Buscador
Ver revista digital
Finanzas

A Wall Street no le importa quién gobierne, sino la geopolítica

28-11-2024, 11:15:33 AM Por:
A Wall Street no le importa quién gobierne, sino la geopolítica
© Foto Ar

La única gran diferencia es que las crisis económicas se han presentado con los republicanos en el poder, y la recuperación con los demócratas, según un análisis de Vanguard.

Las grandes crisis económicas en Estados Unidos han ocurrido bajo gobiernos republicanos, mientras que las recuperaciones suelen estar asociadas con administraciones demócratas. Sin embargo, un análisis histórico revela que, para Wall Street, la preferencia partidista tiene un impacto marginal en los rendimientos del mercado.

Un estudio de Vanguard que abarca los rendimientos promedio de Wall Street desde 1888 hasta la fecha, es decir, 136 años de historia, muestra que la diferencia de desempeño entre administraciones demócratas y republicanas es de apenas 0.33%. Este dato subraya que, aunque los estilos y prioridades de ambos partidos pueden variar, el objetivo económico de fondo se mantiene constante: el desarrollo sostenido de la economía más influyente del mundo.

Crisis con republicanos, recuperación con demócratas

La historia financiera de Estados Unidos está marcada por dos grandes crisis: la Gran Depresión y la Gran Recesión. Ambas ocurrieron bajo gobiernos republicanos, con Herbert Hoover y George W. Bush como presidentes, respectivamente. Por otro lado, las recuperaciones económicas de esos periodos estuvieron a cargo de administraciones demócratas: Franklin D. Roosevelt lideró la salida de la Gran Depresión, mientras que Barack Obama fue clave para estabilizar la economía tras la crisis de 2008.

Incluso, el mayor periodo de bonanza económica en la historia reciente de Estados Unidos se dio durante el mandato del demócrata Bill Clinton. Sin embargo, en Wall Street existe la percepción de que las políticas fiscales republicanas, como la reducción de impuestos, generan un entorno favorable para el crecimiento económico inicial, aunque también pueden ser el preludio de las crisis.

Más allá de los partidos: el factor geopolítico

Los analistas coinciden en que los eventos geopolíticos tienen un impacto mucho mayor en Wall Street que el color político de la administración en turno. Por ejemplo, la recuperación total de la crisis de 1929 solo fue posible después de la Segunda Guerra Mundial, en la que Estados Unidos desempeñó un papel decisivo. De manera similar, la Gran Recesión de 2008 tuvo su origen en parte en la crisis subprime, derivada de políticas de crédito expansivas tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Actualmente, el mundo enfrenta nuevos retos geopolíticos, como la guerra comercial entre China y Estados Unidos y conflictos regionales que generan incertidumbre en los mercados. Wall Street observa con atención no solo las políticas fiscales y monetarias, sino también la evolución de estos desafíos globales.

El panorama actual

Hoy, la inflación en Estados Unidos converge hacia el objetivo del 2% anual, aunque con un ritmo lento. El PIB muestra un crecimiento moderado, mientras que las tasas de los bonos a 10 años rondan el 4.26%, casi el doble de la inflación. Este es el contexto económico en el que Donald Trump asumirá nuevamente la presidencia, en un escenario que guarda similitudes con el que recibió Joe Biden.

Este ciclo de estabilidad relativa refleja una característica única de Estados Unidos: la transición de poder entre partidos políticos, aunque relevante, no altera significativamente el crecimiento económico ni la visión a largo plazo del país.

LEE: Dow Jones sube 2% en la semana y cierra en máximos

Lecciones para México

En México, la situación es diferente. Desde el inicio del siglo XXI, el país ha experimentado transiciones políticas significativas con tres partidos distintos al frente del gobierno. No obstante, estas transiciones no han logrado romper con la inercia de un crecimiento económico mediocre.

Analistas consultados señalan que México debería tomar nota del enfoque de su vecino del norte, donde la estabilidad económica y las políticas de largo plazo trascienden las diferencias partidistas. La construcción de una visión de país compartida podría ser el primer paso para superar las limitaciones estructurales que han lastrado el desarrollo económico durante décadas.

MÁS NOTICIAS:

Comentarios