¿Qué es la parálisis de Bell, provocada en algunos voluntarios de vacuna de Pfizer?
La parálisis de Bell o parálisis facial es un trastorno del nervio que afecta los músculos de la cara y que se ha presentado en cuatro voluntarios de la vacuna de Pfizer.
En días recientes, la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés), reportó que cuatro voluntarios de los que se han colocado la vacuna de Pfizer contra el coronavirus han sufrido parálisis de Bell.
Y aunque, hasta el momento no se han encontrado indicios que relacionen directamente dicha parálisis con la aplicación de la vacuna, la FDA ha recomendado que se vigilen “los casos de parálisis de Bell al emplear la vacuna en poblaciones más numerosas”.
¿Qué es la parálisis de Bell?
De acuerdo con el Diagnóstico y tratamiento del adulto con parálisis de Bell del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la parálisis de Bell o parálisis facial idiopática “es una debilidad muscular regional de origen periférico y aparición súbita”.
Es decir, se trata de una forma de parálisis facial que provoca debilidad en los músculos de la cara y que, en los casos más graves, causa parálisis en ambos lados de la cara, así como dolor, disminución del lagrimeo, entre otros inconvenientes.
¿Por qué recibe el nombre de Bell?
El nombre de este trastorno se debe a Sir Charles Bell (1774-1842), un cirujano, anatomista y fisiólogo de origen escocés que describió aquella afección por primera vez.
¿Cuáles son las causas de la parálisis de Bell?
Según el National Institute of Neurogical Disorders and Stroke (NIH), la parálisis de Bell “se produce cuando el nervio que controla los músculos facial está hinchado, inflamado o comprimido, dando como resultado debilidad o parálisis facial. Sin embargo, se desconoce qué es lo que causa el daño”.
No obstante, algunos científicos han relacionado este trastorno con afecciones previas por herpes, VIH/SIDA, influenza, tumores, presión arterial alta, sarcoidosis, traumas como fracturas de cráneo o lesiones faciales, infección en los oídos y por enfermedad de Lyme. Asimismo, tener diabetes o estar embarazada puede incrementar el riesgo de sufrir la parálisis de Bell.
¿Cuáles son los síntomas de la parálisis de Bell?
De acuerdo con el NIH, los síntomas son los siguientes
- Tics
- Debilidad
- Parálisis en algún lado de la cara o en ambos
- Pérdida del gusto
- Lagrimeo excesivo (en un ojo)
- Caída del párpado y/o de la comisura de la boca
- Sequedad en los ojos o en la boca
- Zumbidos
- Dolor de cabeza
- Mareos
- Dificultad para ingerir alimentos y bebidas
- Problemas en el habla
- Hipersensibilidad al sonido
- Pérdida del sentido del gusto
- Dolor o molestias detrás del oído o alrededor de la mandíbula
¿Quiénes pueden padecer este trastorno?
La parálisis facial puede afectar a personas de cualquier edad sin importar que sean hombres o mujeres. Aunque es más común en adultos mayores de 65 años, también puede perjudicar a menores de 13 años.
¿Cuáles son las consecuencias de la parálisis facial?
Este trastorno suele prevalecer durante dos o tres semanas. Empero, en los casos más extremos, puede extenderse por varios meses. Incluso, en algunos pacientes los síntomas nunca desaparecen por completo o, posteriormente, el trastorno regresa y afecta el mismo lado del rostro o el opuesto.
Según el NIH, hasta el momento no existe una cura o un “curso estándar de tratamiento” para esta parálisis. Por ello, es imprescindible eliminar la fuente que provoca el daño nervioso. Además, este trastorno afecta de manera distinta a cada paciente por lo que el tratamiento puede incluir opciones terapéuticas o medicamentos.
