Finanzas en pareja, que el dinero no acabe tu relación
Para que el dinero no sea un obstáculo en tu relación, administrar bien tus finanzas y la de tu pareja es esencial y con estos consejos podrás conseguirlo.
La vida en pareja implica compartirlo todo: afecto, tiempo, amistades, experiencias y… dinero. La convivencia cotidiana de dos personas puede estar llena de complicaciones porque cada una tiene su propia forma de ser.
Según información del Censo de Población y Vivienda 2010, 43.9% de la
población mayor de 15 años está casada y 15.6% está en unión libre.
Esto quiere decir que seis de cada diez mexicanos viven en pareja.
Además, en 2011 se registraron 570,954 matrimonios y 91,285 divorcios; es decir, por cada 100 enlaces se dieron 16 separaciones. Entre las razones por las que se producen estos rompimientos están la falta de comunicación, la infidelidad, la violencia y los problemas económicos.
Por esto último, una buena administración no solo te permitirá tener finanzas sanas, evitar deudas innecesarias y tener los recursos necesarios para tener detalles con tu pareja, sino que además puede salvar, literalmente, tu matrimonio o relación.
Así, de inicio, saber administrar los ingresos del hogar puede evitar una buena parte de los rompimientos, incluso puede fortalecerse la relación si se alinean los intereses de ambos para que juntos logren metas patrimoniales.
Si estás por irte a vivir con tu pareja, o si ya lo haces (ya sea por la vía del matrimonio o de la unión libre), estos consejos pueden ayudarte a tener una mejor convivencia y que el dinero no sea una barrera para el amor:
Confianza, evita la infidelidad financiera
Una relación es una asociación afectiva y económica. Cada uno debe aportar en la medida de su capacidad, ya sea en dinero o en especie. El problema es que al principio no se puede saber cuál es la contribución de cada uno.
Hablar de dinero puede ser incómodo para uno o para ambos, pero una relación debe estar basada en la confianza.
El primer paso es establecer un presupuesto común: definan cuáles son los gastos que deben hacerse en pareja (renta, servicios, alimentos, seguros, impuestos, entretenimiento, etcétera), los gastos que cada uno debe hacer para trabajar (transporte, comidas fuera de casa) y la cantidad que van a ahorrar para formar un fondo común para imprevistos.
También definan cuánto van a conservar de manera individual. Este rubro es importante, pues también deben conservar cierta libertad económica para sus gastos personales. La infidelidad financiera no ocurre cuando alguien quiere comprarse algo para sí mismo, sino cuando se compromete el dinero de la otra persona o de ambos.
Comunicación, para cuidar tu corazón… y tu cartera
El factor más importante de toda relación es la comunicación. Lo ideal es que quede bien claro cuánto gana cada uno y cuánto aportan a la relación. Este punto puede ser muy complicado, pero puede servir para saber qué hacer en caso de que disminuya el nivel de ingreso de alguno.
Habla con tu pareja de los planes a futuro y diseñen estrategias para realizarlos. Por ejemplo, la compra de un auto o la llegada de un hijo.
Las deudas personales pueden ser una amenaza seria para la convivencia. Platiquen de los compromisos que han adquirido y cómo van a liquidarlos. También consideren una táctica para adquirir deudas que les ayuden a hacerse de más bienes, usando el crédito de manera inteligente.
Es muy posible que tengan objetivos financieros distintos, pero hablar de ellos y llegar a acuerdos para alcanzarlos les permitirá tener una relación estable y feliz. Si solo uno se enfoca en alcanzar una meta y espera que el otro haga lo mismo, es posible que esto se convierta en un tema de discusión. Dejen bien claro qué es lo esperan de su pareja y aprendan a negociar para que ambos estén conformes con el esfuerzo que cada uno debe hacer.
La función del dinero es proporcionar un estilo de vida para ambos y no para establecer posiciones de poder. Cuando discutan un asunto que no sea económico, no hay que sacarlo a colación.
Argumentos como “yo aporto más y por eso yo decido” solo deterioran una relación.
Administración, un modelo de pareja
Existen muchos modelos para manejar el dinero en pareja, todos son exitosos pero cada dualidad debe encontrar su propio estilo. Aquí hay algunas sugerencias de cómo hacerlo:
• Solo uno aporta. Es posible que solo uno sea quien genera ingresos y que otro sea un buen administrador. Reconozcan sus cualidades y aprovéchenlas.
• Los dos aportan de manera equitativa. Ambos se reparten por igual los gastos de la casa, independientemente de los ingresos de cada uno.
• Cada uno aporta de manera proporcional a su nivel de ingreso. Sin importar cuánto gana cada uno, ambos aportan la mitad de su salario y el presupuesto se ajusta a la cantidad acumulada. Por ejemplo, aportan el 50% de su ingreso cuando uno gana 10,000 pesos y el otro 8,000 pesos, entonces la cantidad acumulada será de 9,000 pesos.
• Se dividen los gastos. El pago de las cuentas se distribuyen para que uno pague unas y el otro pague otras. Por ejemplo, uno paga la renta y el otro todos los servicios.
• Los dos aportan todos sus ingresos. Ambos suman el total de sus salarios creando un fondo, del cual se toman los gastos comunes y el ahorro, y el sobrante se divide en partes iguales para gastos personales.
Piensen en el futuro
Idealmente, antes de vivir juntos hablen sobre lo que esperan económicamente de la relación. Si van a contraer matrimonio, consulten con expertos los pros y contras de una sociedad conyugal mancomunada o por bienes separados.
Si será en unión libre, también hablen sobre las expectativas financieras y qué van a hacer en caso de que haya una separación. Lo ideal es que la relación dure para siempre, pero a nadie le hace daño tener un Plan B, solo por si acaso.
La mayor ventaja de vivir en pareja es que pueden apoyarse para crear patrimonio de una forma acelerada. Una relación se construye día a día cuidando todos los aspectos que la integran, desde el afecto, hasta el respeto, compromiso, responsabilidad y, por supuesto, el dinero.