La noticia buena de 2020: hubo apoyo para deudores; la mala: los préstamos tardarán más en pagarse
Necesariamente habría un efecto, ante el esquema de diferimiento de pagos que aplicaron la mayor parte de las instituciones bancarias
En medio de la crisis financiera desatada por la pandemia, si tuviéramos que elegir alguna noticia positiva en un océano de malas noticias, desde nuestro punto de vista esa sería el apoyo que recibió un alto porcentaje de los deudores del sistema bancario mexicano por parte de las instituciones bancarias, gracias también a la flexibilización regulatoria implementada por las autoridades, Criterios Contables Especiales. Lo anterior permitió a los bancos diseñar un esquema de apoyo que básicamente consistió en prorrogar los pagos de los préstamos. Desde marzo, la mayoría de las instituciones bancarias anunciaron facilidades para el pago de créditos hipotecarios, comerciales y tarjetas de crédito, hasta por 4 meses.
Con la extensión de la prórroga, los cuentahabientes pudieron solicitar al 31 de julio pasado el periodo de gracia de 4 a 6 meses para no pagar los créditos sin que esto afectara su historial crediticio o la acumulación de intereses moratorios.
El apoyo fue una de las medidas más importantes, si no es que la más importante, de este 2020 en un escenario de crisis financiera que amenazaba con colapsar todo. La Asociación de Bancos de México (ABM) informó que sólo hasta julio pasado un total de 9.2 millones de créditos entraron en el programa de diferimiento de pagos por un monto de más de un billón de pesos; 3.4 millones de solicitudes correspondieron a clientes con tarjeta de crédito, 3.3 millones a empresas y pymes, 2.2 millones a consumo no revolvente y 325,000 a hipotecas.
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Estas cifras nos daban ya un panorama de lo importante que significó el programa de prórrogas que tenía como fin evitar un problema de morosidad masiva que llevaría a los bancos a registrar serios problemas en su estructura de capital. El apoyo a deudores, como señalamos, no se podría entender sin la flexibilización de las reglas contables que permitieron que los bancos no registraran en sus balances la falta de pago como incumplimiento, y con ello se vieran obligados a generar provisiones para riesgos crediticios con su capital. Sin duda alguna que la buena noticia, en medio del mar de malas noticias que en este 2020 se reportaron, fue el plan de apoyo a deudores, básicamente con un esquema de prórrogas y otras medidas adicionales como la autorización para que los mismos bancos no cobraran obligadamente el mínimo a los deudores de tarjetas de crédito, por medio también de una flexibilización regulatoria. Pero, se trató de un esquema de prórrogas para el pago de deudas, no de quitas a los créditos o algún otro esquema que pudiera reducir el monto original de los préstamos, no era esa la intención desde un inicio, sino proporcionar alivio y sobre todo dar tiempo para que la situación de las finanzas personales se modificara, ante el deterioro generado por el confinamiento. Como fue un esquema de prórroga de pago de créditos, hay un efecto que necesariamente juega en contra de los deudores, al menos de aquellos que se acogieron a dicho esquema.
Ampliación de plazos y reducción de montos
El efecto señalado es la ampliación del plazo de los créditos. El esquema no consistía en eliminar los meses que no se pagaban los créditos, simplemente prorrogarlos. Por lo tanto, si un plazo vencía en determinado mes del año siguiente, seguramente habría una extensión de 4 a 6 meses debido a la prórroga. Por ejemplo, si un deudor tenía como vencimiento de algún crédito el mes de junio de 2021 y se acogió al plan de prórrogas de su deuda por un plazo de 6 meses, la nueva fecha de vencimiento de su deuda será para diciembre del año que viene.Esto podría no ser tan grave, o sí, ¿de qué depende? La evolución de la economía será clave, y con ella factores tan determinantes como el empleo.
Si la economía empieza a recuperarse como se espera, o con mayor dinamismo (lo que sería una excelente noticia), entonces los deudores podrán enfrentar sin problema su prórroga y pagar en tiempo y forma. De lo contrario, los estrategas bancarios deben tener listo ya un plan B, para impedir que lo que se logró con lo que fue la mejor noticia financiera de 2020, no se vaya a colapsar.
