Autocrítica para un buen coaching
El análisis y comprensión de nuestros temores y problemas radica en un mayor control sobre nosotros mismos. Haz autocrítica.
¿Por qué evitamos siempre determinada situación o reaccionamos negativamente frente a la misma? ¿Qué hacemos bien y qué hacemos mal en el trabajo?
Hacernos preguntas como éstas debe ser un proceso constante a fin de conocer nuestras capacidades y conocernos mejor, más aún si practicamos el coaching.
Esto es lo que denominamos autocrítica o el reconocimiento de nuestros propios errores y temores; algo vital si buscamos equilibrio emocional y tranquilidad en todos los aspectos de la vida.
Para comenzar, debemos saber que los problemas a los que nos enfrentamos se basan en el principio de la causa y el efecto, donde todo hecho tiene sus consecuencias.
Concentrándonos en nuestro interior con la ayuda, por ejemplo, de técnicas como la meditación, tendremos la oportunidad de hacer una auto-introspección y medir nuestro nivel emocional y nuestro archivo de vivencias.
Así, una vez que conocemos cuáles son nuestras dificultades podremos hacerle frente.
El consejo es: dedicar un poco de nuestro tiempo para pensar y examinar nuestras acciones o reacciones en el pasado.
Y es que, a medida que aumenta nuestro equilibrio emocional estamos en mejor posición para manejar los acontecimientos negativos y desagradables que suceden a nuestro alrededor.
De esa forma podemos ser capaces de decidir qué hechos tomamos en cuenta y cuáles filtrar.
Beneficios
La autocrítica tiene positivos efectos en quien la realiza. En primer lugar, estimula la autosuficiencia y la confianza.
Lo anterior trae consigo que podamos motivar a otras personas para que sigan el mismo ejemplo.
La lectura conciente de nuestros actos nos entrega información útil sobre nosotros, nuestro comportamiento y las amplias posibilidades de respetar sin ofender, compartir e interactuar de forma más armónica con quienes nos rodean día a día.