Los analistas creen que la economía no caerá en recesión (por ahora)
La ralentización del crecimiento de la economía es un hecho y las naciones en desarrollo poco pueden hacer, aunque los analistas aún no esperan una recesión
Los próximos meses marcarán el ritmo económico hacia una desaceleración global, más no una recesión, cuando menos las tres grandes regiones o países así lo manifiestan en sus cifras más recientes. Sin embargo, los datos y trayectorias de otras naciones menos desarrolladas están por evaluarse.
De acuerdo con cifras de expertos en instituciones como JP Morgan, Bank of América, Credit Suisse y Natixis IM, la tendencia de economías como la de Estados Unidos, China y la Unión Europea, tenderá a ser menos dinámica de lo esperado, pero todavía no en una etapa de recesión, aunque seguirán acercándose a ella si consideramos que crecerán menos los próximos trimestres.
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Las tres grandes economías del mundo, lo que se espera
En el caso de Estados Unidos, la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) rondará los próximos 2 o 3 trimestres alrededor de 2% como mínimo y 2.5% como máximo. Una tasa en este nivel es relativamente modesta, pero no lo suficiente para prender las alarmas de los economistas quienes apuestan a que el país llegue sin problemas a 10 años de crecimiento ininterrumpido, el mayor periodo de expansión de la historia del país.
En el caso de China, la tasa esperada rondará entre 5 y 6%, mínima y máxima. También una tasa modesta con respecto a otras épocas cuando llegó a crecer a 15% anual, pero todavía no para llenar a pánico a la economía mundial.
En la Unión Europea el panorama es un poco más preocupante, la expectativa promedio de crecimiento del PIB será de 1%, una tasa muy baja pero que lleva varios trimestres sin poder superar, aunque tampoco baja de dichos niveles. Si lo vemos, esta parte del mundo es la economía que más cerca podría estar de una recesión entre las economías más grandes del planeta, aunque ni siquiera así los expertos esperan, hasta el momento, que llegue a colocarse en dicha situación.
Así, la continua debilidad en la manufactura y el comercio no debería ser una sorpresa, pero los sectores de servicios se mantienen estables, e incluso registraron un leve repunte en junio. En general, se espera un crecimiento más lento pero estable en torno a los niveles de la tendencia en las principales economías. A pesar de la reciente tregua, es probable que la incertidumbre por la disputa comercial entre Estados Unidos y China continúe influyendo en el ánimo, aumentando los riesgos de una desaceleración. No obstante, los expertos consideran que ello no apunta una inevitable recesión, no todavía.
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Los acuerdos de Osaka
La reciente cumbre en Japón dejó algunas esperanzas, aunque nada espectacular, quizás solo la posibilidad de que la economía mundial no empeore en los próximos meses; por una parte, fue el marco de una nueva tregua en la disputa comercial entre Estados Unidos y China, pero no hay motivos para una pronta resolución dado el menor costo político.
Entre más se acerque el periodo electoral en Estados Unidos, más probablemente Trump se preocupará por el crecimiento y, por lo tanto, habrá presión para llegar a un acuerdo.
Por ahora, este país no impondrá aranceles del 25% sobre el resto de las importaciones chinas, mientras que China comprará más productos agrícolas estadounidenses y la contraparte se retractará de Huawei. Por ahora, a pesar de la amenaza de aranceles adicionales para Europa debido al conflicto de Airbus, el viejo continente ha escapado de la ira de Trump, aunque sigue estancado por las consecuencias de la disputa entre Estados Unidos y China, con poco poder para cambiar la situación. Una cosa a considerar es que, si bien la tregua es positiva, todavía estamos en un entorno de aranceles más altos y mayor incertidumbre, como lo demuestra la escalada de la disputa comercial en mayo.
En resumen, la economía mundial se desacelera cada vez un poco más, aunque los expertos consideran poco probable por el momento una recesión, pero también un repunte económico; algo también es cierto, a dichas fuerzas económicas están sujetas las naciones en desarrollo, se quiera reconocer o no.
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