Coach o mentor: ¿qué necesitas?
Es posible que te encuentres en un dilema y no sepas si tu empresa necesita mentoring o coaching. Aquí te damos algunas claves para descifrarlo.
Después de la turbulencia que la crisis trajo consigo, muchas empresas han decidido entrar en un proceso de reestructuración. Los despidos masivos, la falta de inversión, el descontento de los empleados, son problemas que las compañías buscan dejar atrás. La pregunta es: ¿qué se necesita para hacerlo?
Si tu negocio se encuentra en este punto, es posible que estés buscando asesoría. Lo más importante es que la elijas con base en las necesidades de la organización. Por ello, en esta ocasión te mostramos cuáles son las diferencias entre un mentor y un coach, a fin de que puedas determinar qué es lo que hace falta para remontar el crecimiento de tu empresa.
Un problema de enfoque
Lo primero que necesitas saber es en qué área de desenvuelve cada uno de estos personajes. De acuerdo con el sitio coachingandmentoring.com, los mentores tienen un enfoque individual, en tanto que los coaches cuentan con un rango de acción organizacional.
Por ello, mientras los mentores dan consejos a empleados específicos sin buscar objetivos medibles, los coaches tratan con los directores de área, a fin de poder marcar pautas de acción tendientes a generar resultados.
Inhouse o terciarizado
La relación de un mentor con la empresa es directa: el mentoring consiste en seleccionar a un empleado de tu organización, con un conocimiento profundo de la compañía, para que sea el maestro del talento humano que recién se integra. Él le ayudará a conocer los procesos, las personas y las tareas que debe llevar a cabo para ejecutar con éxito sus labores.
El coach, a diferencia, es un profesional que no forma parte de la organización. Él sólo proveerá sus conocimientos, por un tiempo determinado, para analizar la situación de tu empresa, detectar fortalezas y debilidades y diseñar un a estrategia a seguir para mejorar el desempeño de la empresa.
Beneficios
Un mentor gana muchas cosas cuando se encuentra al lado de un aprendiz: conoce nuevas cosas, crea más lazos, fortalece su visión de la empresa. La relación mentor-aprendiz es un contundente ir y venir de información que enriquece a ambos.
El coach, en cambio, no llega a intimar con los empleados de la organización a tales puntos. La naturaleza de su trabajo consiste en mantener la objetividad por encima de los afectos. Los mayores beneficios que puede obtener consisten en aprender a enfrentar y resolver nuevas problemáticas.
Ahora es posible que definas: ¿Vas a contratar nuevos empleados y necesitas que se integren mejor y más rápido a la organización? Busca mentores de entre tus mejores empleados. ¿Necesitas detectar problemas y cambiar procesos? Busca la ayuda de un coach. ¿Necesitas ambos? Entonces ya sabes cuál será la labor de cada uno de ellos.