Salvador Cienfuegos fue trasladado en secreto a Nueva York
La acusación penal en contra de Salvador Cienfuegos Zepeda se formalizó en Estados Unidos en agosto de 2019 y desde enero se consideraba prófugo de la justicia.
Salvador Cienfuegos Zepeda, exsecretario de la Defensa Nacional (2012-2018), ya fue trasladado a la ciudad de Nueva York para que continúe su proceso ante la Corte del Distrito Este de esa metrópoli, instancia que sostiene en contra del militar retirado tres cargos de conspiración para importar y distribuir heroína, cocaína, metanfetaminas y marihuana, y un cargo de conspiración por lavado de dinero procedente del narcotráfico.
De acuerdo con documentos oficiales a los que tuvo acceso ALTO NIVEL, la orden de traslado fue autorizada por el juez de la Corte del Distrito Central de California, Alexander F. MacKinno, desde el 23 de octubre pasado, con efectos a partir del día 26 de ese mes, aunque por razones de seguridad, la transferencia se dio a conocer hasta la noche del lunes, cuando el viaje de Cienfuegos Zepeda ya se había concretado.
La Oficina Federal de Prisiones estadounidense declinó informar el lugar de detención donde permanecerá el exfuncionario, aunque previsiblemente podría estar recluido en el Centro Correccional Metropolitano de Nueva York, que se ubica al sur de la isla de Manhattan, cerca del puente de Brooklyn, donde también estuvo, mientras era procesado, Joaquín Guzmán Loera, el Chapo Guzmán.
En su primera comparecencia en la Corte de California, el pasado 20 de octubre, cinco días después de haber sido apresado en el aeropuerto de Los Ángeles, el exfuncionario mexicano fue representado por el litigante Duane R. Lyons, adscrito al bufete Quinn Emanuel Urquhart & Sullivan, firma de abogados que tiene sedes en 10 ciudades de Estados Unidos, y en varios países de Europa y Asia.
Hasta este martes no se ha notificado a la Corte neoyorquina ningún cambio en cuanto a la defensa del general en retiro, a quien se le asignó el registro número 66454-112 como detenido.
Fugitivo en secreto
La acusación penal en contra de Salvador Cienfuegos Zepeda se formalizó en Estados Unidos en agosto de 2019, aunque no se hizo pública hasta la detención del exfuncionario el mes pasado. Los hechos presuntamente delictivos que habría cometido el extitular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ocurrieron entre 2015 y 2017.
Cienfuegos, quien no pudo obtener su libertad bajo fianza, se le consideraba prófugo de la justicia desde el 17 de enero de 2020, según dos reportes de la Fiscalía de la Corte del Distrito Este de Nueva York, enviados a la jueza Carol Bagley Amon.
En los documentos se asegura que, en enero y en julio de 2020, el acusado se mantenía como fugitivo, y que el gobierno estadounidense no tenía una fecha cierta para su arresto. “El gobierno está trabajando en diferentes opciones para detener al acusado”, se anotó.
La Fiscalía aseguró, desde el 14 de agosto del año pasado, que contaba con evidencia de las presuntas actividades delictivas del exsecretario de la Defensa mexicano, aunque los detalles sobre la misma permanecieron sellados hasta el arresto de Cienfuegos.
Entre las pruebas que dicen tener los fiscales Seth D. DuCharme y Michael P. Robotti, están “miles de comunicaciones interceptadas” que el general, “y otros oficiales corruptos”, habrían tenido con miembros del cártel H-2, una organización que dirigía el narcotraficante Juan Francisco Patrón Sánchez, quien murió en un enfrentamiento con la Secretaría de Marina en febrero de 2017.
Esas comunicaciones interceptadas al general “se corroboran con numerosas incautaciones de drogas, de cientos de kilogramos de cocaína, heroína y metanfetaminas, así como la incautación de cientos de miles de dólares”, según la Fiscalía.
Testigos declarantes
Para robustecer el caso en contra de Cienfuegos, los fiscales estadounidenses también han contado con la colaboración de testigos que desde 2019 han declarado la presunta participación del militar en actividades del narcotráfico.
Tal y como ocurrió en el proceso en contra del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, los testigos de cargo en contra del extitular de la Sedena podrían comparecer en el juicio, aunque los pormenores de sus dichos no siempre se hacen públicos, pues eso depende de lo que determine el juez de la causa.
Esos testigos, que usualmente son delincuentes ya condenados, suelen obtener algunos beneficios de parte del gobierno de Estados Unidos a cambio de proporcionar información para conseguir nuevas condenas. Así ocurrió tanto en el caso del Chapo Guzmán, como en la acusación en contra del exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, quien desde diciembre de 2019 también permanece detenido en Nueva York, a la espera de que inicie su juicio.
La única diferencia es que, en esta ocasión, es la primera vez en la que se juzgará en el país vecino a quien fuera el máximo dirigente del Ejército mexicano, después del presidente de la República.
De ser encontrado culpable de los cuatro cargos por los que se le acusa, Salvador Cienfuegos Zepeda, de 72 años, podría ser condenado a una pena de cadena perpetua, al menos esa ha sido la apreciación preliminar de los fiscales.
Surya Palacios Periodista y abogada, especialista en análisis jurídico y de derechos humanos. Ha sido reportera, conductora de radio y editora.