Concéntrate en ti

Recuerda lo que dicen en los programas de Alcohólicos
Anónimos: lo único que realmente puedes controlar es a ti mismo, así que no sirve desesperarse por lo que no
puedes manejar.

Eleanor Roosevelt decía “Nadie puede hacernos sentir
inferiores sin nuestro consentimiento”, una frase que resume muy bien el
control que puedes ejercer sobre ti mismo.

Puedes permitir que los insultos de tu jefe y compañeros de
trabajo sean reales y te afecte de manera verdadera o simplemente ignorarlos.  Eso te dará cierto poder sobre la situación.

Otro aspecto fundamental es no tomar estos insultos de
manera personal. En su libro “Los cuatro acuerdos”, Miguel Ruiz señala que
cuando una persona te insulta, aun cuando parezca lo contrario, nada tiene que
ver con tu persona y en realidad es un reflejo del carácter propio.

Tomar las cosas personales te hace presa fácil para los
conflictos que estas personas tienen de manera interna.

Sin embargo, hay líneas de respeto básico que no se pueden
violar.  Cuando sientas que el acoso realmente
se vuelve intolerable, no dudes en acudir a las autoridades correspondientes.

Para saber
más:

Mobbing,
cuando trabajar duele. 

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