En 2021, la recuperación económica será solo un espejismo
La recuperación económica global será muy diferente a la de la Gran Recesión de 2009. Lo que crezcan los países en 2021 no compensará la caída de este año.
La recuperación económica global será muy diferente a la de la Gran Recesión de 2009. Lo que crezcan los países en 2021 no compensará la caída de este año.
La economía del mundo no tendrá que reactivarse sino “reiniciar” en muchos sectores, regiones y países golpeados por la crisis que dejó el Covid-19.
A diferencia de otras crisis registradas en los últimos 50 años el esperado “rebote” no será signo de un regreso a la “normalidad” sino apenas el primer paso para que la economía global reinicie el camino del que este factor la apartó.
Las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y varios análisis de bancos y corredurías despejan un poco más la duda sobre lo que podría seguir después de la pandemia con las economías.
No habrá recuperación en ‘V’ o en ‘U’
Si para 2020 el PIB mundial se contraerá 3 por ciento y se tiene contemplado un repunte para 2021 de 5.8 por ciento, significa que este indicador ya en el balance final de los próximos 2 años se ubicará incluso abajo del 2.9 por ciento que se reportó en 2019.
Pero, al revisar las proyecciones por país o región los datos son todavía más negativos y muestran que, en materia de crecimiento del PIB tendrá que pasar más tiempo para recuperar lo perdido, de modo que la famosa recuperación en forma de ‘V’, es decir, una caída abrupta y una subida de la misma proporción, podría ser un espejismo, y tampoco podría ser una recuperación más lenta, en forma de ‘U’, esta es una crisis nunca vista y por lo tanto sus efectos y características también nos podrían dar muchas sorpresas.
Por ejemplo, el propio FMI proyecta que Estados Unidos tendrá una caída de 5.9 por ciento este año y en 2021 se recuperará 4.7 por ciento, lo que significa que en 2 años su PIB se habría ubicado en más/menos 1.2 por ciento, abajo del 2.3 que registró en 2019.
Si se compara con la crisis de 2009, Estados Unidos tuvo una recuperación en ‘V’. Ese año, el PIB del vecino del norte cayó 2.53%, y en 2010 el crecimiento fue de 2.56%.
La zona euro no luce mejor; en 2020 su PIB se ubicará en menos -7.5 por ciento y para 2021 “rebotará” a 4.7 por ciento; el balance aritmético del PIB en dos años nos arroja una tasa negativa de 2.8 por ciento, abajo del 1.2 por ciento positivo que registró la región el año pasado.
Lee: Economía global caerá en 2020, ¿hay esperanza en 2021?
China y la India, los ‘culpables’ del espejismo
Según el FMI, las economías emergentes tendrán en su
conjunto un decrecimiento de solamente 1.0 por ciento y para 2021 se proyecta
un repunte de 6 por ciento
¿La causa? China y en menor medida la India. Según el FMI este año el gigante asiático tendrá un PIB de solo 1.2 por ciento, pero para 2021 está tasa se multiplicará prácticamente 8 veces a 9.2 por ciento.
Hasta ahí todo bien, podría decirse que estas naciones, las del mundo en desarrollo, serían las menos afectadas por la crisis de la pandemia. Nada más falso.
Brasil por ejemplo caerá 5.3 por ciento en su PIB este año y crecerá 2.9 por ciento el periodo inmediato.
México tendrá un PIB negativo de 6.6 por ciento para 2020 y de 3 por ciento en 2021; en dos años, el retroceso real será de 3.6 por ciento y se añadirá al menos 0.1 por ciento de 2019, confirmando para México la peor recesión en 90 años.
El espejismo del PIB en los países en desarrollo está determinado por China y la India, lo demás es devastación económica, aunque no se quiera ver.
Los mercados no saben cómo reaccionar
Esta crisis inédita ha dejado a todos sorprendidos, incluyendo a los mercados financieros.
Las bolsas se desplomaron prácticamente 30 por ciento en el peor momento para recuperar una parte pero quedar en shock sin un rumbo definido aunque su tendencia primaria es netamente negativa.
Las divisas están muy golpeadas y lo estarán más; los petroprecios, también muy golpeados por al menos tres tormentas simultáneas; los bonos del mundo con tasas mucho más bajas en el largo plazo; el oro y la plata suben poco no obstante que la magnitud de esta crisis los debería haber catapultado.
Todo este panorama solamente indica lo inédito de una crisis que agarró a muchos desprevenidos y, peor aún, el hecho de que la economía del mundo se encuentra en una zona jamás vista, totalmente desconocida.
Por eso, la recuperación de la “normalidad económica” se antoja de largo aliento y en el camino se corre el riesgo de caer en espejismos si no revisamos las cifras y lo que nos quieren decir.
Para entender: La diferencia entre una recesión y una depresión económica
