¡Cuidado con la depresión! Causa discapacidad laboral
En México, 40% de la PEA tiene algún grado de depresión. Para 2030, las enfermedades mentales serán la principal causa de discapacidad laboral.
Un día, Raúl dejó de tener una razón para vivir. Había pasado por una relación sentimental destructiva que terminó devastándolo. No podía dormir y comenzó a perder el apetito; tanto, que bajó de peso exageradamente y le dio anemia. Como no tenía ganas de hacer nada, renunció a su trabajo y también se cambió de casa. Emocionalmente estaba destrozado. Aun cuando se hallaba rodeado de gente, sentía una soledad descomunal. “Era como estar en un vacío todo el tiempo. Veía todo oscuro y solo deseaba morirme”, nos cuenta.
Su depresión llegó a un punto tan crítico que tuvo que iniciar un tratamiento de psicoterapia y medicación. “Luché encarnizadamente para doblegar esa depresión crónica. Fue muy duro, pero aprendí que uno debe hacer lo posible por enfrentar sus problemas; si no, te hacen pedazos la vida.”
La OMS dice que en México el 40% de la población económicamente activa tiene algún grado de depresión. Las mujeres son más afectadas que los hombres, en una proporción de tres a uno.
Las enfermedades mentales, como la depresión, han crecido tanto que hoy son la tercera amenaza para la preservación de la humanidad (la segunda es la inocuidad de los alimentos, y la primera, el cambio climático). La Organización Mundial de la Salud (OMS) proyecta que para el año 2030 los padecimientos mentales ocuparán la posición número uno, y en cinco años la depresión será la principal causa de discapacidad laboral y la tercera causa de morbilidad, después de las enfermedades cardiovasculares y los accidentes de tránsito.
También puedes leer: Enfermedades de oficina, ¿pérdida de talento y dinero?
¿Cuestión de neurotransmisores?
La depresión no es sentirse melancólico; no es un signo de debilidad y tampoco es algo de lo que uno pueda “zafarse” fácilmente. Es una enfermedad médica que, por lo general, requiere tratamiento continuo, lo mismo que la diabetes o la hipertensión.
Se cree que las depresiones se deben a una alteración de los químicos cerebrales (neurotransmisores) y, efectivamente, la hay, pero se desconoce el porqué. “No hay un daño orgánico cerebral que hasta ahora se haya demostrado en tomografías o resonancias magnéticas; ni siquiera al practicar una necropsia del cerebro de quien fue un paciente depresivo”, afirma el psiquiatra Alejandro Córdova, responsable del Programa de Salud Mental de la Secretaría de Salud del Distrito Federal.
En realidad, en la depresión intervienen varios factores: el desequilibrio de los neurotransmisores, los antecedentes familiares y los eventos estresantes de la vida, como la pérdida de un ser querido.
También puedes leer: Decálogo para combatir el estrés laboral
La psicoterapeuta y presidenta de la Asociación Nacional de Médicas Mexicanas A.C., Cecilia García, explica que no es fácil entender cómo se siente alguien deprimido y que el trastorno afecta a cada persona de forma diferente. Algunos pueden sentirse miserables o infelices, sin saber realmente por qué; otros pueden tener síntomas tan graves, como pensamientos de suicidio. Es lo que le ocurrió a Andreas Lubitz, el copiloto de Germanwings que estrelló en los Alpes franceses el avión que piloteaba.
Incluso algunas depresiones pueden convertirse en psicosis, haciendo que el paciente tenga alucinaciones y pierda la noción de la realidad.
Incapacitados para pedir ayuda
La mayoría de las personas con depresión no saben que la padecen y no buscan ayuda. Otros se quedan callados porque creen que pueden salir adelante solos y pasan años sufriendo. Piensan que se trata de una simple cuestión emocional que pasará pronto. Otros, simplemente, no saben qué les pasa.
“Me diagnosticaron depresión cuando estaba en la universidad –cuenta Mark Meier, fundador de Face It Foundation, organización que ayuda a los hombres a superar la depresión–, pero solo le di importancia cuando ocurrieron dos cambios mayores en mi vida (una mudanza al otro lado del país y un cambio de trabajo), que empeoraron mi depresión nueve años después. Comencé a pensar en el suicidio. Mi esposa me llevó con mi primer psiquiatra, quien me prescribió algunos medicamentos, pero yo me sentía lo suficientemente fuerte para superarlo por mí mismo, así que no los tomé. Mi depresión empeoró a tal grado que me volví suicida e intenté quitarme la vida. Pasé las dos semanas siguientes en el hospital, donde comencé a tomar medicamentos y terapia. Por fin, me di cuenta de que estaba enfermo y era responsable de mi propia salud mental.”
Algunos asumen una actitud defensiva o de negación [como Marco], dice el psiquiatra Pablo Cuevas, director general de la Clínica de Ansiedad y Depresión del Hospital ABC. También influyen los comentarios de la familia, como “eres débil de carácter”, “te estás haciendo el enfermo” o “desde chiquito eras así”. En consecuencia, muy poca gente es diagnosticada y recibe tratamiento (apenas uno de cada 10). En promedio, una persona con depresión puede tardar entre tres y cinco años –a veces más– en recibir atención psicológica y médica.
Tratamiento
Aunque el trastorno cause temor, hay que afrontarlo desde que aparecen los primeros síntomas. “Una depresión leve puede ser tratada únicamente con psicoterapia y una moderada o grave requiere antidepresivos [los cuales no causan adicción, según los especialistas]. Lo ideal es combinar ambas terapias por lo menos un año”, explica Mónica Flores, catedrática comisionada del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz”. Si el tratamiento se deja antes de lo señalado por el médico, existe una probabilidad de recaída de 70%.
En caso de que la psicoterapia y los antidepresivos no funcionen, existen otros tratamientos de estimulación cerebral efectivos y seguros, pero solo el facultativo puede recomendarlos.
Combinadas con hábitos de vida saludables y estrategias de apoyo social, resiliencia (capacidad de sobreponerse a situaciones adversas), resolución de problemas y pensamiento positivo, estas terapias ayudan a controlar la depresión de manera eficaz.
También puedes leer: 8 alimentos que te harán sentir feliz