Rompe pdlc paradigmas en el derecho mexicano
Este despacho legal mexicano se caracteriza por ofrecer un trato cercano a la gente y un servicio a la medida de las necesidades de cada negocio, desde startups hasta corporativos.
Los temas legales pueden parecer complicados y engorrosos, los abogados lejanos a la gente, acartonados y hasta hoscos. Sin embargo, son necesarios para cualquier negocio que quiera crecer de manera ordenada sin caer en ningún incumplimiento.
Hace nueve años Mauricio Portillo Barragán, junto con su amigo y ahora socio Edgar de la Cruz, fundó un despacho boutique especializado en temas corporativos y fiscales. Entonces se dio cuenta de que las empresas tenían la necesidad de contar con un aliado que les ayudara a resolver todos sus problemas legales y además que les brindara un acompañamiento personalizado y a la medida de sus necesidades.
“Queríamos mostrar una nueva cara del mundo del derecho, más moderna, pero con los mismos valores de los grandes despachos en México”, cuenta Mauricio. Fue así que crearon pdlc, una firma que rompe paradigmas en el mundo de la abogacía.
“Desde 2012 nos hemos distinguido por la amplia experiencia que respalda a cada miembro del equipo y que se refleja en la calidad y el buen servicio que proporcionamos. Desde entonces, tenemos claro que nuestros clientes son lo más importante y estamos dispuestos a hacer historia junto con ellos”, dice Portillo Barragán en entrevista para Alto Nivel.
¿Cómo lo logran? Rompiendo los cánones establecidos y adecuándose a la nueva era de hacer negocios. Sus servicios se distinguen sobre todo por sus capacidades y cercanía con el cliente. “No somos solamente tus abogados, sino que trabajamos profesionalmente para ser tus aliados y que, hombro con hombro, cimentemos esa base sólida que necesita tu negocio”, insiste el entrevistado.
Actualmente pdlc brinda servicios tanto a corporativos como a startups y cuenta con un abanico de servicios que van desde el derecho corporativo, fiscal, propiedad intelectual, migratorio, laboral, contabilidad, litigio civil y mercantil. “Es muy importante que en una sola mesa haya una solución integral a los problemas de cada uno de nuestros clientes y por eso es que decidimos hacernos una firma de servicios integrales”, explica el abogado.
Ir en contra de los cánones
El despacho que comenzó como Portillo y De la Cruz y ahora se identifica con el acrónimo pdlc se ha constituido ya como una firma multisoluciones y está a punto de cumplir una década de existencia. Para Mauricio el reto más importante ha sido cambiar la concepción del abogado acartonado y que solo cumple protocolos, comenzando por cambiar el antiguo cliché de esta profesión y teniendo empatía y cercanía con sus clientes. “Hemos querido llevar la firma a un lugar en donde podamos entendernos con las personas que hoy están haciendo negocios. Ahora vemos dentro de los líderes de Fortune 500 cada vez gente con menos edad y con más dinero liderando los mejores y más grandes proyectos. Es gente con la que tienes que entender y muchas veces este protocolo hace de entrada una barrera que no te permita hablar el mismo idioma”, comenta.
En esta última década pdlc ha brindado sus servicios tanto a grandes corporativos, empresas transnacionales, compañías en la industria petroquímica, como a startups y emprendedores que comenzaron a crear sus negocios y confiaron en la firma. “para nosotros no hay cliente pequeño y atendemos a cualquier perfil de cliente. Esto nos ha permitido atender a los clientes desde diferentes perspectivas”, explica Mauricio. Es algo que les da certeza y les permite ofrecer las mejores soluciones.
Crecer de la mano de los clientes
Mauricio reconoce que el crecimiento que ha tenido pdlc no se habría podido dar sin la confianza de cientos de clientes que han confiado en sus servicios, entre los que destacan: Kavak, Alsea, Hasbro, Inégnico, etc. Un caso emblemático para la firma es TERAN TBWA. “Es una empresa que con la que hemos crecido de la mano y a la que hemos acompañado en grandes procesos. Es una agencia que nos ha retado intelectualmente todo el tiempo por su línea de negocios y el tipo de clientes que tiene. Las campañas que realiza cuentan con nuestra asesoría legal. Es un caso que queremos mucho y que nos enriquece”.
La firma cuenta actualmente con cinco socios y un equipo de 55 personas. Algo importante, dice Mauricio, es formar a las nuevas generaciones. ¿Cuál es la clave para lograrlo? El entrevistado considera que la mejor manera de transmitir la cultura que ha consolidado a pdlc es con el ejemplo y estructuras horizontales.
Por eso, al interior de la firma hay una estructura colaborativa y flexible. Los nuevos talentos se integran a las labores cotidianas con los socios, acompañan a las reuniones y participan en la toma de decisiones. Esto ha ayudado a permear los valores entre todos los colaboradores.
Mauricio considera que el reto para el gremio sigue siendo la modernización y la adopción tecnológica. “Todavía ‘papelito habla’, las organizaciones quieren tenerlo todo con firma autógrafa y en papel guardado en un cajón bajo llave. El derecho no tiene por qué quedarse atrás, debe evolucionar a los nuevos medios de formalización de contratos, las nuevas formas de comunicación e interacción”, dice el socio fundador de la firma pdlc.
Para el futuro Mauricio prevé mucho crecimiento. “Tenemos ya muchos clientes a nivel local que coinciden con nuestros valores. Lo que viene es un proceso de crecimiento y expansión”.
