A 3 años de EPN, ¿hacia dónde va la estrategia de seguridad?

Comienza el año y, con él, un recuento de los tres años de la actual administración. Sin profundizar en las reformas, viajes, fugas, recapturas y escándalos que han destacado en 37 meses, y nos centramos en la seguridad, no hemos visto rumbo. Aquí, dos ejemplos.

En los niveles mayores, tan solo la sustitución de tres comisionados –Mondragón y Kalb, Monte Alejandro Rubido y Renato Sales– muestra la inconsistencia en estrategias y decisiones en esta área vital. Planteamientos van y vienen, pero con muy pocos resultados prácticos.

Si bien la coordinación entre la seguridad pública y las Fuerzas Armadas se ha fortalecido, insistimos en dos puntos: el Ejército no puede seguir apagando los fuegos que la Policía no puede controlar, pues para ello no fue creado. Además, urge instituir el Colegio Nacional de Policía, bajo el esquema del Colegio Militar.

El secuestro sigue siendo el delito de mayor impacto, a pesar de que asociaciones como Alto al Secuestro coinciden con la Coordinación Nacional Antisecuestro en que ha ocurrido una baja de 29.3% de 2014 a 2015 en la tasa de este delito, pero no en su operación. Los líderes continúan operando, aun dentro de las cárceles, y las células no se destruyen. El robo sigue siendo el primer delito a nivel nacional, la extorsión se ha diversificado, la trata de personas apenas reportó un 14.6% en eficacia en su combate, y el homicidio reporta dos asesinatos por hora (datos al mes de julio, según una nota del portal aristeguinoticias).

De nada sirve estar cambiando el nombre a los operativos, como el cambio del Rastrillo al Mega, si no logra resolverse el conflicto. En este caso concreto, como prevención ha sido efectivo, pero si en cada cambio se pierde continuidad, se afectan los resultados.

Además, sigue en aumento la participación de jóvenes, niños y adolescentes en delitos, pero no solamente en robos o formando parte de bandas de farderos, sino también integrando bandas que se dedican al robo, secuestro, homicidio, extorsión y delitos contra la salud, pues al ser menores de edad o primodelincuentes cuentan con mayores atenuantes legales, que son aprovechados por los mismos delincuentes. Según la Consulta Infantil y Juvenil del INE, casi el 14% de los menores ha sido obligado a delinquir.

Y si agregamos que alrededor del 75% de la población se siente insegura, es explicable por qué el 58% de los ciudadanos desaprueba la actual administración, de acuerdo con una encuesta realizada por un periódico nacional

De los últimos sexenios, este ha sido el de más baja calificación. ¿Qué calificación le darías tú en cuestiones de seguridad?

Es claro que a la Seguridad Pública le urgen:

• Lineamientos que puedan encauzar el rumbo hacia un México en paz, hacia un México seguro.
• Acciones que permitan disminuir el delito en todas sus presentaciones, vertientes y frecuencia.
• Policías certificadas, capacitadas, anticorruptas y antipolíticas.
• Nuevas generaciones de elementos policiacos, tanto en nivel mando como operativo, formados bajo el ejemplo militar.
• Expertos en materia de seguridad.
• Continuidad en estrategias, operativos, lineamientos y nombramientos, para evitar que se pierdan los objetivos.

Aún quedan 35 meses. ¿Qué resultados, no promesas, podremos ver en el transcurso? 

*El columnista es presidente de Grupo Multisistemas de Seguridad Industrial® y fundador del Consejo Nacional de Seguridad Privada desde 1996, donde participan más
de 200 empresas.

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