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NOM 236 verificación físico-mecánica de autos, ¿salvaría vidas o “bolsearía” a los ciudadanos?

17-05-2022, 11:44:53 AM Por:
© sofia.ugalde.mx

La norma murió sin haber nacido cuando fue cuestionada por el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador.

Una vez más una política pública relacionada con la economía del país, e inclusive con la seguridad de los ciudadanos, es borrada de un plumazo dejando la percepción de que en México no sucede nada si no lo autoriza una persona, el presidente de la República.

Entre las atribuciones que tienen las secretarías de estado, se encuentran la de auxiliar al jefe del ejecutivo en las tareas de gobernabilidad y políticas públicas que ayuden a perseguir el objetivo de desarrollo para el país.

Cada secretaría y su titular, tienen las facultades para emitir normas y fijar políticas que consideren adecuadas, por supuesto que el presidente como responsable último del gobierno las debe conocer.

Pero corregir una política pública o norma, e incluso descalificarla cuando ya fue publicada y anunciada a la población, dice que por lo menos no existe coordinación gubernamental plena, o que no se tiene confianza en los subordinados, o que las políticas públicas tienen un sesgo muy elevado de factor político, y mucho menos económico.

Apenas el 3 de mayo la Secretaría de Economía publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la Norma Oficial Mexicana 236 (NOM 236), relativa a la verificación de condiciones físico-mecánicas de los automóviles cuyo peso no exceda las 3.8 toneladas.

Dicha verificación era adicional a la que se hace para las emisiones contaminantes.

¿En qué consistía la NOM 236?

De acuerdo con la regulación argumentada por la Secretaría de Economía, esta verificación la deberían llevar a cabo los dueños de los siguientes automóviles.

  • Todos los vehículos de uso particular: a los 4 años posteriores a la fecha de su comercialización como vehículo nuevo, y a partir de entonces, cada 2 años hasta el noveno año.
  • Los vehículos de transporte particular de 10 o más años posteriores a la fecha de su comercialización como vehículo nuevo cada año.
  • Y, los vehículos de uso intensivo: 1 año después la fecha de su comercialización como vehículo nuevo y a partir de entonces, cada año.

Los vehículos con un peso menor a los 400 kilogramos quedaban excluidos, así como los vehículos matriculados como autos antiguos, entre otros. La Secretaría de Economía argumentó en la publicación de la norma, que el objetivo era mejorar la seguridad de quienes manejan automóviles, así como de los peatones en general, al revisar y, en su caso, mejorar las condiciones del vehículo tales como carrocería, parabrisas, ventanas, espejos, llantas, velocímetro, claxon, y varios más.

El pero fue…

La publicación de la NOM 236 no hubiera causado tanto revuelo, por el contrario pudo ser incluso una política pública de avanzada y aplaudida por la ciudadanía, de no ser por un pequeño detalle. La verificación de las condiciones mecánicas del automóvil tendría un costo de 900 pesos, lo que fue interpretado en algunas instancias, sobre todo políticas, como un nuevo impuesto, que contradecía la promesa gubernamental de no crear nuevos gravámenes, menos en el marco del PACIC, el plan anti-inflacionario del gobierno. Este nuevo gasto para los automovilistas no fue bien recibido, ello motivó una “fuerte y ruda” descalificación presidencial y, en los hechos, el decreto de la muerte de la NOM 236 antes de su nacimiento, un aborto propiamente dicho.

“Se va a revisar, no vamos a estar bolseando a la gente y esa era la mentalidad y no se ha erradicado, pero son procesos de cambio, de transición”, dijo el mandatario.

¿Se “bolseaba” a la gente?

A pesar de que en este sexenio uno de los grandes logros es el de la recaudación, lo cierto es que el país todavía tiene mucho por avanzar, cuando la administración termine deberá seguirse con la tarea. Pagar más impuestos nunca es bien visto por los ciudadanos, pero equiparar un nuevo pago con un intento de “bolseo” no deja bien parado al gobierno y no abona a la cultura del pago de impuestos, una obligación ciudadana.

También, como señalamos antes, deja la sensación de que no hay coordinación gubernamental y que quizás no se entiende bien a bien lo que hacen las secretarías. Salvar vidas, que de acuerdo con la Secretaría de Economía era el fin último de la NOM 236, siempre será invaluable. Lamentablemente ahora con la idea de que se quiso “bolsear” a los ciudadanos, alimentada por el propio presidente del país, una política pública correcta ha quedado eliminada, quizás había otros mecanismos que pudieron utilizarse y que le costarían menos al ciudadano.

Lo que sucedió con esta norma es fiel reflejo de lo que pasa en nuestro país desde hace muchos años, los gobiernos no coordinan, muchas cosas se contaminan políticamente y al final quienes pagamos los “platos rotos” somos los ciudadanos. Por lo pronto, muchos automóviles seguirán circulando en calidad de chatarra por más tiempo.

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