¿Cómo añadir la Inteligencia Artificial a tu portafolio de inversión?
Aunque la IA puede impulsar la economía y la productividad, es necesario no dejarte llevar por la euforia al invertir en este sector.
La inteligencia artificial (IA) tiene un gran potencial para impulsar la productividad y el crecimiento económico en el futuro, pero no es la solución inmediata para los desafíos económicos actuales ni justifica las valoraciones elevadas de muchas acciones.
Joe Davis, economista en jefe de Vanguard, sostiene que aunque la IA puede transformar el panorama laboral a largo plazo, los inversionistas deben ser cautelosos al esperar que esto ocurra rápidamente o que impacte sustancialmente en las ganancias corporativas en el corto plazo.
Inversiones en IA: ¿1 billón de dólares para el 2025?
Uno de los grandes argumentos en los círculos de tecnología es que las empresas invertirán 1 billón de dólares en IA en los próximos años. Sin embargo, Davis es escéptico ante este pronóstico para el corto plazo.
Se estima que las inversiones en IA en Estados Unidos apenas alcanzaron los 67,000 millones de dólares el año pasado, y aunque se espera un crecimiento en la inversión, esta cantidad no alcanzaría el trillón de dólares antes del 2025.
Incluso con un crecimiento acelerado de la inversión en IA, que podría duplicarse en los próximos años, las cifras proyectadas estarían lejos del trillón necesario para impulsar un crecimiento económico significativo. Davis prevé que la economía de Estados Unidos crezca solo entre un 1% y 1.5% en 2025, una cifra modesta que no sugiere un auge impulsado por la IA en ese plazo.
¿Acciones sobrevaloradas?
El entusiasmo por la IA parece haber impulsado el interés por las acciones, especialmente en el sector growth, que actualmente está sobrevalorado en aproximadamente un 32% según el modelo ajustado de precios a ganancias de Vanguard.
Aunque las expectativas de crecimiento económico impulsado por la IA son altas, Davis advierte que los inversionistas deben ser cautelosos. Las ganancias corporativas tendrían que aumentar un 40% anual durante tres años para que los mercados de acciones vuelvan a sus valores justos, lo cual es improbable en el entorno económico actual.
A largo plazo: productividad vs. desafíos estructurales
El potencial de la IA para aumentar la productividad es real, pero no está garantizado. Según Davis, la probabilidad de que la IA impulse un crecimiento significativo en la productividad laboral está entre el 45% y 55%.
De cumplirse ese escenario, el crecimiento económico anual podría alcanzar un 3.1% entre 2028 y 2040. Sin embargo, también existe un riesgo considerable, del 30% al 40%, de que los beneficios sean modestos y no suficientes para contrarrestar los crecientes déficits gubernamentales y otros factores estructurales.
Prudencia para los inversionistas
Ante esta realidad, Davis aconseja a los inversionistas gestionar sus expectativas y mantener portafolios diversificados que reflejen tanto su tolerancia al riesgo como sus horizontes de inversión.
A medida que los mercados ajustan las valoraciones de las acciones, las caídas periódicas de precios podrían ser una oportunidad para que estos se acerquen a sus valores reales.
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