Almacenamiento de energía y transición energética
La relevancia del almacenamiento de energía radica en la flexibilidad que éste le brindaría al sistema eléctrico.
Con los objetivos establecidos en el Acuerdo de París, las energías renovables han demostrado ser una pieza clave para la descarbonización de la economía y una opción importante para disminuir este problema.
Ante la incertidumbre generada por la intermitencia de las energías renovables –por ejemplo, en el caso de la red eléctrica, la presencia de fluctuaciones derivado de las condiciones climatológicas, puede perjudicar su operatividad–, el futuro vislumbra nuevos retos tecnológicos, como la integración de sistemas de almacenamiento de energía a las redes de transmisión y distribución.
En ese sentido, cada vez son más los países que implementan sistemas almacenamiento. Los Estados Unidos, por mencionar un ejemplo, a mayo de 2019, contaban con 31.2 GW de capacidad en almacenamiento de energía, de acuerdo con datos del Center for Sustainable Systems. A nivel mundial, en 2018, se contaba con un total de 1,273 proyectos de almacenamiento, 40% de estos en este país, en donde 2.5% del consumo se recicla a través de sistemas de almacenamiento, mientras en otros, como Japón, se recicla alrededor del 15%.
El almacenamiento de energía no es algo nuevo. Existen distintos sistemas de almacenamiento capaces de guardar energía en forma electroquímica (baterías); mecánica (volantes de inercia, bombeos hidráulicos o sistemas de aire comprimido); criogénica, (aire líquido); eléctrica (capacitores, supercapacitores, o energía magnética por superconducción); térmica (calor latente o materiales con cambio de fase); y termoquímica (celdas de combustibles).
Entre los sistemas de almacenamiento más comunes están las baterías, mercado que ha cobrado relevancia con el auge del litio. De acuerdo con datos de Mining Technology, México cuenta con el proyecto de litio más grandes del mundo, ubicado en Sonora (243.8 Mt reservas probadas y probables).
Derivado de la Ley de Transición Energética (LTE), publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF), en 2015, con el fin de apoyar la modernización de la Red Nacional de Transmisión, las Redes Generales de Distribución y contar con un Sistema Eléctrico confiable y seguro, que satisfaga la demanda, el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) propone cada tres años el Programa de Redes Eléctricas Inteligentes.
Entre los propósitos establecidos en el Programa de Redes Eléctricas Inteligentes están el desarrollo e integración de tecnologías de almacenamiento para cubrir la demanda y el establecimiento de la promoción de protocolos de interconexión.
En cuanto a la LTE, ésta promueve el desarrollo de proyectos de energías renovables, eficiencia energética, almacenamiento de energía, entre otros, a cargo del Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias (INEEL).
Beneficios
Sin duda, el almacenamiento cuenta con distintos beneficios como: a) asegurar la disponibilidad de energía; b) contar con reservas de energía ante contingencias; c) fortalecer la red de transmisión y distribución y; d) aplicación en alternativas de movilidad. Cabe mencionar que, en febrero de 2020, la Secretaría de Energía (Sener) publicó la Estrategia de Transición promoviendo el Uso de Tecnologías y Combustibles Limpios, en términos de la LTE.
El rendimiento de las tecnologías de almacenamiento y sus costos influyen en la viabilidad de la electrificación del transporte; desarrollar estas tecnologías depende de diversos factores, entre ellos: a) la competitividad entre los desarrolladores de la tecnología; b) la capacidad de innovación; c) la inversión en investigación y desarrollo; d) la demanda y capacidad del mercado para absorber estas tecnologías; y e) regulaciones adecuadas.
La relevancia del almacenamiento de energía radica en la flexibilidad que éste le brindaría al sistema eléctrico; dentro de la transición energética, el almacenamiento construiría los caminos de acceso a energía a zonas aisladas y desarrollaría los lazos para la movilidad sustentable.
*Por Arturo Garcia Bello, Socio Líder en la Industria de Energía y Recursos Naturales en Deloitte México
Fuentes: “Sistemas de Almacenamiento de Energía”, Transición Energética; “Almacenamiento de energía en la red eléctrica”, Transición Energética, Abril 2019; “Actualización de la Estrategia de Transición para Promover el Uso de Tecnologías y Combustibles más Limpios, en términos de la Ley de Transición Energética”, Diario Oficial de la Federación, Febrero 2020; “Ley de Transición Energética”, Diario Oficial de la Federación, Diciembre 2015; “U.S. Grid Energy Storage”, Center Sustainable Systems, Agosto 2019;“Top ten biggest lithium mines in the world”, Mining Technology, Agosto 2019.
