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Cómo impulsar el crecimiento de las Pymes con diferentes esquemas de financiamiento

07-08-2024, 6:00:00 AM Por:
Cómo impulsar el crecimiento de las Pymes con diferentes esquemas de financiamiento
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El tipo de financiamiento dependerá de las necesidades específicas de cada empresa.

Por Alejandro Álvarez*

El financiamiento empresarial no solo es necesario en tiempos difíciles, a lo largo de todo el ciclo de vida de una empresa también es muy útil. Ya sea para cumplir con determinadas obligaciones o para sustentar inversiones, contar con financiamiento es crucial. Cuando éste se contempla como parte de una estrategia global de crecimiento, se convierte en un instrumento valioso que acelera el cumplimiento de metas empresariales.

Consideraciones clave al elegir un financiamiento

El tipo de financiamiento dependerá de las necesidades específicas de cada empresa. Si el objetivo es acceder a maquinaria o equipos, existen tipos de financiamiento como el arrendamiento puro, que permite incorporar activos a cambio de una renta sin necesidad de una compra inmediata, evitando así el riesgo de descapitalización. En cambio, si la empresa necesita financiamiento a corto plazo para enfrentar deudas, es probable que recurramos a un crédito simple o al factoraje financiero.

Antes de buscarlo, es crucial hacer una evaluación interna para determinar cuánto dinero se necesita y cuál es la capacidad de pago, lo cual dará la posibilidad de proyectar las finanzas y analizar la viabilidad de contraer deudas, comprendiendo plenamente el costo de cada alternativa.

Si lo que se requiere es financiamiento para comprar una máquina de alto costo, el retorno de la inversión puede tardar más tiempo en comparación con un esquema como el arrendamiento. Los intereses de un crédito de gran magnitud suelen ser más altos que la renta del activo, lo que puede afectar la rentabilidad a corto plazo.

Algunos esquemas de financiamiento ofrecen beneficios que favorecen la rentabilidad de la operación. Por ejemplo, en el caso del arrendamiento puro, podemos deducir el 100% de las rentas y, al finalizar el contrato, renovar los activos, evitando así el riesgo de obsolescencia. En el arrendamiento financiero, es posible deducir el 100% de los intereses y la depreciación del activo, además de contar con la opción de compra al finalizar el contrato. Por su parte, el crédito empresarial permite obtener recursos de libre disposición y pagarlos a través de cuotas, facilitando la inyección de liquidez.

Existen diversas instituciones financieras que facilitan el acceso a estas alternativas, ampliando la oferta que muchas veces los bancos no pueden ofrecer al tener un catálogo de productos definido. Estas instituciones proporcionan opciones flexibles y adaptadas a las necesidades específicas de las pymes, lo que les permite acceder a financiamiento en condiciones más favorables y con mayor rapidez.

Beneficios del financiamiento externo

El crecimiento de una empresa depende, en gran medida, del acceso a esquemas de financiamiento. Si bien el financiamiento interno tiene el beneficio de no generar deudas, también presenta limitaciones y su abuso puede poner en riesgo la liquidez. En este sentido, el financiamiento externo nos permite seguir creciendo cuando los recursos propios son insuficientes o existe una alta probabilidad de descapitalización.

El capital externo proporciona liquidez inmediata a la empresa para cubrir cualquier necesidad, ya sea deudas o inversiones. Esta inyección de liquidez permite a las empresas enfrentar sus obligaciones inmediatas y continuar con sus planes de crecimiento sin interrupciones. Además, permite acceder a activos que mejoran la competitividad sin descapitalizar el negocio ni obligándolo a vender otros activos valiosos.

Este acceso a recursos adicionales facilita enfrentar diversos escenarios exitosamente, como incrementar la cuota de materias primas o abrir nuevas sucursales. Al no depender exclusivamente de fondos propios, las empresas pueden mantener su competitividad y aprovechar nuevas oportunidades de mercado.

Existen diversos tipos de financiamiento externo que ofrecen beneficios tributarios, potenciando la rentabilidad del negocio. Por ejemplo, el arrendamiento puro permite deducir el 100% de las rentas, mientras que el arrendamiento financiero permite deducir la depreciación y los intereses reales. Estas ventajas fiscales no solo mejoran la rentabilidad, sino que también facilitan una gestión financiera más eficiente y sostenible a largo plazo.

En conclusión, los esquemas de financiamiento son herramientas útiles para las pymes, y elegir el ideal para cada empresa es un proceso complejo y estratégico que debe estudiarse con detenimiento. La diversidad de estos mecanismos representa una gran oportunidad empresarial, proporcionando recursos necesarios para el crecimiento y sostenibilidad a largo plazo.

*Alejandro Álvarez es Chief Marketing Officer de Engen Capital.

Nota del editor: Este texto pertenece a nuestra sección de Opinión y refleja únicamente la visión del autor, no necesariamente el punto de vista de Alto Nivel.

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autor Director de Mercadotecnia en Engen Capital desde 2012, con más de 14 años en liderazgo financiero y marketing en GE, Danone, WPP.

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