¿Es verdad que en Dinamarca no conocen la corrupción, como dice AMLO?
Aunque la nación nórdica sea la que tiene menor percepción de corrupción en el mundo, "algo huele a podrido en Dinamarca" y sus compañías
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, volvió a mencionar los países escandinavos como modelo a seguir y aseguró que en Dinamarca “no saben lo que es la corrupción” y, por lo tanto, al ser inexistente, no hay pobreza ni violencia en dicho país.
“No saben los daneses lo que es la corrupción. Una vez teníamos una plática con daneses, estaba yo explicándoles que el mayor problema de México es la corrupción, estaban así de ‘¿y qué es eso?’ (…) No hay, y como no hay corrupción, pues no hay pobreza en Dinamarca, y como no hay corrupción, no hay violencia”, afirmó el presidente en su conferencia de prensa matutina del 13 de diciembre.
Agregó que ahora ya no es necesario traer ese tipo de ejemplos al país, pues México ya tiene tiene una gran reserva de valores culturales, morales y espirituales. “Nuestro pueblo es honesto, pero impusieron un modelo en el que lo más importante era triunfar a toda costa sin escrúpulos.”
No es la primera vez que el presidente López Obrador menciona a dicho país como referencia de lo que quiere hacer en México. Al inicio de su mandato, prometió que su gobierno establecería un sistema de salud como el de Dinamarca en el plazo de un año.
Más allá de las comparaciones y promesas, ¿es verdad que en Dinamarca no conocen la corrupción y, por lo tanto, es inexistente? Estos son los datos que encontramos.
Efectivamente, Dinamarca es uno de los países con menos percepción de corrupción hay en el mundo. De hecho, está en el primer lugar del Índice de Percepción de Corrupción 2020 de la organización Transparencia Internacional, empatado con Nueva Zelanda, con 88 puntos.
Este índice se realiza con base en encuestas hechas a expertos y ejecutivos de empresas sobre el grado de corrupción que existe en el sector público de su país.
Mientras que México está en un muy lejano 124 lugar de 180 países, con una calificación de 31 puntos, colocándolo como una de las naciones con más percepción de corrupción en el mundo.
De acuerdo con el Barómetro de la Corrupción 2021 en la Unión Europea, también publicado por Transparencia Internacional, solamente un 1% de la población encuestada en Dinamarca pagó un soborno por un servicio público en los últimos 12 meses, un 23% usó conexiones personales para obtener un servicio público en el mismo periodo, solamente un 25% piensa que su gobierno está manejado por intereses particulares.
Asimismo, de acuerdo con el Barómetro, un 26% de daneses encuestados piensa que el nivel de corrupción se ha incrementado, mientras que un 57% dice que se mantiene igual. 66% cree que el gobierno está haciendo un buen trabajo combatiendo la corrupción y solamente un 18% teme represalias si denuncia un acto de corrupción.
Todo bien con el gobierno, pero las empresas…
Aunque estos resultados muestran que Dinamarca mantiene a raya la corrupción, haciéndola virtualmente inexistente, no se tiene la misma visión acerca de sus compañías y los actos de corrupción que pueden cometer en otros países.
De acuerdo con el Barómetro Global de Corrupción 2013, más de un tercio de encuestados daneses consideraron que las compañías privadas son corruptas, mientras que un 39% tuvo una opinión similar sondeo de la Comisión Europea de 2017.
Otro estudio de la Comisión Europea publicado en 2014 muestra que la mitad de las empresas danesas considera “necesario” sobornar para romper las reglas y hacer negocios en el extranjero.
La corrupción en las empresas danesas no es un tema menor; a pesar de ser un pequeño país con menos de 6 millones de habitantes, es responsable del 0.8% de las exportaciones globales.
En los últimos años, algunas compañías danesas han protagonizado escándalos de corrupción por sobornos en otros países, como Hempel AS, Consia Consultants, Danske Bank (este por transferencias irregulares de 228 mil mdd a otros países), Maersk (la compañía de embarcaciones más grande del mundo), Burmeister & Wain, la cervecera Carlsberg, etcétera.
Las mayores críticas que recibe este país escandinavo es que carece de un sistema de transparencia que dé a conocer las investigaciones contra compañías privadas y cuál fue el resultado de estas, así como un marco legal inadecuado que le dificulta indagar presuntos actos de corrupción de compañías en otros países.
De este modo, se puede considerar que este país escandinavo, junto con otros, es un ejemplo en combate en corrupción, pero tiene sus retos particulares, como los demás países. Parafraseando a Hamlet: “Algo huele a podrido en Dinamarca” …y sus empresas.
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