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Economía

Abatir la informalidad no es la “varita mágica” para mejorar los ingresos públicos

07-11-2024, 11:35:16 AM Por:
Abatir la informalidad no es la “varita mágica” para mejorar los ingresos públicos
© @sofia.ugalde.mx

Un análisis de Oxfam y la ONG "México, ¿Cómo Vamos?" desmiente el mito de que los trabajadores informales "viven gratis", entre otros.

La informalidad en México es un problema arraigado desde hace décadas: más de la mitad de la población en edad de trabajar pertenece a este sector, y no se prevén cambios significativos en los próximos años. Existe la percepción de que si se lograra reducir significativamente la informalidad, se solucionarían los problemas de ingresos públicos. Sin embargo, esto puede no ser completamente cierto.

La informalidad en cifras

De acuerdo con el informe El laberinto de la informalidad, mitos, trampas y realidades, elaborado por Oxfam México y “México, ¿Cómo Vamos?”, al cierre del primer trimestre de este año, el 54.3% de la población ocupada en el país trabaja en el sector informal, mientras que el 45.7% cuenta con empleo formal.

El análisis clasifica cuatro tipos de informalidad laboral, basándose en el tipo de unidad económica en la que se desempeña cada trabajador. Esto contrasta con la idea general de asociar la informalidad únicamente con el comercio ambulante o trabajos eventuales. Las categorías son:

  1. Empleo informal en el sector informal de la economía.
  2. Empleo informal en empresas, gobierno e instituciones (sector formal).
  3. Empleo informal en el ámbito agropecuario.
  4. Empleo informal en el trabajo doméstico remunerado.

Dentro del 54.3% de trabajadores informales, el 27.8% se desempeña en el sector informal, el 13.5% en empresas, gobierno e instituciones, el 9% en el sector agropecuario y el 3.9% en trabajo doméstico remunerado.

El reporte define la informalidad laboral como una situación en la que los trabajadores no cuentan con seguridad social ni protección legal o institucional en función de su tiempo trabajado, lo que genera condiciones de precariedad al carecer de contratos seguros, prestaciones, protección social o representación sindical.

La informalidad afecta más a las mujeres que a los hombres: el 55.6% de las mujeres empleadas trabaja en condiciones informales, en comparación con el 53.5% de los hombres. Además, el análisis destaca importantes brechas salariales: el ingreso promedio de un empleo formal es 1.9 veces superior al de un empleo informal.

El mito de los impuestos

Un mito común e injusto señala que los trabajadores informales “no pagan impuestos” o “viven gratis”. Sin embargo, el análisis de Oxfam y “México, ¿Cómo Vamos?” revela lo contrario: las personas en situación de informalidad laboral sí pagan impuestos, al igual que el resto de los ciudadanos. Contribuyen, al menos, al Impuesto al Valor Agregado (IVA) y al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) al consumir bienes y servicios. Además, se estima que casi una cuarta parte de quienes laboran en el sector informal tienen contratos de servicios profesionales con empresas e instituciones gubernamentales, lo que los obliga a pagar el Impuesto sobre la Renta (ISR).

Este mito también ignora que la informalidad limita el potencial recaudatorio del país, pues reduce los ingresos fiscales que el gobierno podría recaudar.

Escaso impacto en las finanzas públicas si se reduce la informalidad

Aunque la informalidad reduce el potencial recaudatorio y limita los ingresos del estado, uno de los autores del análisis cuestiona la equidad de aumentar impuestos a los “contribuyentes cautivos” mientras una gran parte de la población no contribuye debido a la informalidad. El informe también estima el impacto de formalizar toda la economía informal y concluye que, aun en el mejor de los casos, esto no resolvería el problema de la baja recaudación ni la ineficiencia redistributiva del sistema fiscal mexicano.

Incluso si toda la economía informal se formalizara, la recaudación solo aumentaría entre un 0.25% y un 1.0% del PIB, debido a que el ingreso promedio de las personas en la informalidad es bajo, y por ende, las tasas de ISR aplicables también serían menores.

La informalidad, como un problema estructural de la economía mexicana, perpetúa y profundiza desigualdades que deben ser abordadas directamente. Reducir la informalidad no solucionará por sí sola los problemas de ingresos públicos del país.

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