Así logró Nueva Zelanda “eliminar” el COVID-19
El país de Oceanía lleva 17 días sin reportar casos nuevos de coronavirus y está en el nivel más bajo de la alerta sanitaria.
La primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, anunció hoy que entró en vigor el nivel 1 de la emergencia sanitaria, el más bajo que pueda registrar un país en medio de una pandemia.
De acuerdo con la mandataria, todos los negocios podrán entrar en funciones de nueva cuenta, aunque con medidas anticoronavirus como el uso de cubrebocas y procurando el distanciamiento social. También adelantó que las restricciones fronterizas seguirán para evitar contagios importados.
Ardern explicó que, en el futuro, quienes entren al país, deberán someterse a una cuarentena obligatoria de dos semanas, además se tendrán que someter a dos pruebas de COVID-19.
Con el relajamiento de restricciones, la primera ministra señaló que será probable ver de nueva cuenta brotes del nuevo tipo de neumonía, pero explicó que no será un fallo nacional en caso de un rebrote.
“Lo más probable es que veamos casos otra vez y no será una señal de que hayamos fallado, es la realidad con este virus. Cuando eso pase tenemos que asegurarnos de que estaremos listos”, explicó Ardern en conferencia de prensa.
Advirtió que en el nivel de alerta uno se intensificará la respuesta del gobierno para dar con nuevos casos de COVID-19, además, se instará a la población a seguir con las medidas básicas de higiene que sumarán el lavado de codos.
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Por otra parte, el gobierno neozelandés adelantó que aperturará los vuelos internacionales bajo la condición de que sean desde países que han controlado el coronavirus como en la región australiana.
Nueva Zelanda, que lleva 17 días sin reportar nuevos casos de coronavirus, impuso estas medidas desde que empezó a detectar los primeros contagios a finales de febrero.
Cierre total de fronteras. El gobierno neozelandés ordenó que todos los visitantes del exterior se pusieran en cuarentena durante 14 días. También se vetó la entrada de cruceros al país.
Cuarentena
rigurosa. Las autoridades vigilaran que los habitantes respetaran la
cuarentena y, en caso de salir, fuera exclusivamente para comprar alimentos y
medicinas. También se cerraron todas las actividades, excepto las estrictamente
esenciales.
Burbujas de contactos. Los habitantes podían convivir solamente con sus familiares o personas que vivieran bajo el mismo techo. El gobierno los instó a practicar actividades en casa para lidiar con el encierro.
Liderazgo de la primera ministra. Muchos reconocen el liderazgo y comunicación de la primera ministra, Jacinda Ardern, para enfrentar la pandemia y tomar las decisiones necesarias en el momento adecuado.
Mantuvo contacto con los ciudadanos a través de sesiones en video de Facebook en el que explicaba las acciones del gobierno en un lenguaje sencillo y también se permitía hablar de aspectos personales para tener más empatía con la población.
También ayudó el hecho de que Nueva Zelanda se componga de dos islas principales que se pueden aislar fácilmente, tener una ponlación relativamente pequeña (5 millones de personas) y que la mayoría de la población pudo trabajar desde casa.
