Cohousing Vs. Coliving, los modelos de vivienda para habitar en comunidad
Las tendencias sostenibles de vivienda que buscan crear comunidad entre las personas toman fuerza a partir de la pandemia, ¿cuál es el modelo ideal para ti?
Nuestra manera de comunicarnos y conectarnos con los demás ha cambiado de manera radical en esta última década gracias a la tecnología, la cual avanza a pasos agigantados, permitiéndonos relacionarnos con el mundo a solo unos cuantos clics de distancia.
Las nuevas generaciones avanzan con gustos, preferencias y orientaciones completamente dispares a sus antecesoras. Y por supuesto, una pandemia que cambió la jugada en cualquier plan de vida de los adultos, las ha llevado a replantear su manera de concebir el espacio donde habitan.
En este sentido, el cohousing y el coliving tocan a nuestras puertas como una solución sustentable y amigable para cualquier rango de edad dentro de la vida adulta. Si bien, estos modelos surgieron años atrás, hoy se colocan como una de las opciones favoritas para coexistir.
Cohousing: Un plan a futuro para un asentamiento permanente
El espacio residencial no debería ser más que el sinónimo de hogar. Un lugar seguro, cómodo y cálido, no solo hablando en un sentido tangible, sino también en nuestra manera de relacionarnos dentro de él para moldear un ambiente ameno y confortable.
El cohousing maneja esta filosofía. Está orientado principalmente hacia las generaciones más grandes, que buscan un asentamiento permanente dentro de una zona pacífica y alejada de las grandes urbes. Se entiende también como “el destino de nuestros sueños“.
Karim Goudiaby, CEO de la inmobiliaria digital Neximo, menciona en entrevista que este modelo surgió en la década de los sesenta del siglo pasado y retomó fuerza en Europa y Estados Unidos a finales de los ochenta como una manera distinta de percibir a la comunidad.
El cohousing es la voluntad propia de convivir en comunidad y compartir los mismos valores. Por esto, es más común ver dicho modelo en países más desapegados a sus familias, ya que en México hay más unión entre parientes, lo que elimina la necesidad de conformar una nueva comunidad”
indicó el especialista
Quienes optan por este modelo, en su mayoría son personas jubiladas o pensionadas que desean compartir el resto de su vida con una comunidad que coincida en gustos e intereses. Por lo general, el vivir bajo el cohousing se planea con antelación, por lo que todos los miembros del grupo se conocen entre sí.
Cuando hablamos de gustos en común, nos referimos, por ejemplo, a una comunidad de vegetarianos, otra con cierta tendencia política o determinadas aspiraciones de vida. Es mucho más espiritual, con prioridades enfocadas a su tranquilidad”
añade Goudiaby
Dichas comunidades pueden construirse entre amigos, primos o familiares de edades específicas. Compran un terreno y construyen la vivienda acorde a sus gustos y necesidades. Esto refiere que todos los miembros que deseen coexistir dentro de ella deben ahorrar con anticipación; como si fuera un “proyecto de vida en conjunto“.
Pese a que pueden tener personal de servicio, esto no se asimila a un asilo o refugio. Como se mencionó con anterioridad, el cohousing es un modelo para asentarse permanentemente. No hay nuevos inquilinos, ni familias con distintas edades. Es para un gremio específico, que desea vivir sin preocupaciones.
Coliving, el modelo de la inmediatez
De ambos modelos, el coliving es el que mayor auge y reconocimiento ha tenido en México durante los últimos años. Aunque el término pueda resultar nuevo, el “vivir con roomies” seguro que lo hemos escuchado, ya que se apega a este sentido comunitario de compartir la vivienda.
En contraste, a diferencia del cohousing, este modelo es adoptado principalmente por las generaciones más jóvenes debido a la versatilidad e inmediatez que presenta ante sus preferencias o actividades diarias. Por lo regular, la vivienda del coliving en donde las personas habitan es rentada y temporal.
El coliving se asienta desde sus orígenes en las ciudades más desarrolladas del mundo. A finales de los años 80, comienza a surgir en París y en Los Ángeles con el propósito de compartir una vivienda, reducir gastos y al mismo tiempo, tener un espacio para trabajar y vivir”, señala Goudiaby.
Los inquilinos no planean asentarse permanentemente en esta locación. Algunos son extranjeros, otros se han mudado por sus estudios o viajes de trabajo y existen quienes solo buscan esta modalidad para reducir gastos y compartir un lugar más asequible.
Esto explica por qué los espacios de coliving se encuentran principalmente en las grandes urbes, zonas céntricas o cercanas a oficinas. Los interesados en este modelo por lo regular son personas solteras o sin hijos, que buscan un lugar para optimizar el tiempo en su día a día.
Otra disparidad con el cohousing, es que en esta comunidad, las personas o los ‘roomies’ no siempre se conocen entre sí; llegan, van y se asientan en periodos cortos. Seis, 12 o tres años como máximo en lo que alcanzan cierto grado de estabilidad económica, terminan sus estudios o cambian de empleo.
En el cohousing, la comunidad tiene gustos en común y afinidades destacadas, esto es lo que los une. En el coliving, pueden coexistir un diseñador, un programador o un especialista en marketing al mismo tiempo. Aquí, lo que genera las conexiones, son sus intereses laborales, económicos y metas personales”, comenta el ejecutivo.
¿El coliving es un sinónimo de vivir con roomies?
En un sentido formal, no. Ya que el coliving es una vivienda pensada específicamente en comunidad y construida para satisfacer sus necesidades desde cero. Incluso, a raíz de la pandemia, algunas de ellas han implementado espacios de coworking, habitaciones con más privacidad o una mayor cantidad de baños.
Por su parte, el tener ‘compañeros de cuarto‘ se basa en la renta de un departamento o vivienda sin estas implementaciones, las cuales, muchas veces, no pueden colocarse por cuenta propia de los inquilinos, ya que sus contratos de arrendamiento no se los permiten.
Las desarrolladoras han visto un potencial dentro de este mercado. Han comenzado a planear y construir mayores espacios de coliving para las nuevas generaciones, caracterizadas por vivir bajo un sentido de inmediatez y versatilidad.
En Inglaterra, por ejemplo o San Francisco, California, ya se han desarrollado varios edificios de coliving, pero tomando en cuenta el concepto del coworking. Esto quiere decir que los espacios personales —como el dormitorio—, son más reducidos, mientras que las áreas de trabajo o habitaciones comunitarias son más amplias”, dice el CEO de Neximo.
Según agrega Karim, estos espacios también se han vuelto tendencia en México. Incluso, se planean nuevos desarrollos con estas características en zonas del área metropolitana, principalmente en las colonias Cuauhtémoc, Roma y Condesa.
Los espacios de coliving no son los únicos planeados dentro del mercado inmobiliario; también se han tomado en cuenta oficinas de coworking, dark kitchens y establecimientos que ofrecen servicios adaptados a este estilo de vida, el cual está listo para dominar a las nuevas generaciones.
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Margith Alcántara Miranda Coeditora de Alto Nivel, apasionada del lenguaje y periodista por la UNAM.