Buscador
Ver revista digital
Economía

Alertas amarillas cerca del rojo: Inflación de EU se dispara a máximos de 13 años

11-06-2021, 6:10:00 AM Por:
© Depositphotos

Para México no es una noticia menor, hay un intercambio comercial entre ambas naciones tan intenso, que habrá consecuencias.

La alerta amarilla generada por la inflación en todo el mundo ya preocupa mucho más, al grado de que los focos están a punto de pasar al color rojo por el impulso de los precios generales.

Sobre todo, en Estados Unidos, la mayor economía del planeta, país con un nivel de inflación que no se había observado en más de una década. Es mucho lo que está en juego, y eso incluye la viabilidad de la política monetaria del país, los efectos de los estímulos fiscales, así como la estabilidad económica y financiera.

Inflación se disparó a 5%

Ayer jueves, la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS por sus siglas en inglés), publicó que la tasa de inflación durante mayo en Estados Unidos se ubicó en 5 por ciento anual. Se trata del sexto mes consecutivo de incremento inflacionario, así como la mayor lectura mensual desde agosto de 2008, casi 13 años. El consenso del mercado se ubicaba en 4.8 por ciento anual.

El dato es clave por muchas cosas, entre ellas porque se presenta a una semana de la reunión de política monetaria del Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos, la poderosa Fed.

Aunque la propia Fed ha dicho que está dispuesta a aceptar en forma transitoria una inflación más alta en algunos sectores, el punto es que no se sabe en qué sectores ni por cuánto tiempo. Recordemos que para la Fed el tiempo es algo muy relativo.

Nuevamente, los precios de los energéticos han sido factor determinante para el aumento de la tasa inflacionaria, lo que genera un efecto multiplicador en la economía por la influencia que tiene esta variable en otros productos y servicios del día a día.

Y si la tasa general de la inflación se impulsó a niveles no observados en prácticamente 13 años, la inflación subyacente-aquella que no pondera ni alimentos frescos ni energía- se disparó a 3.8 por ciento, tasa que no se observaba en la economía estadounidense desde principios de 1992, es decir hace 29 años.

La reapertura económica ha provocado trastornos que amenazan la estabilidad económica, a pesar de que la propia Fed ha llamado a la calma.

El hecho es que algunos componentes para calcular la inflación en Estados Unidos ya reflejan crecimientos históricos en sus precios, destaca el caso de los automóviles de segunda mano y la energía. En el caso de la energía ya se reporta una tasa de inflación anual de 28 por ciento, mientras que para el primer caso el repunte es de 30 por ciento.

Este aumento de los autos usados no sólo refleja el impacto directo que recibe de los energéticos, sino también la histórica escasez de microchips que ha impulsado los precios en una espiral que parece no encontrar techo, por el acelerado ritmo de la demanda de los automóviles usados.

Esto último, el aumento de la demanda es un factor esencial para entender el repunte inflacionario y también sirve para dibujar un escenario sobre las consecuencias que esto tendría para México.

Pero antes de entrar en ese tema, es importante conocer otros detalles del aumento de la inflación en Estados Unidos. Los precios de los servicios de transporte ya subieron 11 por ciento en un año; los servicios para restaurante y los precios de las comidas preparadas han avanzado 3 por ciento, mientras que la ropa sube ya 5.6 por ciento anual. Todos estos artículos se ponderan para calcular el índice inflacionario.

Como decíamos, el aumento de la demanda por la reapertura económica y otros factores, es un determinante para el incremento de los precios.

Así, de acuerdo con el reporte oficial este aumento de precios en la economía número uno del planeta está determinado en gran medida por la escasez de chips semiconductores, el aumento de los precios de los fletes y viajes, así como el repunte de precios en las materias primas.

Mención aparte merece el aumento en la demanda de mano de obra, porque ya estamos frente a una situación casi inédita; pocas veces en la historia económica de Estados Unidos la demanda de trabajadores, mano de obra, se ha constituido como factor de presión inflacionaria.

Con todo y que se calcula que aproximadamente 30 por ciento de los puestos de trabajo borrados durante la pandemia no se han recuperado, las empresas actualmente se pelean por contratar trabajadores, especialmente calificados. Ante la escasez de trabajadores debido a que los estímulos fiscales han desincentivado la búsqueda de trabajo, las empresas tienen que subir los salarios.

Todos estos factores, más otros, son el “combustible inflacionario” que para algunos amenaza con desbocar el crecimiento de precios, a pesar de que la Fed diga lo contrario; en una semana sabremos si ha modificado su visión al respecto.

Inflación multiplica meta de Fed

Para tener una idea de los niveles que ha tocado la inflación en estos meses, es importante recordar que la meta anual inflacionaria del banco central del país, la Fed, se ubica en 2 por ciento. Es decir, al mes de mayo la inflación general es más del doble de la meta de que fijó la Fed.

La Fed argumenta que la legislación le otorga potestades para que, de acuerdo con su criterio, sea capaz de tolerar desviaciones de la inflación general o de algunos sectores que la componen, siempre y cuando sea por un tiempo transitorio (no especificado), para compensar periodos de baja inflación.

Lo cierto es que nadie sabe hasta dónde y hasta cuándo la Fed tomará decisiones al respecto, los mercados saben que el banco central puede tomar medidas en cualquier momento, o tardar mucho más, ese es su reto, adivinar el momento.

México, impacto inevitable

Para México la pregunta no es si lo que sucede en Estados Unidos con la inflación impactará en el mismo indicador nacional.

Es un hecho que el repunte de la inflación va a presionar los precios generales en México, ya lo hace. Con un intercambio comercial de miles de millones de dólares, de los cuales muchos son por concepto de exportaciones del país a Estados Unidos, es decir intercambio generado a partir de la demanda de una economía que tiene un repunte de inflación no observado en más de una década, lo raro es que no hubiera efectos en nuestro país.

Lo que sí está a discusión, es lo que hará el banco central mexicano en caso de que este periodo de alta inflación se prolongue más allá del primer semestre del año. Algunos análisis consideran que la Fed podría esperar el mes de julio para ver si la inflación cede, de lo contrario habría fuertes posibilidades de que tome cartas en el asunto, algo que también repercutirá en México sí, o sí.

Comentarios