierre de año a un nivel de 25.10 pesos por dólar.

autor Equipo de jóvenes periodistas cuyo objetivo es explicar las noticias más relevantes de negocios, economía y finanzas. Nos apasiona contar historias y creemos en el periodismo ciudadano y de servicio.
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