¿Cómo elegir un coach para mi empresa?

Empleados proactivos, dinámicos, creativos, capaces y con iniciativa son algunos de los resultados que se obtienen del coaching. Y es que este método puede ser la mejor forma de sacar partido a tu empresa.

Sin embargo, estos tan esperados efectos se consiguen siempre y cuando elijas al coach correcto, ya que para asegurar el éxito de una organización no existe aún una receta mágica.

Por ello, encontrar a la persona adecuada, que tendrá la responsabilidad de dirigir, guiar y motivar a los trabajadores, es parte fundamental dentro del proceso de cualquier empresa que se anime a utilizar esta técnica.

La responsabilidad del coach
El coaching se caracteriza por ser un entrenamiento a un grupo de personas, con la intención concreta de alcanzar una meta deseada. A través de esta modalidad, se pueden potenciar las capacidades y desarrollar nuevas habilidades de los empleados.

Pero como dijimos anteriormente, las charlas, seminarios y talleres motivacionales surgirán buen efecto dependiendo de quién las lleve a cabo.

Este coach o entrenador debe cumplir una serie de requisitos que debes considerar de acuerdo a qué busques lograr en tu compañía.

Así, el primer paso es decidir qué tipo de coaching necesitas realizar. Puede ser coaching personal, ejecutivo o exclusivo para altos mandos.

No olvides que instaurar coaching en una empresa es un proceso que lleva tiempo y adaptación; sin embargo, una vez que lo implementes verás que el sacrificio vale la pena y estarás en mejores condiciones de actuar en un mercado competitivo y globalizado.

Tips para elegir al coach
Si es primera vez que vas a aplicar esta metodología a la empresa, es bueno que consideres estos tips para contratar al coach adecuado:

· Debe manifestar complicidad con la persona que lo contrata. Así, tendrás certeza que la información que él maneje estará segura.

· Tiene que demostrar ser profesional y experto en la materia que trabajará. Pídele antecedentes, certificaciones y resultados anteriores. No pienses que mientras más caro su servicio será mejor.

· Elige una persona que transmita certeza y confianza, de otra forma será imposible que persuada a los trabajadores para conseguir cambios.

· Un buen coach sabe que antes de comenzar a trabajar, tiene que firmar una garantía de que se conseguirán los resultados esperados. Así, existe un compromiso previo de que todo saldrá como se desea.

· Es necesario coordinar los límites de tiempo en que se verán los primeros resultados. De esta forma, el coach demuestra que tiene claridad en el número de sesiones que precisa para finalizar el entrenamiento.

· El coach debe tener una metodología que se adapte a la necesidad de la empresa. En este sentido, la persona que lo contrata debe sentirse a gusto con las herramientas que se utilizarán para trabajar, para que pueda asegurar el éxito de esta práctica.

Llevando a cabo estos consejos, es posible que el resultado de negocio sea el mejor al aplicar el coaching, ya que el triunfo o fracaso de esta metodología dependerá únicamente del ajuste del programa a las necesidades y de la capacidad del coach para emprender esta tarea.

En este sentido, no hay que tener miedo a correr riesgos. “Donde hay una empresa de éxito, alguien tomó alguna vez una decisión valiente”, dijo en una ocasión el padre del management moderno, Peter Drucker. ¿Tú ya la tomaste?
 
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