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Argentina: Todo tiene que cambiar

23-11-2015, 11:28:21 AM Por:
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Mauricio Macri, presidente electo, buscará devolver la inflación a un dígito, negociar la deuda y eliminar el control cambiario. El futuro argentino podría apuntar hacia arriba.

Mientras en la casa de campaña de Mauricio Macri todo era fiesta, con música, bailes y globos, y la gente se concentraba en el Obelisco para celebrar; el kirchnerismo se concentraba en la Plaza de Mayo con caras largas y melancólicos gritos de apoyo a Cristina Fernández.

En segunda vuelta electoral, el candidato de una amplia coalición de partidos y organizaciones, derrotó a Daniel Scioli, del llamado Frente para la Victoria. Macri, creador del partido Compromiso para el Cambio en 2003 -que en 2007 se convirtió en Propuesta Republicana (PRO) y finalmente en Cambiemos- derrotó al peronismo en Argentina, especialmente al kirchnerista, que gobernó por 12 años. Pese al escaso margen, no hay quien cuestione el resultado de la elección.

“Macri se enfocó en decir que era el cambio verdadero. Aunque Scioli también estaba ofreciendo cambiar algunas cosas y reconocía que no todo andaba bien, no pudo distanciarse lo suficiente de la administración actual”, explica Daniel Cancel, jefe del Buró de Buenos Aires de Bloomberg News.

Otro factor relevante fue que Sergio Massa, líder del Frente Renovador (un peronismo en “rebeldía”) y candidato en la primera vuelta decidiera comunicar a sus electores que su discurso era más afín al de Cambiemos. Por ahí se recolocaron 21% de los votos.

El liderazgo de más de 65% de la votación en la ciudad de Buenos Aires, que concentra 40% del electorado, también fue clave para Macri. El hombre que logró equiparar su nombre al “cambio”, mismo que según las encuestas buscaba 60% de la población, ganó.

Los temas en la elección, explica Cancel fueron la inseguridad, la inflación, la corrupción y, añade, ese discurso oficial de “nosotros contra ellos” que acabó cansando a la población.

Sin embargo, el trabajo para Macri será largo y cuesta arriba. Ni obtuvo un margen claro (51.40% vs 48.60%), ni tendrá un Congreso a favor. La cámara de Diputados no tiene una mayoría clara, mientras que el Senado contará con una mayoría del Frente para la Victoria.

El equilibrio en el país es también relativo. De las 23 provincias, 15 quedaron en poder del peronismo, si bien las 8 restantes son las más pobladas. Funcionarios clave para la política económica, como el presidente del Banco Central de la República Argentina, fueron nombrados por el kirchnerismo.

Uno de los grandes pendientes para Argentina, el litigio con los acreedores holdout, requiere para empezar el apoyo legislativo. Los deudores que rechazaron la renegociación de la deuda argentina y decidieron pelearla en los tribunales, al grado de amenazar con el embargo de bienes, mantienen hasta cierto punto paralizadas las finanzas del país y la tienen fuera del circuito de deuda pública extranjera.

Sin embargo el kirchnerismo pretendió asegurarse de que ningún régimen negociara con los también llamados “fondos buitre”, mediante una ley. Esta deberá modificarse, si Macri aspira a negociar con los deudores y devolver a su país la presencia en el circuito financiero mundial.

La bolsa de Buenos Aires caía hoy 23 de noviembre 1.95%, en gran parte, explica Daniel Cancel, porque entró en un periodo de realización de ganancias. El índice Merval ha venido en un claro ascenso desde fines de septiembre, casi 50% arriba.

El vaso medio lleno

Arreglar el Instituto Nacional de Estadística y Censos (ISNEC) para contar, de una vez, con estadísticas confiables, negociar con los holdouts, elaborar un plan de gobierno política y fiscalmente creíble, devolver la inflación a un dígito y, además eliminar el control cambiario sin provocar un desequilibrio económico, son las tareas más urgentes para el nuevo presidente.

Los números de Argentina son, por decir lo menos, difíciles de creer. El gobierno saliente sostuvo hasta el final que la inflación ascendía a 14%, cuando el consenso de los analistas independientes la estima en 24%. La estimación de un déficit fiscal equivalente a 7% del PIB es realizada también fuera del gobierno, que hasta hace poco hablaba de 3.5%.

Esta situación es una de la primeras cosas que Macri se propone arreglar. Igualmente, deberá elaborar un presupuesto de gobierno que tienda a controlar estos déficit, lo que requerirá una política resuelta en cuanto a la eliminación de subsidios. Argentina concede un fuerte subsidio a toda la población en materia de energía eléctrica, mismo que deberá aminorarse o enfocarse, lo cual no será popular. Sólo ejecutando todo esto al mismo tiempo, podrá el nuevo gobierno lanzarse a otro objetivo importante: la eliminación del control de cambio y las diversas paridades que se manejan en el país contra el dólar.

“Macri deberá elaborar una estrategia completa. Intentar solucionar un problema sin arreglar los otros podría no resolver nada”, señala Jimena Zúñiga, economista para América Latina, en Nueva York. “Al parecer, lo sabe muy bien, porque ha lanzado mensajes para recuperar la confianza y ha dicho que eliminará el control de cambios cundo esté todo ordenado.”

Según la analista, el presidente electo cuenta con muy buenos economistas entre sus asesores, los cuales ayudarían a recuperar la confianza. Si bien el Congreso no estará necesariamente en su favor, sí tendrá la ventaja de controlar completamente Buenos Aires, tanto la ciudad como la provincia. Igualmente, el esquema federalista “distorsionado” en Argentina hace que los ingresos de las provincias dependa directamente de las transferencias del gobierno federal. Con ello, Macri tendrá una herramienta de negociación ante los gobernadores y algunos legisladores.

En cuanto a la temida negociación con los holdout, Zúñiga considera que Macri podría contar con ventajas importantes, dado el aumento en la demanda de bonos locales argentinos. No sería una misión imposible.

De hecho, la analista de Bloomberg se muestra optimista. “Es cierto que Argentina ha perdido muchos años de crecimiento comparada con la región, pero está en una posición que puede ser una de las mejores historias de crecimiento en los últimos años. Los problemas que tiene han sido autoperpretados, como la restricción al comercio, el control de cambios.”

Además, por su condición ante los mercados financieros, el país no tiene un gran problema de deuda, ni su economía está en una posición tan mala como la de Venezuela por ejemplo.

El futuro de Argentina podría comenzar a apuntar hacia arriba, si el resto de la clase política deja trabajar a la coalición ganadora.

autor Periodista
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