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México

¿Cómo fue que Los Cabos pasó de 2 a 336 homicidios en un año?

08-03-2018, 11:52:08 AM Por:

En 2016, Cabo San Lucas registró 2 homicidios, pero en 2017 esta cifra se disparó a 336. Las muertes violentas en Los Cabos son el resultado de las disputas del narcotráfico y la ineficiencia de las autoridades, señalan especialistas.

Los Cabos, aquella tranquila población del estado de Baja California Sur que en el imaginario colectivo se identificaba con playas paradisíacas y cálidas noches de diversión ha entrado en una nueva lista: la de las ciudades más violentas del mundo.

De acuerdo con el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, el año pasado Los Cabos registró una tasa de 111.33 homicidios por cada 100,000 habitantes, lo que la ubica como la ciudad más violenta del orbe, superando incluso a Caracas, Venezuela, que pasó al segundo lugar de ese ranking, seguido del puerto de Acapulco, que ocupa la tercera posición.

En la lista además se destacan otras tres ciudades mexicanas con altos índices delictivos: La Paz, también en Baja California Sur, Tijuana en el estado colindante a este último, y Ciudad Victoria en Tamaulipas. Es decir, según el índice elaborado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública entre las diez metrópolis más peligrosas del mundo se encuentran cinco urbes de nuestro país.

De su lado, la organización Semáforo Delictivo reporta que en los últimos 12 meses Los Cabos ha registrado una tasa de 146 homicidios por cada 100,000 habitantes, mientras que en La Paz la tasa es de 86.2 homicidios por cada 100,000 habitantes.

Se trata de un problema que no es nuevo, de hecho, Baja California Sur es el estado “con más crimen organizado y más riesgo en el semáforo de delitos de alto impacto”, argumenta Santiago Roel, director del Semáforo Delictivo.

El incremento de la violencia en esa entidad es consecuencia de la disputa que mantienen desde hace meses varias organizaciones delictivas. “Son pleitos por la plaza, por el territorio, de parte de bandas del crimen organizado, de bandas que se dedican a la venta de drogas básicamente”, puntualiza Roel.

A esta problemática se añade la pasividad e ineficiencia de las autoridades, según el reporte del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal. Este estudio explica que el aumento exponencial de los homicidios en Los Cabos obedece a que en México no hay una acción para erradicar –de manera sistemática- a los grupos armados de la delincuencia, además de que “se ha permitido que la impunidad llegue a los peores niveles jamás registrados”.

Subregistro en las estadísticas

El problema de la violencia en Baja California Sur podría ser mucho más grave al reportado por estos colectivos, debido a que en nuestro país el registro de homicidios se lleva a cabo a partir de las carpetas de investigación que se inician en las distintas fiscalías de la República.

Es decir, “puede abrirse una sola carpeta por asesinato múltiple”, además de que algunos gobiernos estatales manipulan las cifras “para aparentar una incidencia de homicidios inferior a la real”, detalla el análisis del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal.

De hecho, esa organización ha detectado diferencias de hasta el 40% en las cifras de muertes violentas reportadas en Baja California Sur, dependiendo de la fuente que se consulte. Lo que sí es un hecho es que 2017 fue el año de la nota roja en Los Cabos.

Lucha intestina de narcotraficantes

Según reportes periodísticos, las disputas las encabezan el cártel de Sinaloa y el cártel Jalisco Nueva Generación. Además, ese territorio también ha sido escenario de la guerra intestina registrada en la organización delictiva que dirigía Joaquín Guzmán Loera, el Chapo Guzmán.

“Baja California Sur era un estado tranquilo hasta hace pocos años, pero se están disputando los territorios las bandas de narcomenudeo básicamente, y eso es lo que nos incrementa radicalmente la violencia y la delincuencia”, explica Santiago Roel.

Ante estos señalamientos empresarios y hoteleros de Los Cabos dijeron en un comunicado que la seguridad de los turistas y de los habitantes de ese destino es una prioridad. “Las autoridades se encuentran en constante esfuerzo por garantizar el bienestar y  la tranquilidad de los mismos”, apunta el documento.

Sin embargo, a decir de Santiago Roel, “no hay policía municipal o estatal en el mundo que pueda contra una guerra como la que hemos emprendido en México”.

Si bien el problema que se sufre en Los Cabos puede disminuir con la presencia de fuerzas federales, incluido el Ejército, la mejoría solo será temporal, pues en nuestro país no se están aplicando soluciones de fondo.

Regulación de las drogas, ¿la alternativa?

De acuerdo con un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) la cannabis (marihuana) “sigue siendo la droga con que más se trafica en el mundo”, seguida de los estimulantes de tipo anfetamínico, los opioides y las sustancias relacionadas con la coca. En México, además del trasiego de cannabis y cocaína, se cultiva y trafica amapola.

La UNODC realizó un monitoreo de los cultivos de ese estupefaciente en nuestro país, detectando entre 21,500 y 28,100 hectáreas sembradas con amapola en los estados de Sinaloa, Chihuahua, Durango, Nayarit, Guerrero y Oaxaca.

Con este y otros diagnósticos México debe discutir ya la regulación de las drogas, pues “la única manera de quitarle el negocio a las mafias” es regulando. Si las drogas están reguladas “se acaba este mercado negro, se acaba la plata y por tanto se acaba el plomo”, argumenta Santiago Roel.

En ese tenor, la senadora Martha Tagle propuso recientemente “un debate informado sobre la regulación y política de las drogas en nuestro país”, pues desde su perspectiva “se requiere una política de prevención y reducción de daños, basada en una visión de derechos humanos”.

autor Periodista y abogada, especialista en análisis jurídico y de derechos humanos. Ha sido reportera, conductora de radio y editora.
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