Cavas y maridaje, lo que puedes encontrar en vuelos internacionales de alta gama

Una manera en que las aerolíneas retribuyen a sus clientes su elección y la compra de un vuelo de mayor precio, es a través de vinos de alta calidad.
Viajar en avión no siempre es la experiencia más placentera. Lo sabemos.
Los preparativos para llegar a tiempo al aeropuerto, las horas de espera para despegar y el molesto jetlag se suman a las horas de vuelo.
Aquí es donde las amenidades de las aerolíneas toman mayor relevancia, más allá de sus salas VIP en los aeropuertos, en las que las personas viajeras pueden encontrar alimentos de calidad, duchas, áreas de descanso e, incluso, check in prioritario.
En particular, me refiero a la experiencia de usuario en vuelo, que es donde el boleto de clase turista se diferencia (por mucho) de la Business y la First Class. En este terreno es donde un elemento, que puede parecer secundario, juega gran relevancia: la cava de cada línea aérea.
¿Qué bebidas esperar cuando viajas en un vuelo de clase superior?
Una manera en que las aerolíneas retribuyen a sus clientes su elección y la compra de un vuelo de mayor precio, es a través de vinos de alta calidad.
Estos se pueden distinguir por su sabor, marca o las regiones productoras seleccionadas.
Así, destacan Singapore Arlines con Krug (champán) y Château Cos d’Estournel (cuyo precio ronda los 4 mil 500 pesos); Emirates con Dom Pérignon (champán) y Château Margaux (con precios que rondan los 28 mil pesos, según la cosecha); y Qatar con Airways y Laurent-Perrier Grand Siècle (champán) y Château Haut-Brion (con un precio aproximado en México de 2 mil 500 pesos).
Estas bebidas proceden de regiones como Champagne, obviamente, pero también de Burdeos, Borgoña y, en el caso de otras empresas, también del Valle de Napa.
Lo anterior sin descontar que, como viajante, puedes encontrar marcas como Ridge Vineyards (British Airways) y Penfolds Grange (Air France), entre muchas otras.

¿A qué obedece la selección de sus vinos?
Parte del servicio aéreo, sobre todo en vuelos de larga duración, tiene que ver con la alimentación.
Por ello, la cuidadosa selección de vinos que llevan a cabo las aerolíneas es realizada en colaboración con sommeliers y expertos en la materia.
Así, la oferta de estas empresas se equilibra con un abanico de tintos, blancos y espumosos, con el objetivo de maridar adecuadamente con los platillos que sirven a bordo.
No es casual que algunas aerolíneas ajusten su selección de vinos según la ruta o que, en ocasiones, la elección se relacione con los gustos locales, sin demeritar la calidad. Aeroméxico, por ejemplo, ofrece en su Clase Premier bizcochería del afamado y galardonado restaurante Rosetta.
Esto, sin duda, consigue en muchos de los casos agradar el paladar de las y los viajeros, así como retribuir la preferencia.
Como en el tango, para maridar, se necesitan dos
No es de extrañar que pagar cuantiosas sumas por un pasaje aéreo permita al viajero paladear manjares que enriquecen su experiencia de vuelo.
Por ello, las empresas de este tipo de transporte se esmeran por tener entre su lista de colaboradores a chefs de gran renombre a nivel internacional.
Uno de estos ejemplos es Georges Blanc, cuyo restaurante Vonnas ha ganado tres Estrellas Michelin y quien, en algún momento, asesoró a Singapore Airlines para elaborar su oferta culinaria.
Otros casos similares son los de de Michel Roth y Régis Marcon, este último propietario del Hôtel Le Clos des Cimes. Ellos, en mancuerna con Japan Airlines, han creado uniones memorables entre vinos y los platillos que se sirven a bordo. No está de más referir que ambos han sido ganadores de Estrellas Michelin.
Y ya que hablamos de vencer grandes distancias a bordo de un avión en primera clase, ¿por qué no mencionar al chef Yoshihiro Murata, quien ha llevado a la comida tradicional japonesa más allá sus fronteras, colocándola en el conocimiento internacional, gracias a su trabajo con la alemana Lufthansa, donde el sushi, la carne wagyu y el Kaiseki, han satisfecho los paladares más exigentes.
Gracias a este ganador del American Express Icon Award 2020, la cocina del milenario imperio ha viajado más millas de lo imaginado.
Por si esto fuera poco, debe mencionarse que la variedad de platillos no sólo perteneciente a la alta cocina, sino que es tan amplia como las rutas que nos conectan hoy en día. Así, los viajantes pueden acceder a comida de alta gama, sin perder la frescura o, en su caso, con la opción de degustar platillos sin proteínas animales.
¡Ah! Olvidaba mencionar que la compra de un pasaje en clase superior permite al pasajero acceder a servicios como el “Book the Cook” que, en algunos casos, brinda la posibilidad de preseleccionar los platillos antes del vuelo.
“No sólo de pan vive el hombre”
Ya vimos que, en materia de experiencia enológica, las líneas aéreas cuidan hasta el mínimo detalle tratándose de sus vuelos Business y First Class.
Sin embargo, no podemos cerrar esta nota sin señalar que estas empresas se esfuerzan también por distinguirse con artículos de primera necesidad, pero de calidad superior con las que agradan a sus clientes.
Por ello, es común encontrar productos de marcas como Lalique (cremas, bálsamos y fragancias) a bordo de Singapore Airlines, Bvlgari en las aeronaves de Emirates, así como artículos de cuidado personal de Castello Monte Vibiano, en los aviones de Qatar Airways.
¿Qué otra experiencia a nivel culinario y enológico nos puedes compartir?
MÁS NOTICIAS:
- Adiós al INAI: Esto pierde México en transparencia y acceso a la información
- Johnson & Johnson anuncia inversión por 55,000 mdd en Estados Unidos
- Fed registra pérdidas por 77,600 mdd en 2024: hila dos años en déficit
- Dow Jones avanza 1.2% e interrumpe racha de dos semanas de pérdidas
- Musk, ¿en crisis? La cifra de dueños que reemplazan sus Tesla alcanza máximos históricos
