El debate de los transgénicos en México
Algunos expertos señalan que la siembra de semillas modificadas ayudarían a México convertirse en un país autosuficiente, pero otros aseguran que no cambiaría su productividad.
19 de Septiembre de 2011
La polémica entre productores y autoridades para permitir la
siembra de productos genéticamente modificados, los .transgénicos, aumenta
frente a la insuficiencia alimentaria y el desabasto de materias primas que
enfrenta el mundo.
Hay organizaciones que no coinciden con la siembra de estas
semillas pues aseguran que se afecta la autonomía del campesino y pone en riesgo
las variedades endémicas de maíz.
Por otro lado, esta práctica podría permitirle a México convertirse
en un país autosuficiente, dejar de importar y exportar este tipo de productos.
El Servicio Internacional para la Adquisición de
Aplicaciones de Agrobiotecnología reveló que a nivel mundial a siembra de
transgénicos en 2010 fue de 148 millones de hectáreas, sólo en 29 países.
Entre 1996 y 2009 esta práctica generó una derrama económica
neta por 65 mil millones de dólares y una producción de 229 millones de
toneladas.
Sólo México importa 10 millones de toneladas de .maíz
transgénico al año, lo que equivale a una fuga de divisas de 40 mil mdp que se
pagan a agricultores estadounidenses y de Sudáfrica.
El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad
Agroalimentaria (.Senasica) , ha resuelto en forma negativa siete de nueve para
fase piloto de las solicitudes de permisos de liberación al ambiente de maíz
genéticamente modificado ingresadas en 2010.
Así, 44 de fase experimental cuentan con permiso de
liberación al ambiente, 22 están en análisis de riesgo y sólo una de fase
piloto obtuvo el permiso de liberación al ambiente en Tamaulipas.
Rubén Chávez Villagrán, director de la Unión Agrícola
Regional de Productores de Maíz Amarillo, aseguró que de lograrse las siembras,
el maíz sería resistente a algunas plagas de insectos que impiden aumentar
superficie de cultivo.
En tanto Mortimer Cabrera, presidente de la Unión Agrícola
Regional del Norte de Tamaulipas, agregó que México tiene la capacidad para
sembrar 600 mil hectáreas adicionales de maíz amarillo.
La coordinadora de la campaña de Agricultura Sustentable y
Transgénicos, Aleira Lara, de Greenpeace México, aseguró que su implementación
se reflejaría en un nulo incremento de la productividad, cero ganancias, costos
adicionales y mayor uso de agroquímicos.
Alberto Montoya, directivo del Centro de Estudios
Estratégicos Nacionales, agregó que el Estado mexicano tiene el deber de
recuperar la soberanía alimentaria y abandonar la política de dependencia de
las importaciones y de las corporaciones globales.
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